Lo sé, sus caras dicen más de lo que ellos quieren expresar, sobre todo la de Naruto. No hay sonrisa más sincera que la que le dedica a Sasuke, cuando regresa de sus misiones. Pero es mejor siquiera mencionar algo al respecto, demasiado problemático tratar con el asunto. Tampoco me incumbe.
Si el Hokage quiere mantenerlo en secreto, quién soy yo para juzgar...
Ciertamente es un tema delicado, sobre todo porque ambos tienen su vida hecha con otras personas, aún así, esos sentimientos sobresalen si eres lo suficientemente perceptivo para verlos. Y vaya que lo soy, desgraciadamente no se me escapa nada.
—Me voy entonces— le digo a Naruto. Ni siquiera le hago el comentario de que hace tres días que no vuelve a su casa. Si el Uchiha está aquí, no hay forma de que lo haga.
—Saluda a Temari, nos vemos mañana— responde y yo asiento, para después cerrar la puerta.
Sé que no está bien lo que voy a hacer, pero hasta los más inteligentes caen presas del deseo y sobre todo de la curiosidad. Cuando salgo del edificio, trepo hasta el arce que crece cerca de la ventana de su oficina y me escondo en la oscuridad. Desde aquel día que los escuché detrás de la puerta, es así. Poco más de un año, cuatrocientos cinco días, para ser exactos. Y no voy a mentir diciendo que solo lo hago por su seguridad ¡Vaya estupidez! Creo que Naruto, aún después de todo lo que pasó, no estará tan seguro con nadie, como con Sasuke. Simplemente es morbo, sí, lo admito, eso es lo que me impulsa a hacer ésta locura.
Hablan de algo, la lejanía no me deja escuchar, pero sé que no tiene nada que ver con las misiones, porque inmediatamente después de que Naruto se pone de pie, camina hasta Sasuke y se besan. Ese acto no dura mucho, porque mientras sus manos buscan con desespero quitar su capa; esos besos bajan a su cuello, mientras el Uchiha enreda los dedos en su cabello rubio.
Solo se detienen un momento y él apaga la luz de la oficina, pero en la noche clara, se puede ver aún el interior.
Mientras se desnudan saco un cigarrillo, no soy idiota como para encenderlo y mostrarle Sasuke mi ubicación, pero tenerlo en los labios calma mi nerviosismo. Sonrío al ver que Naruto le da la vuelta y presiona su torso contra el escritorio, con su mano recorre sus piernas y luego comienza a dilatarlo con los dedos. Me pregunto donde habrá aprendido eso, no creo que haya estado con otro hombre a parte de Sasuke, así que debe haber sido a prueba y error; lo que inmediatamente me hace pensar en cuántas veces han follado, o desde cuándo.
Con mucha lentitud lo penetra, el gesto adolorido de Sasuke me hace sonreír. Ya no tiene esa cara estirada de siempre, con él, cuando están a solas, nunca la tiene. Sus embestidas son lentas, tomándose el tiempo de acariciar su espalda. Cuando de la boca del Uchiha escapa un gemido, Naruto acelera y éste levanta su torso y lo pega a su pecho.
Nanadaime rodea su cuello con la mano, mientras acerca la boca a su oído. Pienso que solo lo está besando, pero luego Sasuke asiente; al parecer le dijo o preguntó alguna cosa personal, porque sus caricias se hicieron más sentidas a partir de eso. Incluso yo, lo noto desde lejos.
Maldito Naruto, no puedo evitar resoplar al pensar en su relación con Hinata, tan casta. Míralo ahora, todo un seductor, apropiándose del cuerpo de Sasuke con sus manos, tocando cada tramo de él. Masturba su erección, obligándolo a inclinar su cabeza hacia atrás, y no tarda mucho para que se corra sobre los documentos que dejé en la tarde.
Definitivamente no voy a tocar eso.
Mentiría si dijera que no me excita, ya siento que mis pantalones me aprietan y acomodo mi erección con la mano. No soy gay, vamos, amo demasiado a mi esposa y no hay nada como estar sumergido entre esas piernas que me vuelven loco; pero al ver a dos personas amarse de esa manera, es natural que el cuerpo responda.
Cada quien con lo suyo.
Ambos recogen su ropa del suelo y comienzan a vestirse. Sasuke le da la espalda, y justo cuando estoy por bajar del árbol, Naruto toma su mano y lo hace voltear. Par de tontos que siempre terminan igual, se comen vivos para después permanecer abrazados por quién sabe cuánto tiempo. Lo siento mi amigo, pero no quisiera estar en tu lugar. Vivir en la falsedad cuando la persona que amas te corresponde y está tan cerca, es una puta mierda.
Quizás debería planificar alguna "misión" para los dos. Sé que a Naruto le encantará la idea... También a Sasuke, sí, porque solamente lo he visto llorar cada vez que éstos encuentros llegan a su final; cuando el Hokage limpia sus lágrimas y le da ese beso de despedida, antes de quedarse nuevamente solo en su oficina y golpear su escritorio por la impotencia.
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