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Ambas se gozaron socarronamente, Ryujin no se contuvo de frotar la palma de Jisu en su intimidad, sintiendo que todo su interior temblaba.

Ambas se tiraron contra el colchón, una al lado de la otra, sonriendo tontamente.

El pequeño reloj de la mesita de noche de Jisu mostraba la hora: las dos de la mañana, pero aún así no parecían cansadas. No se sentían cansadas. Tanto es así que Ryujin fue a acurrucarse junto a Jisu y a besarle la boca perezosamente, deslizando su tonta mano dentro del jersey de su amiga y sacando un pecho. Le encantaban los pechos de Jisu, redondos, que encajaban perfectamente en su mano, ¡y tan buenos para metérselos en la boca!

Se separaron del beso a falta de aire, cada una mirando a la cara de la otra.

— ¿Quieres volver a hacer el amor? — susurró Ryujin excitada, jugando con la aureola del pecho de la morena.

Jisu se limitó a bajar las bragas de su mejor amiga mientras la besaba una vez más, dejando claro que esa noche no hubo sueño ante el deseo de querer a Ryujin.

𝖬𝖨𝖣𝖭𝖨𝖦𝖧𝖳 ー 𝖩𝖨𝖭𝖫𝖨𝖠 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora