IV

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Habían pasado varios días desde el cumpleaños de Elizabeth

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Habían pasado varios días desde el cumpleaños de Elizabeth.

Hoy 20 de enero, la familia de 3 integrantes se encontraba en el comedor terminando de comer.

Anderson le estaba dando de comer papilla de mango a su pequeña, la cual aceptaba gustosa su comida, no es como si se quejara, a Lizzy le encantaba la papilla de mango.

- Les tengo una sorpresa - dijo su madre dejando su plato vacío a un lado para poder ponerse de pie y salir en dirección hacia la cocina, dejando a su esposo e hija confundidos.

Ambos se quedaron unos momentos en silencio, se voltearon a ver directo a los ojos, pero tan solo se encogieron de hombros sin saber qué hacer, y siguieron con lo suyo.

Era sorprendente la sincronía que tenían padre e hija, y es que con el tiempo Lizzy había copiado algunos de los movimientos de sus padres en especial de su papá.

Después de unos minutos, Nereida regreso al comedor donde su esposo aún alimentaba a su hija, en manos llevaba un pastel de chocolate.

- Lo prepare yo misma - dijo ella ante las miradas curiosas que le daban su esposo e hija.

- Ahm.. de acuerdo cariño, se ve delicioso - dijo Anderson algo confundido, aunque sin embargo si se le antojaba aquel pastel que su esposa había hecho.

Lizzy ladeo la cabeza hacia un lado mirando también confundida a su madre, la cual sonreía divertida.

- Y qué es lo que estamos celebrando - pregunto de repente sintiéndose nervioso de haber olvidado alguna fecha importante.
Lizzy abrió los ojos también algo nerviosa, aunque no recordaba algo importante que se celebrará justamente este día, aunque quizás luego sería un momento para recordar.

- No se preocupen aún no celebramos nada - dijo divertida al ver la confusión en su esposo e hija, los cuales suspiraron sintiéndose aliviados.

- Ya sutado mamá - sus padres rieron un poco al  escuchar como su hija suspiraba algo dramática.

Anderson algo ya más tranquilo comenzó alimentar denuevo a su hija, aunque seguía atento a su esposa.

- No celebramos nada, pero les tengo una noticia - volvió a decir mientras se sentaba a un lado de su hija, dejando a esta en medio de ambos, agarró una servilleta y limpio un poco en la barbilla de su hija,pues su padre solo la estaba alimentando y la manchaba demasiado para disgusto de lizzy, quién sonrío y le dio un beso en la mejilla a su madre la cual río un poco al ver como su esposo hacia una mueca ofendido.

- Y a mí porque no me das un besito - pregunto el ofendido con su hija, ella sonrío divertida y negó señalando su rostro.

- nsusias mucho papá - dijo ella divertida al ver como su padre resoplaba.

- Supongo que tiene que ser una buena noticia no - pregunto su padre como si no hubiera escuchado a su hija sacando leves risas de las dos mujeres.

- por supuesto - contestó ella con una sonrisa encantadora.

- Y bien cuál es esa noticia que te tiene tan feliz - pregunto con medio sonrisa Anderson.
La pequeña Lizzy asintió de acuerdo con su padre esperando aquella noticia.

- habrá un nuevo integrante en esta familia - soltó de repente Nereida, su esposo e hija la miraron con una sonrisa confundida.

- estoy embarazada - dijo rodando los ojos divertida al ver como ninguno de los dos había entendido.

Padre e hija asintieron entendiendo, y justo cuando Anderson le iba a dar otra cucharada de papilla a la pequeña, entendió verdaderamente lo que acababa de decir su esposa, y como sí le hubieran dado un golpe volteo rápidamente hacia ella la cual sonría en grande.

Al momento en que giro en estado de shock dejó caer la cuchara en la papilla de la pequeña, logrando salpicar a Lizzy en la mejilla, pero ella ni se inmutó,pues estaba igual de sorprendida mirando a su madre, ambos duraron unos segundos sin hablar ni moverse, como sí estuviesen congelados, mirando con los ojos bien abiertos a Nereida, la cual los miraba con una mueca divertida.

- És una broma porque quemé accidentalmente tu vestido rojo que compraste Navidad verdad - dijo Anderson parpadeando varias veces cuando salió del shock.

Lizzy y su madre lo miraron incrédulo, pero la mueca de Nereida câmbio rapidamente a una de enojo.

- quemaste mi vestido rojo que acabo de comprar esta Navidad - le medio grito su esposa.

Anderson rápidamente miro a su pequeña hija en busca de ayuda, al comprender mejor lo que dijo, pero al voltear a verla está solo agarró la cuchara y comenzó a comer de nuevo su papilla lentamente, ignorando la mirada de su padre, este solo bufó incrédulo para volver a ver a su esposa, la cual los fulminaba con la mirada.

- como ya dije cariño fue accidentalmente - dijo el algo nervioso.

Su esposa asintió con un bufido
- vas a tener que comprarme otro Anderson - le dijo acusadora mente recibiendo rápidos asentimientos por parte de él.

- que sean tos mami, y oto pa mi - dijo la pequeña Lizzy elevando un poco la voz, su padre volteo a verla rápidamente abriendo y cerrando la boca sorprendido.

- Lizzy tiene razón, ya oíste Anderson, serán dos vestidos y uno para ella - dijo Nereida sonriéndole orgullosa a su hija, la cual ignoraba la mirada de su padre.

- pero... De acuerdo - acepto con una mueca Anderson, al ver la mala mirada que le daba su esposa e hija.

"Traidora" pensó divertido hacia su pequeña hija, aunque por dentro se sentía sumamente orgulloso de ella.

- Hemanito mami - dijo Lizzy regresando al tema original, haciendo que sus padres sonrieran en grande.

- entonces no es una broma - pregunto Anderson con una sonrisa emocionada.

- por supuesto que no, tengo 2 semanas - volvió a decir ella igual de emocionada.

- por Merlín, otro de mis mejores días - dijo el poniéndose de pie y alzando las manos - gracias por darme un segundo hijo o hija - dijo para luego abrazar a su esposa con cuidado y darle un amoroso beso.

- Aquí bebés - los interrumpió Aria con una mueca, señalando el estómago de su madre y a ella.

Sus padres solo rieron para luego a traerla hacia aquel abrazo.

- Merlin no saben cuánto las amo - dijo el riendo felizmente.

Luego de esa noticia pasaron rápidamente los meses, Hope visitaba muy de seguido a los O'Kelly, y más aún cuando se enteró del embarazo de Nereida, y con ella siempre llevaba al pequeño Remus,quién gustoso pasaba el día jugando con su linda amiga Lizzy.

Mientras que Anderson y Lyal trabajaban la mitad de los días.





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