Armando arrastró sus pies escaleras arriba. Se detuvo ante la habitación de Beatriz. Respiró profundo. Alzó su mano izquierda para tocar y se detuvo. Pegó su oreja a la puerta. De pronto río por lo bajo recordando a Berta. Si ella lo viera en aquellos momentos. Escuchó. ¿Que era aquello? ¿Sollozos? -Pensó-. Beatriz estaba llorando. No se detuvo un segundo más, ni tan siquiera lo pensó bien cuando ya había entrado a la habitación y encontró a Beatriz tirada en el suelo, abrazando sus piernas, llorando histérica. Armando la abrazó y ella se dejó abrazar. Él la acariciaba con ternura infinita. Intentaba con cada caricia calmarla, transmitirle todo el amor que él le tenía. El quería comprender lo que sucedía pero tenía miedo en preguntarle que le pasaba.
Poco a poco, entre caricia e hipidos, Beatriz se fue calmando. Los sollozos terminaron. Al fin, Armando fue capaz de preguntar: -¿qué te sucede Betty?-
Beatriz lo miro con una profunda tristeza. Quería contarle todo lo que sentía, quería abandonarse a sus brazos, pero no era capaz. Armando la atrajo hacia si, y la abrazó fuertemente. Beatriz tomó fuerzas y decidió hablar.
-B: Ar... Armando, creo que es momento que hablemos. Que aclaremos todo lo que ha sucedido entre... entre nosotros. -finalizó buscando tímidamente su mirada.
-A: creo que si Beatriz. Creo que ha llegado el momento. No puedo continuar con esta angustia dentro de mi. Necesito saber. -contestó Armando acariciando sus manos.
Beatriz, ayudada por Armando, se sentó en la cama. Este se acomodó pegado al espaldar de la cama e hizo un ademán con su mano invitando a Beatriz a sentarse entre medio de sus piernas pegado a su pecho. Beatriz no protestó, la verdad quería sentirse protegida y no quería observar directamente a Armando. No en aquel momento en que le abriría su corazón y expresaría todo lo que llevaba guardando desde que escuchó aquella conversación con Calderon el día de la junta.
-B: ¿por qué me querías mandar lejos Armando? -comenzó Beatriz- el día de la junta escuche como le decías a Mario Calderon que me mandarías lejos y te casarías con Doña Marcela. ¿Por qué? La noche anterior me habías dicho que me amabas y yo te creí. La noche antes me juraste amor eterno, te entregaste a mi como nunca, hablamos sobre la maldita carta, hicimos el amor y nos juramos amor verdadero. ¿Solo fui un juego para ti? Al día siguiente ya me estabas sacando del medio. Con planes de mandarme lejos. Mi corazón no resistió más. Creí que solo había sido un juego para ti. Imagina todo lo que sentí. Primero descubro que solo soy un maldito plan, una vil jugarreta de la vida, para que no te robara una empresa que no tenía planes de robarme, por que Armando, yo te amaba. Yo te amaba mucho antes de que tú me besaras por primera vez... -Betty fue interrumpida por Armando-
-A: Betty yo... -pero Beatriz no tenía planes de dejarlo hablar. No todavía. Tenía que sacar todo lo que llevaba guardado dentro.
-B: por favor Armando, déjame terminar. -
-A: perdón... si continúa por favor. - contestó.
-B: gracias... aquello fue terrible para mi. Yo te amaba con locura y reverencia Armando. Y me habías utilizado. Decido una vez más creer en ti por el amor inmenso que te tenía y descubro que todo seguía siendo parte del plan. Mi vida se derrumbó. Jamás pensé que me pudieras hacer sufrir tanto. Me fui desecha. Me mataste. Me costó la vida perdonarte. Me costó comprender que me tenía que amar a mi misma y perdonar a aquellos que tanto había amado, pero que me habían matado en vida. Aquellos días en Cartagena parecía un zombie. Andaba muerta en vida. Daba pena. Cata fue lo suficientemente buena como para ayudarme a darme cuenta que tenía que perdonar, soltar y comenzar por amarme a mi misma. No fue tarea fácil créeme. Yo solo quería desaparecer, solo quería morir. Armando, mi Armando, en quien yo había apostado toda mi vida, todo mi amor y confianza me había matado, no una, sino dos veces. No quería volver a saber de ti. Quería huir. Luego llegó Michel... y se interesó en mi tal y como yo era. Fea. No por mi apariencia o porque tuviera una empresa en mis manos, si no por quien era. Eso me ayudó a darme cuenta de lo que valgo. -decía Betty.
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Girasoles
Fanfiction¿Que hubiera pasado si Armando se hubiera ido realmente cuando renunció a EcoModa? Esta historia no es lo que parece, hay dos caminos, una decisión. ¿Buscará Betty a Armando y lo reconquistará? Todo es posible.