CUATRO | Oportunidad

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Chifuyu estaba en huelga refunfuñando, limpiando el suelo de la capilla, pasando el trapero por entre la bancas, intentando sacar la mayor suciedad posible.

La señora Juuzou lo observaba, tenia las gafas bajadas, sus ojos pasando por todo aquel piso que iba limpiando el joven fraile, vigilando antes de seguir con su tejido. El padre Shinichiro estaba sentado al lado de aquella estricta mujer, bebiendo un vaso de jugo de manzana para pasarse la raspadera que le causo el cigarro que se fumo a escondidas.

El joven Matsuno intentando no tropezarse con su habito, lográndolo, sin embargo, se tropezó con un balde de agua, lo que lo hizo resbalar estampándose contra el piso, el viejo cura escupió su jugo estallando de risa ante la ridícula y chistosa escena, Juuzou con cara de decepción. Chifuyu se levanto sobándose su trasero, estaba seguro que no podría ni sentarse por días. Un maullido provoco que se quedara pasmado al ver en la entrada, la silueta de aquel hombre de cabellos largos sujetados, con un gato en brazos.

- Profesor Keisuke. -El alto se acerco al fraile con cuidado.

- ¿Esta bien? -El rubio solo pudo asentir, estaba mintiendo le dolía un infierno el trasero, se percato mas de cerca del gato que tenia en brazos.

- Se a caído peor de otras cosas, puede sobrevivir a esta insignificante caída. - Interrumpió Shinichiro.

- ¿Que lo trae por aquí? - Baji se percato como se dirige hacia ellos el cura mayor.

- Yo lo llame muchacho, creo que deben trabajar juntos junto con los niños de la escuela. -El rubio solo puso una cara de confusión exigía una explicación. -Recuerda que debes darles una catequesis y, hasta donde yo me entere, no te llevas bien con los pequeños.

- Y ahí es donde entro yo. - Dijo el de cabellera larga. -Yo puedo ayudarle a que se acerca con los chicos, tal vez ayudarlo con las clases.

- Entiendo...

-     Vayan al huerto hablar, iré a ver que están haciendo las hermanas, y de ahí me voy a caminar un poco. -La señora Juuzou dejo de tejer y guardo sus cosas, y salio silenciosamente por una entrada lateral.

Chifuyu hizo un gesto, invitando al profesor a seguirlo hasta el huerto, que por alguna razón estaba solo. Se sentó en una de las viejas mecedoras que estaban cerca, Baji se quedo de pie, el fraile acomodando su cruz sobre el pecho.

- No se si sea mucha curiosidad, pero ¿Porque se trajo al gato? -Baji soltó un suspiro siguiendo con una sonrisa donde se notaba un poco sus colmillos.

- No me gusta dejarlo solo en casa, ¿Quieres sostenerlo? -Se quedo fijo a los ojos del rubio.

-   Claro que sii, me gustan mucho los gatos. -Baji pone sobre el regazo del fraile, el pequeño gato. -Muchas gracias Baji San. -Acompaño sus agradecimiento con una sonrisa que dejo estático a Baji un momento.

Se quedaron en silencio, Chifuyu siguió jugando con el gato, el gato se fastidio de lo encimoso que era el fraile con el y se puso en defensa y le rasguño la mejilla. Baji se percato de lo sucedido.

- ¡Mierda! ¿como sucedió? -El maestro tomo al gato en sus manos para agarrar un trapo que tenia con el, lo remojo y lo puso en el rasguño del bello rostro de su fraile.

- No se preocupe por mi, no es nada grave Baji san. -El mayor no contesto se dedico a curar la herida, en un momento sus rostros quedaron frente a frente, el fraile se percato del bello color que tenían los ojos de este maestro.

Keisuke recupero su compostura, Matsuno tenia razón, era ridículo alarmarse por ese insignificante rasguño.

- Disculpe mi torpeza, no sabia que el gato podía reaccionaria así. -Sobo su mejilla donde estaba aquel rasguño.

𝐅𝐎𝐑𝐁𝐈𝐃𝐃𝐄𝐍 𝐖𝐈𝐒𝐇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora