⚕︎Prólogo⚕︎

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Cristal

Me encontraba escuchando música, en las gradas del nuevo colegio en donde estudió; arreglo mi mochila respiratoria, que en verdad solo se trata de una mochila grande, color negro, que por dentro se encuentra, aquel aparato que me ayuda a respirar, pues mis pulmones se encuentran de la mierda; reviso que todo este bien y en orden, y la vuelvo a cerrar. Sigo tranquila hasta que hasta que mis fosas nasales captan el olor tan desagradable de lo que al parecer es un cigarro; lo sé porque mi tío paterno, es un experto en cigarros.

Meneo mi mano enfrente de mí, tratando de que aquel olor tan desagradable se esfume, sin embargo, cada vez el olor se hacía mucho más fuerte. Molesta empiezo a observar a mis alrededores, y encuentro a un chico, aproximadamente de mi misma edad, es alto, cabello castaño claro, de tez blanca, su vestimenta era todo negro.

Aclaró mi garganta intentando llamar su atención pero fue en vano ¿Acaso no escucha? — Disculpa, podrías ir a fumar a otro lado — mencioné con delicadeza.

Antes de responderme, le dio una calada profunda a su cigarrillo y lo expulsó dirigiendo su mirada hacía mí:

— ¿Tú compraste las gradas de este colegio? — pregunto viéndome.

— No — respondí confundida ante su pregunta.

— Entonces no me jodas — respondió malhumorado, y volviendo su vista hacía el frente.

— Que grosero que eres — comentó furiosa ante su reacción tan irrespetuosa.

— Oh, lo siento — dijo fingiendo arrepentimiento y llevando su mano hacía su pecho — ¿deseas fumar conmigo? Cuidado que los cigarrillos pueden joderte los pulmones.

Lo fulmino con la mirada mientras agarro mi mochila negra, bajó las escaleras furiosa ante su reacción tan inmadura.

— ¡Ey, niñita, que era broma joder! — gritó entre risas. Furiosa volteó y le saco el dedo medio — ¡Uy, que grosera!.

¿Qué le pasa a la gente? ¿Por qué no tiene un poco de empatía?

Cristal BeekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora