{ CAPÍTULO III}

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Después de que le contara a Manuel lo de "el lila", mi fase de enamoramiento fue evolucionando muy fuertemente. Ya no paraba de pensar en él, en imaginarme una vida con él, en no parar de hablar sobre él con mis amigas... bueno, lo típico de cuando te empieza a gustar alguien.

Cuando más o menos me empezó a gustar "el lila" fue entre finales de noviembre y principios de diciembre, bueno, pues literalmente a las dos semanas después, va él y pone una historia en Instagram besándose con una chica. Yo, que sería muy buena siendo detective en el futuro, empecé a investigar quién podría ser. La verdad es que lo tenía difícil, porque no la había etiquetado ni nada, y encima no se le veía la cara de ella. Pero luego empecé a recordar una cosa que me dijo una amiga mía unos días antes.

Unos días anteriores de que todo eso pasara, mi amiga Daniela (que ya ella sabía que me gustaba el chico) me dijo que ella creía que a mí "crush" le estaba empezando a gustar una de nuestra clase llamada Noa (porque Daniela estaba conmigo en la misma clase). Pero claro, es como yo le dije:
-Pero si ni si quiera se miran ni nada. Yo estoy todo el rato al lado de él y yo no veo ninguna sospecha de nada. Que vamos, que no te digo que no sea verdad, pero a ver, que no les veo nada.-
Pero claro, aunque no le di mucha importancia en ese momento, yo seguí dándole vueltas al coco.

Llegó un momento que empecé a ver otra vez la foto, pero esta vez más detenidamente. En ese momento, me di cuenta de que en una parte de la imagen había algo escrito. Y cuando me fui a dar cuenta, vi que era la cuenta de la chica con la que se estaba besando en la foto. Y efectivamente, era la chavala que me comentó mi amiga Noa.

Yo cuando lo vi no me lo podía creer, porque yo, que estaba al lado de él, nunca me había fijado en que le estaba llamando la atención esa chica.

¿Qué hice del tirón? Pues llamar a mi amiga corriendo para decírselo. Es que, aún cuando se lo estaba contando, seguía sin podérmelo creer.

¿Qué hice yo? Pues deprimirme, porque ya que me estaba empezando a gustar un chico de verdad, va y se echa novia.

Porque vosotros diréis "buenos, que se estén besando, no significa que sean novios. Pueden ser un lío o algo...". Sí lo eran. Al día siguiente no paraban de darse abracitos y todos sus amigos no paraban de hablar de la parejita. Yo, claramente, tenía ganas hasta de llorar, pero fui fuerte y no lo hice.

Señales no tan obviasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora