Relato 5

771 117 17
                                    

Shikaku suspiro mirando las notas en su escritorio, como todo un informe bien redactado pidió a su amigo darle un análisis profundo para sondear la inteligencia de la niña.

Algo normal dentro del clan Nara como parte de algún procedimiento para reconocerla, mordió sus labios recargando se en la silla con suavidad ante su aguda mirada alrededor.

Los ancianos de su clan están molestos, sobretodo por la rareza de que dentro de la estirpe principal nazca una niña, una novedad que no quiere mencionar y que sabe será parte de la discusión esta tarde.

-¿Shikaku-sama? -Suzaku tocó la puerta de su oficina con calma - la reunión de los ancianos está esperando - dijo con franqueza notando el bufar cansado de su líder.

-¿No pueden esperar más? - se quejo al tomar las notas y cada cosa que puede servir para esta ocasión, odia lo mucho que esta repercutiendo esta nueva adició, sin embargo es el pago por ser demasiado estupido.

Una noche le esta costando caro, aunque no le duele tanto al conocer a su hija.

Alguien muy inteligente, lo que se espera de un Nara.

-No Shikaku-Sama - sonrió de medio lado el hombre viendolo directamente a los ojos - todo saldrá bien -

-Eres muy optimista Su-kun - suspiro tomando el mote con tranquilidad sabiendo que no eran escuchados, ambos crecieron casi juntos ...el que ahora es su compañero aunque un poco mayor ha logrado sobrellevar el trabajo de ser su mano derecha.

-Te conozco bien - lejos de la etiqueta que se espera de un subordinado el hombre contestó con un apretar de hombros - saldrás de esta ...como siempre lo haces en una mala misión -

-Esto no es una misión - torcio la boca para continuar con los pasillos, se detuvo en brevedad un poco lejos de la puerta de su recamara, solo a lo mejor esperando que Yoshino usará su espeluznante habilidad de detectar su haraganeria para salir a gritarle.

Como solía hacerlo antes de todo este desastre en cada reunión de los ancianos.

No era novedad que no lo hiciera.

-Ella lo perdonará -regresando a la tradicional manera de hablar con un superior, Suzaku intentó levantarle los ánimos, pero el simplemente derrumbó sus hombros.

-Será mejor seguir el camino ... si no Enchu usará esto de excusa para tener mi cabeza - gruñó Shikaku al recordar a ese anciano que aunque es la nueva adición de las filas hace algunos años entre los más respetables del clan.

Ha sido un dolor en el culto desde que el error Nara fue confirmado y aceptado por el, ¡una herejía! según le mencionó el bastado.

-Mmmm...- Suzaku no dijo nada enteramente de acuerdo con su comentario, el camino se hizo largo y pesado en cuanto salió de la casa principal para dirigirse a la de reuniones, que estaba pasando el enorme patio que decora su hogar ancestral.

Shikaku no quería llegar pero era parte de su deber.

Cómo uno de los clanes fundadores de la hoja, su procesos para reconocer bastardos es complicado y tradicionalista, lleno de muchas trabajos que está dispuesto a superar.

Porque no todos los Naras con aceptados en una serie de pruebas que va a tener que hacer la niña, su inteligencia, estrategia y carácter serán evaluados.

Suspiro ante esta idea que en verdad cree innecesaria, ya sabe que es su hija ...y no dejará que nadie la lance de nuevo a los lobos como ha estado viviendo desde que nació, puede que aún no sepa que es su padre, una noticia que es feliz de postegar un poco más.

Las nubes son tan malasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora