Aquellas palabras casi incomprensibles, me creaban mucha curiosidad... aunque también un poco de miedo. Aún así hice lo que ponía; la entregué. Mientras la metía en el buzón, miré hacia una ventana en la que se distinguía que estaba una luz encendida, a demás de una silueta. Parecía un chico, quieto y con pinta de estar mirándome. Ví que se le movía el brazo, como si quisiera saludarme.
Pasé de él y me di la vuelta a casa.
-¡Papaa! Ya he llegado.
-Te he dicho 100 veces que no me llames así, que me llames Pedro o, como mucho, señor.-me contestó.
-Vale, perdón.
-Bueno... ¿hiciste lo que ponía detrás de la lista?
-Sí, tranquilo; oye, ¿escribiste algo por detrás en la parte de abajo con letra pequeña?- le pregunté por curiosidad de saber lo que ponía en aquel garabato.
-Eso no es asunto tuyo.Acto seguido me fui a mi cuarto, y mientras me iba, pensaba en que con esa respuesta ya me dijo que ahí había algo... algo o malo, o muy muy secreto... que probablemente iba dirigido a la silueta de la ventana de la casa de en frente.
ESTÁS LEYENDO
La Ventana De En Frente
RomanceBea, era una chica de 25 años, adoptada, cuya vida se basa solamente en lo que le obliga a hacer su único y borde padre; Pedro. Por si el sufrimiento en casa o fuese suficiente, en la calle tampoco era lo mejor, ya que salía solo para los recados qu...