19. ¡Pudrete Chan!

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-¿Qué hacen aquí?.-...

- ¿Así saludas a tu padres? creo que te enseñamos mejores modales jovencito.-

Bromea su padre mientras le abraza, seguido del abrazo de su madre.

Minho en cuanto les vió, supo quienes eran, Chan era muy parecido a su madre, rubio, cabello rizado, ojos azules y esa sonrisa con hoyuelos.

Y tan pronto lo confirmo quería que la tierra se abriera se lo comiera y lo escupiera en su habitación para poder hundirse en las mantas de su cama y no salir de la pena que tenía en ese momento.

No quería avergonzar a Chan, ni que sus padres lo juzgarán y le pidieran alejarse de él.

Su mente divagaba en sus pensamientos cuando escuchó la hermosa voz de la madre del rubio llamándole.

-¿Tú debes ser Minho?.-
Dice estirando su mano, la cuál toma con delicadeza, no queriendo lastimarla con sus manos callosas por la jardinería.

-Mucho gusto Sra. Bang, soy Lee Minho.-

Saluda el menor y hace una reverencia.

-Sr. Bang mucho gusto.-
Y repite sus acciones.

Chan sonríe enorme y Minho quiere abofetearlo, como puede estar sonriendo cuando él está muriendo de pena y nervios por la situación.

-No creímos encontrarte, bueno encontrarlos aquí.-
Dice la madre de Chan.
-No comentaste que vendrías.-

-Fué de último minuto, tuvimos suerte de encontrar reservacion.-

-Mucha suerte, diría yo.-
Comenta su padre.

-Bueno no queremos molestar, nuestra mesa debe de estar lista.-

-Madre nunca son una molestia, ¿Porqué no se quedan con nosotros?.-

Pregunta Chan y Minho comienza a tener problemas para respirar.

-Oh.. no lo sé... ¿Minho está bien contigo, cariño?.-
Minho asiente, con una sonrisa y ve lo feliz que se encuentra Chan.

El mesero observa lo que pasó y se acerca con dos menús más.

-Yo pediré de lo siempre Johnny, por favor.-
Dice su padre, conociendo ya al mesero que les atendía.

-Para mí también, solo que está vez pediré el pastel de cuatro chocolates... creo que es mi favorito.-
Dice la madre, viendo a Minho y le sonrie.

-Minho estaba por ordenar el mismo, solo no se decide aún por cuál café.-
Comenta Chan.

-Oh.. cariño... si confías en mí déjame ordenarte lo mismo que yo ordené, te prometo que no te arrepentirás.-

Minho sonríe y agradece, dejando el menú a un lado.

Chan lleva su mano por debajo de la mesa y toma de la Minho, para darle confort, lo que logra a los minutos.

Los padres de Chan son como él, hablan de manera normal, haciéndole sentir como si hablará con sus padres, además de ser ocurrentes al igual que él.

Minho sonreía sincero entre la amena platica que se formaba, Chan se sentían feliz, sus padres estaban conociendo a la persona que le interesaba y el simple hecho lo hacía feliz.

Chan pidió permiso para ir al sanitario y a su regreso, creyó ver a alguien conocido entrando al área de la cocina, no quizo quedarse con la duda así que espero, para confirmar que era la persona que creía.

Sorry, I Love you | MinChan ♥︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora