Capitulo 1

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Abrí los ojos repentinamente para encontrarme con un extenso y magnifico campo de flores. ¿Cómo había llegado allí? No podía explicarlo, pero la grandeza de esas llamativas flores me había distraído por unos minutos. Para cuando volví a la realidad el ambiente había cambiado, las bellas flores que antes tanto me habían cautivado eran ahora unos simples tallos sin vida que adornaban el paisaje con un aura siniestra. Podía escuchar como el viento resoplaba alrededor de mí, levantando grandes masas de tierra combinadas con los pétalos caídos de la ya muerta vegetación que me rodeaba. Ahí es donde esa extraña mujer volvió a aparecer, caminaba con su largo vestido hacia mí, su largo pelo se movía acompañando al viento, no pude evitar sentirme atraído hacia ella. Era una escena digna de una película, muy surrealista para ser verdad...

- George...

Comencé a escuchar a lo lejos. Mi nombre se repetía una y otra vez, cada vez con mas fuerza. Aquella mujer continuaba acercándose y a medida que lo hacía, mas fuerte resonaba mi nombre. No pude evitar sentir algunos escalofríos en mi cuerpo, después de todo, no era de las escenas mas lindas. El viento soplaba cada vez mas fuerte. Una gran cantidad de pétalos se había acumulado detrás de esa figura, haciendo que el hecho fuera aun mas extraño. Los pétalos se movían de un lado al otro, moviéndose alrededor de la mujer, pero nunca tocándola. Parecía que acompañaban sus movimientos, casi como si los controlara. No pude retroceder y casi como en un abrir y cerrar de ojos nos encontrábamos frente a frente. ¿Por qué? ¿No había sido este mi deseo? ¿No era esto lo que había pedido? ¿Por qué o único que quería era volver a casa?

- Despierta George...

- ...

- ¡George! ¡Despierta!

Abrí mis ojos con un leve mareo.

- ¿Dónde...?

- ¡Dios mío! – Un cálido abrazo me hizo notar donde estaba.

- ¿Nick?

- Dios mío... que susto... - Nick soltó un suspiro de alivio

- ¿Qué paso? – Dije tratando de levantarme

- No lo sé, te encontré aquí. Supongo que te desmayaste... ¿No te acuerdas de nada?

- ...

Todo lo que recordaba involucra a una mujer caminando en un campo de flores con pétalos secos volando a su alrededor... No sonaba para nada cuerdo...

- No, estaba volviendo a casa del parque y... desperté aquí... - Dije

- Esta bien... Ven, volvamos a casa, te acompaño – Dijo Nick

- Esta bien, vamos.

Nick me acompaño hasta mi casa. En el camino me pregunto algunas cosas... ¿Cómo te sientes? ¿Estas mareado? ¿Te golpeaste? ¿Recuerdas algo?

respondí todo con calma. Nick no podía mantenerse tranquilo en situaciones como esta, por lo que no quería alarmarlo más.

Conteste todo, sin mencionar lo que había pasado con esa mujer. Quedaría como un loco. Incluso me costaba creerlo a mí, lo recopile en mi mente mas de una vez y siempre sonaba de la misma descabellada manera, seria mejor que no dijera nada, después de todo, no había sido nada mas que un sueño. Las detalladas escenas de aquel libro y mi anhelo de una aventura se habían fusionado en un sueño, no era nada mas que eso... Solo un sueño. Uno muy real...

Ya había pasado una semana desde aquel inconveniente. La semana había transcurrido con normalidad, la rutina había sido la misma, no podía decir lo mismo de mi comportamiento, toda la semana me había sentido extraño, como si algo no se sintiera familiar... Algo estaba mal, todo era demasiado raro, me había sentido observado e incluso llegue a ver, mejor dicho, creer ver algunas siluetas.

Era la primera vez que mis días cambiaban, a pesar de que las actividades y horarios habían sido los mismos, yo había estado distinto, era la primera vez que me sentía tan libre... No podía entender la razón de este nuevo sentimiento, pero me encantaba la libertad. Cuando termino la semana, volví a aquel parque. No traía ningún libro esta vez, no tenía pensado quedarme. La curiosidad me estaba matando, esa era la verdad. Llegue al banco donde todo había iniciado. Nada había cambiado, todo estaba en su lugar, era tal y como lo recordaba.

Me senté por unos minutos, recreé exactamente la misma escena que aquella vez y, sin embargo, nada sucedió. Siendo sincero eso me alivio un poco, ahora podía asegurar que todo había sido producto de mi imaginación. Por otro lado, eso me entristece. Anhelaba con todas mis fuerzas una aventura, y aquel sueño había sido lo mas cerca de lo que jamás iba a estar.

Me levante del banco con la intención de volver a casa. No habían pasado mas de 15 minutos de mi llegaba, pero por primera vez en mucho tiempo sentía que algo más iba a pasar. Todo el camino había estado con esa sensación, no sé bien cómo explicarlo, era algo en mi pecho, algo... una punzada en mi corazón, una fría sensación que recorría cada centímetro de mi cuerpo. Todo eso y más sentía en ese momento y en mi mente solo una palabra resoba una y otra vez... Peligro.

Fue tanta la presión, la mezcla de emociones que solo pude correr. No sabía porque, mi cuerpo solo se limito a correr y correr por el largo sendero del parque. Y corrí sin rumbo alguno, y corre hasta que llegué. corrí sin detenerme, hasta que alguien más lo hizo. William, ese era su nombre. Así se llamaba la persona que cambiaria por completo mi vida. La persona que haría realidad mi mas profundo deseo y la misma que me obligaría a crear nuevos.

William... William Anderson...

¿Quién era él? ¿De dónde había salido? No lo podía explicar, pero su apariencia, era simplemente... de otro planeta...

Tanto en la tierra como en la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora