》 5. Llámalo, Ochako 《

272 41 8
                                    


—Y chicas no saben lo bien que se sintió hablar con él. Fue como si el mismo universo me lo estuviese pidiendo –relata, mientras van saliendo de aquella discoteca y la música deja de estar taladrando su cerebro y sólo es ruido que se camufla con el ruido de los autos-. De verdad que me gustó mucho.

— ¿La plática o el chico? –inquiere Jiro en broma, con aquel tono pícaro y chancero que solía poner para molestarla-. Aunque siento que la segunda opción es la más acertada.

—Vinimos para celebrar la soltería de Toru y terminamos en la noticia que Ochako está a punto de entrar en una relación –dice Mina, sosteniendo por el brazo a Hakagure, la cual, no parecía estar muy bien-. Es mejor parar un momento, chicas, Toru parece con ganas de vomitar –avisa, haciendo que las demás asientan rápidamente y tomen asiento en el primer banco que vieron. Lo bueno es que estaban en la parada de autobuses.

—Chicas, de verdad, estoy bien –desistía la muchacha, recostándose en el respaldar mientras cerraba los ojos, sinceramente no se sentía bien, pero preocupar a sus amigas era algo que no les gustaba-. Puedo seguir hasta el departamento, de verdad –insiste.

— ¿Y vomitar al taxista? –Opina Tsuyu, mientras de su bolso sacaba una tableta con pastillas-. Ten, a lo mejor y te alivian –ofrece, sacando una y pasándoselo a Mina que la recibió.

—Yo iré a comprar un poco de agua –avisa Momo, Jiro dice que la acompañe y ambas van rápidamente a la primera tienda que vean cerca.

— ¿Y era guapo, Ochako? –inquiere Mina, dándole leves palmadas en la espalda a Toru en la espalda a modo de alivio. Ochako asiente como respuesta-. ¿Qué tanto?

—Sabes que no me gusta clasificar a la gente, Mina –excusa, tomando asiento en aquella banca, alejándose un poco de Toru por si ésta quería devolver lo que había bebido esa noche-, pero era realmente guapo.

—Me alegra que conocieras un chico que te gustara, Ochako-chan –Tsuyu sonríe, parada a su lado, Ochako le hace un espacio y toma asiento-, sólo espero que no sea un idiota –opina, y Ochako asiente de nuevo, ella también lo esperaba.

Después de todo, tuvo una conversación de sólo unas horas con Bakugo, y aunque no lo vio como una mala persona –sólo un chico grosero y cortante al hablar-, nunca se sabía si esa era una fachada o no. Tal vez y se estaba arriesgando mucho, tirándose en un hoyo del cual no sepa cómo salir, o simplemente estaría todo bien y Bakugo es sólo un chico grosero pero realmente bueno. Sólo el tiempo lo diría.

Momo y Jiro vuelven a los pocos minutos, con varias botellas de agua no sólo para Toru y las demás le agradecen por aquello. Antes de poder tomarse la pastilla –y como Mina había supuesto-, Hakagure vomita, sino fuera por aquel balde que Tsuyu encontró cerca de aquel bote de basura, ahora mismo la calle tendría la demostración de lo débil que era la chica con el alcohol. Igual luego de sacar todo de su estómago y tomarse la pastilla, pudo quedarse más tranquila.

— ¿Y no te dio algo más, Ochako? –Pregunta Momo, habían decidido quedarse un rato más por si Toru devolvía todo de nuevo-. Ya sabes, un número, una tarjeta, su Facebook.

— ¿Una tarjeta? –ironiza Jiro-, es un programador, no un empresario.

—Me dio su número –contesta Ochako, sacando su teléfono y poniendo los contactos, buscando el nombre del chico-. ¿Ven? –enseñándole.

— ¿Y si lo llamas, Ochako? –propone Mina.

—Mina, mira la hora, ¿cómo le vas a pedir eso? –dice Jiro.

—Jiro, ¿crees que si un chico le da el número a una chica es para que lo llame mañana? –Pregunta-, mi niña, eso es para ese mismo día hacerlo.

¡𝕆𝕐𝔼, 𝔹𝔸𝕂𝕌𝔾𝕆!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora