Es la primera vez que publico Fan Fiction, pero había decidido que lo haría antes de mi cumpleaños (mañana). Cualquier sugerencia déjenla en los comentarios.
Todos la miraban, todos tenían sus ojos sobre ella. La vergüenza que sentía en ese momento era incomparable a la que hubiese sentido cualquier vez anterior, sentía el calor que probablemente le estaba tiñendo el rostro de un tono colorado aunque no pudiese comprobarlo. Lo único que quería era ser tragada por la tierra de manera que nunca nadie más dirigiese sus ojos hacia ella. Su cuerpo se movió automáticamente hacia atrás, y antes de darse cuenta, ya estaba de vuelta en su hogar, o mejor dicho su nueva casa.
– ¿Ya regresaste? – preguntó extrañada su mamá
Beatriz, o Bea cómo le gustaba que le llamaran, se arrastró y se sentó en una de las sillas que ya habían sido desempacadas, tumbándose sobre la mesa.
– No voy a salir de nuevo – le respondió.
Su mamá la miró con simpatía.
– No soporto que tantas personas me estén mirando – explicó Bea –. Sobre todo si son desconocidos.
– Somos nuevos en el pueblo – le recordó abrazándola –. Es normal que se sientan curiosos por las nuevas personas.
– Lo sé – gruñó, recordando todas las veces que se lo habían dicho.
– Sal un poco, haz amigos – le sugirió mirando por la ventana a sus hermanos menores –. Tus hermanos ya están muy cómodos en Encanto.
–A ellos siempre se les hizo más fácil socializar.
Su mamá suspiró.
–Sea como sea no puedes quedarte en la casa, tengo mucho que ordenar y no necesito que me estorben el lugar.
Bea hizo un gesto de desagrado, tomó uno de sus libros y salió de la casa. Pero en vez de dirigirse a la plaza principal decidió buscar algún lugar sin gente y leer.
Luego de un rato caminando, su corazón dio un salto al ver un lugar que solo pudo haber salido de su imaginación, un pequeño banco bajo la sombra de un gran árbol. Se acercó, y al darse cuenta de que no había nadie, se sentó y empezó a releer uno de sus libros favoritos.
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En otro lado de la aldea estaba caminando Camilo Madrigal. Acababa de ayudar a un niño que necesitaba a un compañero de juego de su misma estatura para balancearse. Ahora buscaba un lugar en donde pudiese recostarse un rato, y no hacer nada. En eso recordó aquella banca bajo un árbol donde casi nadie iba y había mucho silencio, decidió acercarse, pero grande fue su sorpresa al ver que había una chica de más o menos su edad sentada sobre ella. Se acercó a ella dándose cuenta de que estaba tan absorta en su libro que ni siquiera lo estaba escuchando llegar. Se acercó silenciosamente y le tocó el hombro, siendo golpeado súbitamente por aquella chica asustada.
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Nueva en Encanto (Probablemente cambie el nombre)
FantasyUna joven acaba de mudarse a Encanto con su familia, sin saber todas las peculiaridades que ocultaba aquel lugar.