You said it look better

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¿Sabes por qué me gusta escribir?

¡por que quizá en mis cuentos, tú y yo tenemos un final feliz!

Esa tarde a la salida del colegio.

--Hey Harry, te gustaría no sé.....ir conmigo a comer un helado?-- preguntó amablemente el rubio

Desde que Draco había llegado, tenían esa tradición de animarse al otro con una salida.

Aveces solo caminaban al parque o iban a alguna feria. Pero para Harry las más especiales eran cuando salían por helado.

Y Draco lo sabía.

--claro, déjame hablar con mi madre--

sabia que le diría que si, pero sin embargo quería asegurarse.

--de acuerdo esperaré--

Se alejó un poco para darle algo de "privacidad" al ojiverde que después de unos minutos de hablar con su madre se acercó con una sonrisa que fácilmente podía remplazar el sol.

--supongo que dijo que sí. ¿Verdad?--

--vamos-- dijo el de ojos verdes

Caminaron en silencio hasta llegar frente al parque cerca a la heladería.

Draco de improvisto tomó suavemente la mano del azabache y entrelazó sus dedos.

Harry se sentía como una paleta en medio de el verano, se estaba derritiendo ante la cálida mano del mayor que lo sujetaba con cariño.

Caminaron tomados de la mano hasta la heladería. Y solo eso bastó para que el estómago de Harry estallara en una explosión de colores y mariposas.

En realidad no le gustaba mucho el helado, pero era capaz de fingir para tener esos momentos a solas con Draco, donde sabía que Él era su centro de atención.

Le gustaba.

Le gustaba sentirse recordado, querido.

Y más si ese cariño y atenciones venían por parte del rubio de ojos grises.

Si, era bastante dramático. Pero él no era capaz de renunciar a sus sentimientos.

Tenía más que claro que sus posibilidades con su mejor amigo eran nulas, pero no se iba a rendir.

De ninguna manera pensaba abandonar al dueño de sus suspiros y la inspiración de sus cartas.

--vamos a caminar, ¿qué te parece?-- dijo después de recibir el helado de chocolate que le había tendido la heladera.

--de acuerdo-- esbozó una sonrisa nuevamente llenando de calidez el pecho del rubio.

Si bien es cierto Harry era alguien dulce y risueño.

Pero Draco se sentía afortunado de ser testigo de sus sonrisas más cálidas y sinceras.

Hinchaba su orgullo saber que esas sonrisas eran especialmente para él.

Harry lo hacía peculiarmente feliz
Y él esperaba con todas sus fuerzas poder hacer feliz a Harry.

Heather - DrarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora