Mientras caminaba con Murayama a su casa, no pude dejar de pensar en esa intención asesina que había sentido. Para emitir sed de sangre no hace falta ser poderoso, solo hace falta tener las suficientes ganas de matar y el suficiente odio.
La sed de sangre de antes fue verdaderamente explosiva, normalmente no me habría preocupado por algo como eso, pero el problema es que ahora que estoy más cerca, puedo decir que la sed de sangre vino de la Catedral abandonada, el escondite de la avanzada de Kokabiel.
Algo debió haber pasado, la línea de tiempo ya está lo suficientemente jodida, lo último que necesito es un cambio más. Quizás descubrieron a Reynare... no, no creo que eso sea posible.
Pero de todas formas, sigo sin saber que quien pudo haber causado esa explosión masiva de instinto asesino. Espero que Azazel no la haya sentido también, lo último que necesito es a un Playboy representante de una facción metido en mis asuntos... aún no al menos.
"¿Issei?"
Murayama me jaló del brazo, haciéndome volver a la realidad. Por si rostro, puedo saber que me estuvo llamando durante un buen rato, debo de dejar de meterme tanto en mis pensamientos.
"¿Qué sucede?" hablé con tono monótono
"Ya llegamos" dijo forzando una sonrisa
Joder ¿No puede dejar de hacerme sentir lastima por un maldito segundo?
Levanté la vista y presencié su casa. Bastante tradicional, un portón de madera al más puro estilo samurai, encima del portón y el muro se alzaban árboles con adornos colgando se sus ramas. No era broma lo del kendo.
"Bien, si eso es todo, entonces me voy" dije
Vi su labio temblar levemente, y me soltó del brazo con debilidad. Agachando la cabeza y juntando las manos en su falda delante de ella, asíntio tristemente.
"Gracias por acompañarme... y disculpa las molestias" su voz apenas perceptible
Maldición, esta niña...
La atraje a un abrazo y le susurré suavemente "Ya paso, yo ya te perdoné, y ni siquiera somos amigos ¿Qué tanto crees que dure el enojo de Katase?"
Ella se tenso en mi pecho, pero no puso resistencia, solo me devolvió el abrazo, apretando fuertemente mi espalda.
"Gracias... gracias..." empezó a repetir en voz baja
Solo me quedó seguir consolandola durante un rato. Puedo pensar en mis problemas después, ahora, esto es más importante.
... ... ... ...
Luego de dejar a Murayama en su casa y llegar a la mía, saludé a mis padres, cómo ya era de noche cené con ellos y me quedé hablando de cosas sin sentido. Solo quería pasar tiempo con ellos, obviamente, no se opusieron.
Ya eran altas horas de la noche y me encontraba en mi cuarto, echado en la cama con los brazos debajo de mi nuca, pensando...
Dicen que lo que destroza a un hombre en prisión, no es la misma prisión, ni los demás prisioneros, ni la sensación de encierro o la privación de la libertad. Lo que realmente mata a un ser humano en confinamiento, es cuando te pones a pensar, cuando recapitulas toda tu vida y te planteas situaciones estúpidas y sin sentido de las cuales te arrepientes, pero ya es tarde.
Justo eso es lo que yo siento ahora mismo, todo lo que hice en mi vida anterior, solo fueron estupideces. Estupidez, tras estupidez, nunca me puse a pensar en que les podrías pasar a mis padres si no fuera lo suficientemente fuerte, y termine pagando el precio. Nunca me puse a pensar en que pasaría si aparecía un enemigo que no pueda enfrentar, y termine pagando el precio.
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HDXD: Segunda Oportunidad
FanfictionRegresar al pasado es una carga demasiado pesada para un chico de 18 años. Solo él sabrá lo que pasó, y solo él podrá cambiar el horrible pasado del que vino. Nadie pensó que Issei, un pervertido irremediable, se volvería un despiadado líder en el i...