Portada creada por Vell.
El infierno no es nada comparado con la vida. Las humillaciones, las burlas y el desprecio de la gente es la única cosa que conosco. Todos me llaman monstruo, engendro, bestia, animal pero más allá de eso soy igual a ellos...
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"En la oscura noche mi alma como un fantasma navega entre las sombras, no se si te buscaba o si nos buscabamos solo se que en una oscura noche nos encontramos"
⭐⭐⭐
Era una noche de Octubre y faltaba media hora para las once y por más que lo intentaba el joven Saint no podia dormir.
Había intentado seguir los consejos de su viejo mayordomo Stefan pero como cada noche todo era en vano.
Cansado de la exasperante situación se levanto y se vistio.
Hacia mucho frío pero Saint que ya estaba fuera de casa no quiso volver por su abrigo y cuando iba alejarse un poco más una calidez cayo sobre sus hombros.
- Joven Saint ¿cuántas veces debo decirle que no debe salir de casa sin su abrigo? Usted podria enfermarse.
- Stefan acaso no sabes que si me enfermara y muriera yo seria muy feliz porque así podria estar con mis padres - el mayordomo lo miró con tristeza.
- Joven amo por favor - el castaño sonrió con burla.
- Ya Stefan, no me compadezcas sabes como soy no pongas esa cara y mejor acompañame a dar una vuelta. Albert me dijo que la feria esta en el pueblo. Vayamos a ver si hay algo interesante para matar mi aburrimiento - el anciano asintio y ambos se dirigieron a ese lugar.
Caminaron hasta una pequeña plaza donde mucha gente estaba reunida Saint comenzó a observar todo y solo se lleno de disgusto.
"Todo se ve tan viejo y sin gracia"
"¿A esto le llaman feria?"
"Yo le llamo basurero, esto no es más que un viejo y mugriento circo"
Pensó con arrogancia estaba a punto de decirle a su sirviente que se fueran cuando escucho gritos aterradores que venian de un grupo de chicos que salian corriendo.
La multitud les abria paso mientras los miraban con curiosidad.
- ¿Qué les sucede? - preguntó un hombre?
Los chicos se miraron entre ellos y Saint que estaba algo intrigado mando a Stefan a comprar una manzana acaramelada para poder escuchar la conversación.
- ¡Es un engendro, es horrible! ¡No hay palabras en el mundo para describir lo aterradora que es esa cosa! ¡Simplemente es un maldito monstruo! - gritaron los chicos que parecian histéricos.
