Prologo

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Tanto en la tierra como en la luna.

Todos los días eran iguales, de la cama a la escuela, de la escuela al club y del club a la cama. Esa rutina constante sin ninguna modificación había comenzado a aburrirme. Deseaba todas las noches por algo nuevo, pero nunca sucedía.

Los libros eran lo único que me mantenían cuerdo. Cada pagina era algo nuevo. Una nueva aventura que me sorprendía con solo palabras, los detalles, los diálogos todo me sacaba de este aburrido mundo en el que vivimos para meterme en uno completamente nuevo y lleno de sorpresas.

Muchas veces había deseado vivir algo similar, una aventura tal y como las que leía. Pero sabia que eso no iba a ser posible. Todo se había vuelto tan sistemático, conocía mis horarios y todo lo que iba a pasar en el minuto exacto. Era inhumano. Todo llegaba a ser tan preciso que incluso muchas veces daba miedo. Desde que tenia memoria, toda mi vida había sido igual, no me sentía parte de este mundo. Pero todo eso, estaba a punto de cambiar.

Aquel cambio que tanto había anhelado estaba a punto de suceder.

Me levante temprano y como de costumbre me prepare una taza de café, era sábado y no tenía nada que hacer. Podría decirse que era el día que mas esperaba, ya que como no tenia una rutina que seguir siempre hacia algo nuevo. Ese día decido ir a caminar al parque, no me venia nada mal tomar un poco de aire, es por eso por lo que luego de tomar mi café y alistarme, salí a caminar. Amaba el hecho de sentarme y leer a la vez que observaba todo a mi alrededor. Y eso fue justo lo que hice, tome asiento en uno de los bancos del parque y comience a leer. Poco a poco me fui adentrando más y más en ese mágico mundo al que llaman "literatura". No sé en qué momento paso, había perdió por completo la noción del tiempo, para cuando mire la hora pasaban las 6 de la tarde. Había estado todo el día en aquel lugar.

Ya estaba oscureciendo. Estábamos en invierno, por lo que parecían las 8 de la noche. Se me había completamente maravilloso como unas simples palabras podían sacarte de la realidad y hacerte perder semejante cantidad de tiempo sin que siquiera lo notaras.

Cierra el libro y me levante de mi asiento. Durante el camino de vuelta, admire la grandeza de los viejos arboles por ultima vez. Literalmente, esa iba a ser la última vez que lo viera con tanto detalle. El sendero era angosto, este estaba rodeado por unas enormes lámparas que, por la hora, comenzaban a encenderse una tras otra, llenando la oscura noche con una brillante luz que iluminaba todo a su paso. Sinceramente fue una experiencia maravillosa, con cada paso que daba el próximo era guiado por uno de esos grandes focos. Ese acto se pareció tanto a una escena que había leído esa misma tarde, que me dio un pequeño deja bu. Seguir caminando hasta que algo me obligo a detenerme, mejor dicho, alguien.

Había una mujer sentada en uno de los bancos. Esta se encontraba a unos pocos metros de mí. Eso no fue lo que me extraño, lo que paso luego lo hizo. Todas las luces a excepción de la que estaba sobre mi se apagaron. Sin embargo, eso no fue lo mas extraño, luego de unos segundos la luz que apuntaba a esa joven se encendió, ahora se encontraba parada. Nuevamente todo volvía a ser igual a aquel libro. ¿Serian solamente coincidencias?

La mujer estaba de espaldas, traía un paraguas consigo, la luz sobre ella creaba un efecto simplemente hermoso, la mitad de su cuerpo estaba completamente iluminado, dejando ver el bello blanco intacto de su vestido, la otra estaba completamente a oscuras, haciendo que esa hermosa figura pareciera algo más, algo fuera de lo común, algo que por algún motivo me llamaba la atención, era como si quisiera decirme algo, pero las palabras no salían de su boca. Era un llamado. Una voz silenciosa que me pedía ir con ella. En ese momento la joven se volteo hacia mi lentamente. La luz y la oscuridad. El bien el mal. Todas esas cosas que como humanos creemos distinguir. Todas esas cosas estaban marcadas en la firme mirada de aquella joven. Suavemente las luces comenzaron a apagarse, dejando solamente un tenue brillo sobre la mujer.

"La mujer se volteo y las luces cesaron. Ahora estaba en un mundo paralelo, una dimensión completamente desconocida y todo por culpa de un anhelado deseo..."

Eso fue lo ultimo que paso por mi cabeza. No puedo recordar con exactitud lo que sucedió después, solo se que luego de ese momento ya nada volvería a ser igual...

Tanto en la tierra como en la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora