Tenebris
La pelirroja estaba sentada junto con su pequeña valija y portaba unos aretes con dije de pájaro, no lo habría notado si el niño no los hubiera mencionado, la niña se aproximo a mi y me abrazo, rodeo sus brazos en mi cintura y se aferro a mi, yo era muchísimo más alto que ella, era raro que alguien hiciera lo que ella estaba haciendo en el complejo la máxima interacción que tenían conmigo era una respuesta con señas, los intimidaba a algunos en cierta forma, "El soldado del invierno ".
-Vamos- dije sin siquiera mirarla, otro agente la ayudo con sus cosas mientras nos dirigíamos al automóvil, no se que ocurría por la cabeza de ella, en su mirada se notaba que no estaba bien, pero ocultaba su dolor, no hablo en todo el camino
Bajamos aproximadamente después de media hora, era una avenida algo solitaria y era de noche, el agente bajo sus maletas y yo decidí acompañarla hasta unas banquetas
-¿Me dejaras aquí como si nada ?- me pregunto mirándome directo a los ojos, como si buscará la compasión en mi
-Si, ahora estas por tu cuenta- le respondí y saque uno de mis cuchillos- con esto estarás a salvo - se lo extendí pero ella lo tomo y lanzó lejos- no quiero nada que provenga de ti, si quieres irte lárgate de una vez- me alzo la voz, no supe como reaccionar, era una niña malcriada y demasiado engreída, suspire y me di media vuelta- te odio- soltó y sentí el impacto de un objeto contra mi espalda, me había lanzado su pequeña valija , no me di la vuelta y seguí con mi camino, el automóvil ya se había marchado yo regresaría por mi cuenta.
Fui a el restaurante más cercano y que estuviera abierto a esas horas, necesitaba un trago, estuve un rato ahí tranquilo, hasta que salí, escuché ruido cerca y vi a unos hombres forcejear con alguien y note la valija de la niña intentando ser quitada por otro hombre, niña tonta, ahora en que te metiste, no eres mi problema.
Pase por aquel callejón y tenía razón, era la pelirroja, se rehusaba a dejar sus cosas, los otros hombres estaban armados y ella estaba sola sin nada, defendiéndose como podía patadas y golpes inefectivos, eran seis contra la niña, no era mi problema.
Sentí que algo se cayo, era el relicario, dude en levantarlo pero lo hice, "cuídare a la niña" mis palabras por primera vez podrían tener alguna especie de valor, hasta muerto el niño era insoportable, la niña mi responsabilidad, suspire y me di media vuelta para volver por ella.
En aquel callejón los hombres no solo tenían las ganas de arrebatarle sus cosas, sino que querían algo más
-Déjenla- dije sin siquiera sacar mis manos del bolsillo
Los hombres ni se inmutaron por mis palabras, hasta que fue demasiado tarde los seis yacian muertos, recogi su valija y le ofreci mi mano para que la niña se levantara
-Pododria estar peleando con ellos todo el día- se quejo pero finalmente acepto tomar mi mano para ayudarla
Aquello me hizo doler la cabeza, era como si ya hubiera escuchado eso antes
-No busco cariño, amistad, orgullo o sentimentalismo, así que tampoco lo espero de ti, quiero que lo tengas claro si es que vas a estar a mi cargo- la chica asintió- no estarás sin hacer nada, te entrenare más y me acompañaras en batalla y nunca me contradigas- añadí y ella asintió nuevamente- Volvamos entonces- dije y me coloque el relicario, el objeto que demostraba que mi palabra empezaba a tomar cierto valor
Al llegar al complejo tuve que explicar porque volví con aquella niña, tuve que mentir, les dije que seria la mejor arma, una niña no parecía representar un miedo para alguien pero con un buen entrenamiento podría ser la mejor arma de guerra, aceptaron, la pusieron a mi cargo y así empezó todo
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Tenebris y el soldado del invierno| Bucky Barnes / Soldado del Invierno
Fanfiction-𝕰lla era como el fuego más ardiente, pues derritió al soldado y fundió su corazón de invierno, quien diría que aquella chica de cabellera carmesí sería la debilidad del más cruel soldado, lo único que le generaba un sentimiento, el de tenerla a sa...