Capítulo 2

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El viento era fresco, los árboles se sacudían levemente y la música navideña sonaba por todo el distrito comercial.

- Vaya, Chuuya-san no bromeaba- Mencionó el azabache fastidiado - Créeme, no hago esto por gusto

- La verdad no me molesta tanto...

Los dos líderes les habían dado una lista con cada petición de cada integrante. Una lista de regalos en pocas palabras.

- ¿Quieres empezar por los más fáciles?- Preguntó viendo a toda la gente ir de un lado para otro

- Vamos primero por las decoraciones, ya se donde conseguirlas- Contestó mientras cubría su boca para toser

Atsushi lo siguió tranquilamente por unos minutos hasta quedar frente a un local de adornos, lleno de colores y diferentes materiales para decorar.

- Señora Jon, soy yo de nuevo- Avisó entrando al lugar - Vengo por parte de Mori-san

En un minuto, una ancianita bastante bajita de estatura salió a recibirlos, acompañada de su bastón pero con una gran sonrisa y un gorrito navideño.

- Oh vaya, ¿tu otra vez?- Mencionó mientras el mafioso se agachaba para quedar frente a ella

- Vengo por unos encargos, son de la semana pasada para hoy- Contestó amablemente dejando de la señora tocara su cabello con detenimiento

- Ya, ya, deja te los traigo, mira las otras cosas por si te gusta algo

Tal y como llegó se regresó, dejandolos solos otra vez. Atsushi quería preguntar por su repentino cambio de actitud, pero tenía miedo de que su respuesta fuera un ataque.

Se distrajo por un momento con los arbolitos que estaban de muestra, luego con prácticamente todo lo que había en la tienda.

En si era como un mini bazar, tenía de todo y había gran variedad, parecía una tienda de curiosidades chinas pero de navidad.

- Ponte esto y te respondo lo que sea que quieras preguntar

Akutagawa pasó a su lado con una diadema en manos, ésta tenía cuernos de reno y orejitas a manera de adorno, de felpa con detalles dorados.

- Si crees que vas a burlarte de mi... estás en lo correcto

Es respuesta casi lo hace reír, casi. El albino tomó los cuernitos y los colocó en su cabeza, caminado rápidamente hacia el pequeño espejo que había en el lugar.

- Se ven bien, quizás podríamos llevar para todos en la fiesta- Sugirió desbordando emoción

- En mi opinión te vez ridículo, pero el resto de tus compañeros se veria aún peor

- Tramposo, cuéntame de la señor Jon

- Es ciega pero reconoce a sus clientes por su cabello, mi jefe consigue disfraces aquí

- ¿Disfraces?

- No quieres saber...

Las estanterías estaban llenas de curiosidades sin fin, desde cosas para la escuela hasta un traje de maid. Quizás esa última cosa la intentaría borrar de su mente, pero alguien lo sacó de sus pensamientos.

Shin SouClaus // SSKKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora