Las nubes son tan malas

Relato 25

-¡Váyanse y no volteen para atrás! - Kakashi era un tipo que les ha mostrado su etapa floja, sus ojos muertos y aburridos....pero ahora era diferente y Kyoko comprendia esa situación del canon cuando vieron el potencial de su maestro.

Tiene miedo ...siente el terror de la pérdida de control de una simple misión de escolta clase C, escucha el chillido de los clientes a sus espaldas y no puede moverse.

-¡Kyoko reacciona! -no sabe porque el jounin tiene mucha fe en ella, pero con un simple movimiento hace una pared de hielo para arrastrar a sus compañeros fuera.

-¡N-no podemos dejar a sensei ahí! - Yukio parpadeo enojado por ser arrastrado.

-No podemos hacer nada...seremos un estorbo y su enemigo es un Jounin - espeto la chica intentando controlar la histeria -¿Nagisa? -

-Hay que sacar a los clientes -miró el de lentes a dos hombres civiles altos, no sabe que tipo de negocios turbios tienen pero espera de todo corazón que solo ese hombre que se ha quedado peleando con su maestro sea el único enemigo, traga grueso por la posibilidad y tiene miedo.

-Si -

-¡Pero Sensei! - Tanaka era el más renuente de dejar a un lado al mayor, pero un estruendo en el fondo del paisaje selvático le hizo denotar que por algo es Jounin.

-Hay que confiar en el... -afirmó la chica con un titubeo, teme que esto se salga de control, que termine peor que arrebatar el maestro del equipo de Oro -hay que enfocarnos, estar alertas y seguir el rumbo -

-¿¡A donde vamos?! -los negociantes vieron con horror la pelea, acurrucados en medio de ellos no acostumbrados a los ruidos típicos de kunai volando y técnicas de alto nivel.

No es que ellos lo esten, pero son shinobis, aprendices y han estudiado tanto las reacciones en tiempo de crisis, controlarlas de tal manera que muestres su seguridad.

-A un lugar lejos de la pelea -afirmó la niña mirando a los dos chicos -Yukio...Nagisa ...cuento con ustedes - siguieron el rumbo entre las piedras mohosas, se escucha un río no muy lejos....sus corazones están angustiados, quiere gritar muchas cosas pero Kyoko se mantiene controlada.

El silencio es tenso solo en el fondo escuchando los sollozos de los civiles.

Odia estar en medio de estas situaciones cuando pensó que no le pasaría esto, fue cuando de la nada sintio una oleada de instinto asesino, Yukio cayó de rodilla mientras Nagisa solto un chillido.

Los clientes inconscientes.

-Pero que tenemos aquí ...tres mocosos amantes de las hojas - una voz resonó saliendo de su espalda con ojos venenosos a cada uno, su apariencia era torcida con un mentón enorme ...pudo ver una banda igual de rasgada ...un desertor.

-Mmmm...son genin - con un puchero uno salió a su costado mirando con decepción -aunque la niña ...no se ve tan mal - con sus ojos secos le dio una barrida tensandola.

-¡Dejenla en paz! - Nagisa estaba ya enfrente de ella con un gesto pálido y una mirada dudosa.

-Si..imbéciles ...¡Dejenla! -Yukio se repuso rápidamente tragando grueso...sin embargo Kyoko fue testigo de la brutalidad que shinobis enemigos pueden tener, ya que en un borrón vio pasar los cuerpos de sus amigos al ser despididos como moscas insignificantes.

Parpadeo ante la velocidad girando a duras penas donde sus amigos yacían ...no se levantaban ..-¡Chicos! - grito pero algo le alzó del cabello alzandola unos centímetros...puede sentir el olfato fétido del hombre que la mira con insana curiosidad.

-Su piel se ve linda ...¿será igual si la toco? -

-No te quedes con todo el botín -el otro sonrió viéndola igual manera con ansiedad de otra cosa que no quiere imaginar, ¿venían por los clientes? ¿porque estaban aqui?, eran preguntas que divagaba en su mente la Nara, sin embargo pateó fuerte hacia el tipo que la solto de mala gana.