Epílogo

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Habían pasado exactamente 3 años desde aquel día.

Draco no había dejado de ir a visitarlo constantemente.

Incluso había plantado un jardín al rededor del trozo de tierra que le correspondía, este estaba florecido en todo su esplendor.

Margaritas, esas con las que solía trenzar las coronas que Harry colocaba en su cabeza.

Draco se habia ido de su casa para mudarse a un apartamento cerca de el cementerio.

Había salido del colegio.

A pesar de que le faltaba un año de estudio había sido sencillo conseguir trabajo en una cafetería con la ayuda de su padre.

Draco había cambiado totalmente. Ya no le gustaba ser el centro de atención. Era más retraído, observador. Más tímido.

Incluso su apariencia había cambiado.
Sus atléticos músculos se habían ido. Remplazando su cuerpo torneado por uno ligeramente más descuidado.

Su cabello que solía ir peinado, ahora estaba completamente desordenado y sobresalía en picos por su cabeza.

Llevaba la barba desaliñada, los ojos hundidos y carentes de brillo.

Había remplazado las fiestas y los bailes por un trabajo tranquilo, y un apartamento abandonado, donde ocasionalmente recibía visitas de su familia.

Estaba acabado.

Fue hasta que un día, se encontró con un joven que lo observaba curioso desde una de las mesas del fondo del local

Tez bronceada; ojos ambar, cabello azabache tupido al igual que sus pestañas.

No le apartaba la mirada de encima, y eso le incomodaba.

A pesar de todo no podía dejar de pensar en la familiaridad del joven. Alguna vez lo había visto, pero no recordaba donde.

Sin embargo no preguntaría. Porque lo que menos necesitaba ahora era alguien para hablar.

O al menos eso creía.

Se volteó nuevamente a la barra para servir un capuchino que iba dirigido solo a una cuantas mesas de distancia del morocho.

Y fue ahí cuando el aprovecho para hablarle.

--¡¡Draco!!

¿Quién era el y como demonios sabía su nombre?

Alzo una ceja en su dirección, pero no se acercó. Por el contrario regresó a la barra, pero esta vez con el morocho pisándole los talones.

--¡¡Draco!!

--¿qué se te ofrece?

--¿qué?, ¿no te acuerdas de mi?

--eres?

--Blaise

--ahh Blaise.....definitivamente no me acuerdo de ti. Y si me disculpas tengo trabajo-- dijo volteandose nuevamente para recoger el plato de huevos con tocino que iba a la mesa 6.

--vamos no seas aguafiestas. Ven aquí necesito hablar contigo

--no te conozco y no tengo nada de que hablarte

--sé que si, vamos

--largo antes de que avise al gerente-- lanzó como última advertencia.

--de acuerdo --se retiró pero antes deslizo una pequeña nota en papel lila.

"Te espero en el cementerio a las 6:00pm, tú sabes donde"

No sabía quién era, pero sin embargo todo aquello lo embargó en extrema curiosidad

Y allí estaba junto a la lápida de Harry.

Usando un hoddie gris que cubría su cabeza mientras jugaba con la tierra al rededor de las flores.

--crei que no vendrías-- dijo el morocho dándole una mirada nostálgica a la escena.

Alzo la vista para encontrarse nuevamente con el chico de ojos ámbar, pero esta vez estaba acompañado de alguien que si conocía

Allí estaba Heather.

Heather - DrarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora