𝟏.𝟎𝟒

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C A P I T U L O  4

04. 𝙇𝙖 𝙥𝙧𝙞𝙢𝙖 𝘾𝙝𝙖𝙗𝙚𝙡𝙖

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—  Habré la maldita puerta de una vez — exigió la rubia.

— Podría hacerlo si no siguieras gritándome en el oído —  respondió exaltado el humano.

De un rápido movimiento Charlotte logro quitarle las llaves a Stiles y abre la puerta.

— Esperamos aquí a Scott, nos sentaremos con tranquilidad y no llamaremos ni hablaremos con nadie — habló Stilinski entrando al lugar como si fuera su casa.

— ¿Te hablo a ti? — preguntó mini Derek.

— No.

— ¿Le puedo hablar a ella?

— No.

— ¿Quién hablara con el?

El padre de Scott estaba parado enfrente de ellos con una bolsa de comida china en las manos.

— ¿Está más alto? — preguntó el humano asustado.

— ¿Que hacen aquí?

— Esperamos a Scott — contestó Derek con normalidad.

— Si, yo también. Se supone que íbamos a cenar — respondió levantado la bolsa de comida — Traje de más, ¿Quieren cenar?

— Si — respondieran al mismo tiempo la rubia y el pelinegro.

— No — se adelanta el humano — Y tu ya comiste — acusó a la rubia.

— Una caja de galletas, con eso no se llena.

— Tenemos mucha hambre

— Ninguno tiene hambre, pero gracias de todas formas.

— Si no tienes hambre, Stiles, tus amigos pueden comer con nosotros igual. ¿Cómo dicen que se llaman?

— Chabela y Miguel — se apresura a contestar Stiles — Son mis primos, vienen de México

Oh, ¿ustedes nacieron en México? — preguntó el señor McCall en español.

— Mierda — susurra el humano.

No, solo pasamos mucho tiempo por allá — responde Derek en un perfecto español, siguiéndole el juego a Stiles.

La mirada del hombre enfrente de ellos se dirige a la rubia, que parecía totalmente desconcentrada por la situación.

Tacos ricos — pronuncia la chica, igual en español.

— Fantástico! ¿Rollito de primavera?

— Claro

— ¿Arroz frito con camarones o con cerdo?

— Con camarones — responden al mismo el tiempo los Hale.

— Genial... ¡Arrolladitos! — exclama el humano por lo bajo nervioso por la situación.

Los minutos pasaban y el silencio incómodo se hacia cada vez más presente, mientras que la rubia y el pelinegro devoraban la comida, el castaño intentaba contactar a Scott.

— Entonces, chicos. ¿Cuál es su apellido? — pregunto el señor McCall curioso.

— Juárez... Cinqua Tiago — contesta rápidamente el humano.

𝙏𝙃𝙀 𝙏𝙍𝙐𝙀 ▱ 𝙹𝙾𝚁𝙳𝙰𝙽 𝙿𝙰𝚁𝚁𝙸𝚂𝙷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora