Capitulo II

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-B: Don Roberto... Doña Margarita... ¡por Dios qué pasa! ¿Por que entran así? -pregunta Betty asustada. La voz le temblaba más de lo acostumbrado.

-DM: Armando... Armando... ¡USTED ES LA ÚNICA QUE PUEDE HACER ALGO!- Beatriz observaba horrorizada a Doña Margarita. Entonces lo que sentía era real. Algo le sucedía a Armando.

-DR: a ver mujer... calma, calma. ¿Por que no nos sentamos y le explicamos a esta niña lo que sucede que nos mira horrorizados? -el tono de Don Roberto no era para nada tranquilizador pero era razonable.

-B: ¿que le sucede a don Armando? -logró decir Betty en un hilo de voz.

Se hizo un silencio un tanto incómodo. En vista de que Don Roberto no contestaba Doña Margarita respondió de manera abrupta:

-DM: Armando esta perdido. No sabemos dónde está. Su teléfono lo tiene la tal Alejandra Zingg y ella no sabe dónde está. Dice que le dejó una carta donde decía que iba a emprender un largo viaje. Beatriz, usted es la única que puede ayudarnos. Ese gran viaje... ¡creo que Armando se quiere suicidar! Beatriz usted tiene que impedirlo. -y comenzó a llorar desconsoladamente haciendo ruidos sonoros.

Beatriz estaba entrando en estado de shock. No podía creer todo lo que le había dicho Doña Margarita. Armando se quería suicidar... si... ahora todo hacía sentido. El diario de Armando... los dos girasoles...

-B: y... ¿y como yo podría ayudar?- Beatriz tenía miedo a escuchar esa respuesta.

-DM: vea niña, tal vez usted sabe dónde puede estar. -dice Margarita esperanzada.

-B: Yo... la verdad es que... -de pronto Beatriz recuerda algo que vió en el diario de Armando.

Como un huracán se levanta de la silla, rápido se da cuenta que no fue la mejor opción pues se siente muy mareada. Pero lo ignora. Luego lidiará con su salud. Corre hacia su escritorio, abre la caja y saca el diario. Como frenética busca entre sus páginas aquella que concuerda con su recuerdo.

-DR: Beatriz, ¿se puede saber que busca? ¿Es que acaso sabe dónde está mi hijo? -Beatriz está tan sumida en sus pensamientos que no escucha lo que Don Roberto le pregunta.

Al cabo de unos minutos de búsqueda frenética lo encuentra. Encuentra la página que había recordado y se deja caer en su silla. Observa detenidamente la foto que había en aquella página. Era un Armando joven, montando a caballo. El lugar era hermoso. Al fondo había un río de agua cristalina. Armando estaba en medio de la foto, en lo que parecía un claro, pocos árboles rodeaban el lugar, pero eran árboles grandes y frondosos que ocasionaban una dulce sombra en el medio del lugar. Armando se veía feliz encima de aquel caballo alto, grande y fuerte. Era de color negro azabache. Debajo de la foto ponía la siguiente descripción:

Mi lugar feliz. Cabaña de la familia Mendoza "Valle Mendoza". Con mi amigo del alma Galán. Navidad 1985.

-B: creo... creo que se donde puede estar don Armando. -dice Betty en un hilo de voz. Por su bien, el de sus padres y muy segura, por el bien de su hijo, Armando debía aparecer y aquel lugar, su "lugar feliz" debía de ser el último lugar en el cual Armando desearía pasar los últimos días de su vida.

-B: Don Roberto, ¿tiene alguna manera de averiguar si Don Armando regreso al país? -pregunta Betty esperanzada.

Don Roberto asiente y enseguida sale a pedirle a Aura Maria que haga unas llamadas. Doña Margarita se queda a solas con Betty.

-DM: Beatriz... ¿usted sabe dónde podría estar Armando? -Lo dice con un dejo de esperanza en la voz.

Beatriz asiente con la cabeza.

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