Capitulo 14 - Confesiones.

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Personajes utilizados en esta historia no me pertenecen, créditos a sus respectivos creadores.

El viento nocturno golpeaba intensamente, el amanecer teñía de azul el despejado cielo en la lejanía, las estrellas eran tan claras como si sobre ellos tuviesen el estanque más cristalino y la hierba se mecía de un lado a otro como aquella manta que les cubría.

-se siente frío y a la vez cálido- su voz se escuchó serena y frágil en el pecho del saiyajin, ahora ya no era un mandamiento, no era una sierva ni un arma militar, era una demonio libre que no tiene que rendir cuentas a nadie, podría decirse que al fin podría respirar tranquilamente en las noches, sin sentirse preocupada por el futuro venidero.

-quieres que regresemos a casa?.- preguntó a la chica que descansaba en su regazo y reposaba en sus brazos. Ella en realidad era bella, no sabía cómo pudo haberse encontrado con alguien así, no supo en qué momento su vida empezó a necesitar de esa mujer, pero algo era seguro. Esto que sentía no podía compararse a nada que antes hubiese podido experimentar.

Era verdad que llegó a querer a milk, pero la razón de no sentirse como ahora tal vez era simplemente porque no maduró lo suficiente aquellos sentimientos, no habría por qué culparlo si antepuso muchas cosas antes que darle importancia a lo que su mujer sentía por él o lo que él en realidad sentía, después de todo necesitó de ocho años, ocho largos años de completa soledad para al fin poder comprender su situación y las confusiones en las que estaba sumergido antes de que la demonio llegase a su vida.

-no, quiero estar así contigo más tiempo.- muchos dirán que la diablesa era egoísta la mayoría de las veces, pero en estos casos no podría reprochársele algo, después de todo su vida depende enteramente de la Victoria de Meliodas y, aunque no era así era verdad que no desaparecería tal cual como se la conoce, no volvería a ser nunca la bella dama que se enamoró de Gokú.

Y por eso mismo las dudas nacían una y otra vez, porque ella había sacrificado tanto por él que, a este punto decir que lo que Gokú había hecho no era suficiente para compensar sus pérdidas era considerablemente verdad, o al menos así es como él lo veía. Le costó tiempo pero al fin comprendió que el puesto que Meláscula ocupaba era el que aspira cualquier mujer cuando se enamora de alguien, habrían compartido tanto que pensar que eran amigos se quedaba muy corto, así que debía corresponderle como ella quería y también en el fondo él lo deseaba.

-yo...- balbuceó ordenando sus pensamientos, ella pareció intrigada por el repentino comentario que surgió y le prestó atención. -yo tuve a alguien muy importante en mi vida.- comenzó a seguir y guió su mirada al cielo para aclarar sus pensamientos.
-hice muchas cosas, la mayoría de ellas no tan buenas y de las cuales pude ganarme su odio, pero al final siento que me perdonaba por cada falta que le hice, a ella, a mi familia y a mis amigos.- al final de manera indirecta una clara vista al pasado se le era entregada a la ex mandamiento que atenta le escuchaba, sintió que su corazón palpitaba con fuerza con cada palabra que percibía.

-tal vez le hice tanto daño que llegó a la conclusión de que tal vez yo no valía la pena, fue entonces cuando me dí cuenta que sin ella estaba solo, conseguir fuerza y las batallas perdieron interés con el tiempo, alguien me dijo que podría volverla a ver, a ella, a mi familia, a mis amigos... Pero ¿de qué sirve si para ellos tal vez es mejor tenerme alejado?.- una pausa con un silencio extenso se presentó, Meláscula comprendió que no era la primera en la vida del hombre y eso le angustió, tal vez no era suficiente o él seguía pensando en esa persona, pero no era así y solo debía escucharle para olvidar esos temores.

-si bien no puedo ser perdonado, trataré de ser mejor persona, trataré de ser alguien mejor para Meláscula-chan, porque a ella es a quien quiero ahora.- cuando dijo eso todo dejó de importar y sintió que aunque no pudiese ver la luz, esta misma le invadió, la calidéz le consumió y antes de poder respirar, las lágrimas de la demonio se deslizaban por sus enrojecidas mejillas, oscuras como la tinta de una pluma.

Amor Entre Mundos DistintosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora