Extra

985 116 40
                                    

Final alternativo

Ese día Draco estaba decidido.

Iba a buscar a Harry, le iba a pedir perdón, lo iba a abrazar e incluso le iba a decir que lo quería. Que lo amaba.

Pero que su cobardía no lo había dejado expresar sus sentimientos.

Estaba emocionado, y bastante
nervioso.

Quería verlo a los ojos, acunar su rostro
Tocar sus hoyuelos y cicatrizar con besos las heridas de su corazón.

Quería amarlo

Se sentía valiente. Sabía lo que quería y Heather había sido pieza clave en abrirle los ojos.

Se habia levantado bastante temprano ese día. Incluso habia hecho una carta para entregarle por si no podía hablar.

Esta estaba en un sobre color rosa pastel, que le recordaba al carmín de sus mejillas.

En el camino al colegio. Había recogido florecitas de colores que encontraba en jardines vecinos.

Y hasta le había comprado una barra de su chocolate favorito.

Después de que se habían distanciado, había sabido por boca de algunos que Harry llegaba temprano. Cuando no había nadie.

Así que decidió hacerlo tambien. Con la esperanza de verlo, y tener un rato de privacidad para hablarle.

Incluso había planteado invitarlo a un picnic al día siguiente para pedirle que fuese su novio. Estaba seguro que lo amaba, y no esperaba menos de Harry.

Que para su desgracia, siempre se había encargado de ser obvio con sus sentimientos, y eso solo repicaba en la conciencia de Draco de manera dolorosa y constante.

Cruzó el umbral y camino por el pasillo decidido a encontrarse con Él.

Y lo vio, sentado fuera del salón de clase con los ojos cerrados y los auriculares puestos.

Al estar cerca Draco se percató de sus ojeras y su aspecto desaliñado.

Ese definitivamente no era su Harry, el chico dulce y hermoso del que se estaba enamorando.

Se acercó sigiloso evitando perturbar la creciente "paz" del azabache, y lo tomó suavemente por los hombros para llamar su atención.

El ojiverde abrió los ojos, e inmediatamente se le nublaron por las lágrimas.

Draco, su Draco.

El estaba allí.

Draco lo tomó y lo presionó contra su pecho, intentando infundir en el la mayor calma posible, acariciando su cabeza, y bajando por su columna, mientras Harry se deshacía en sollozos bajo su toque delicado.

--Harry. yo lo....lo lamento tanto-- sus emociones lo traicionaron y de inmediato se unió al ojiverde en las lágrimas --te quiero, no sabes cuanto--

Harry alzo lentamente la cabeza que reposaba en el hombro de Draco y lo miró con confusión.

El lo quería, y se lo había dicho.

No es que nunca se lo hubiese dicho, de hecho lo había hecho bastante a menudo, tanto así que Harry ya pensaba que lo decía por costumbre. Sin embargo esta vez se sentía diferente, era diferente.

--¿D-Dray?, y-yo tam-bien te quiero--

--lo sé Harry. y no te merezco, no merezco que me quieras porque eres simplemente perfecto y mereces mucho más que yo. O lo poco que pueda ofrecer.--

--pero te quiero a ti Draco, ¿no lo ves?--
se aferró con fuerza al rubio en un intento por meterlo en su corazón

--si tan solo me vieras como yo te veo, te amarías tanto como yo lo hago--

Draco, que hacía ya varios días se estaba replanteando su vida y preguntándose qué es lo que en realidad quería, había dejado atrás sus inhibiciones, y había hecho un basto espacio para su pequeño chico de ojos verdes.

Definitivamente tomaría todo lo que este estuviese dispuesto a entregar.
Y le daría todo el amor que tuviese, aún si eso significase sacrificarse, ¿de eso se trata no?, dejar los miedos, y arriesgarse para conseguir lo que se quiere.

Harry quería a Draco, y Draco quería a Harry

El rubio, que se encontraba agachado a la altura de Harry, fue subiendo delicadamente sus manos para tomar sus mejillas sonrosadas, y echando un último vistazo a sus ojos jade, lo tomó en un beso, uno que había anhelado sin siquiera saberlo.

Harry por el contrario era una explosión de emociones, y definitivamente nervios
¿Que significado tenía todo aquello?¿Draco también lo quería?¿lucharía por él?

Definitivamente lo quería, y durase mucho o poco. Para el sería suficiente saber que logró obtener un espacio especial en el corazón de su hermoso chico de ojos plata.

Separando sus labios, pero juntando sus frentes y acompasando sus respiraciones, y los latidos desenfrenados de sus corazones.
No necesitaron de más palabras, ya que sus miradas hablaban solas, se observaron el uno al otro como si fuesen lo más hermoso y quizá lo único bueno en la vida.

A partir de allí, no estarían solos


Heather - DrarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora