Capítulo 1

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Rodrigo Contreras

Salí de casa a paso apresurado y tratando de retener las lágrimas que amenazaban con salir. Me monte en mi motocicleta y maneje asta el borlevard, pues solo allí podria tener privacidad.

Al llegar, a parque y me bajé de la moto, tomando con fuerza la mochila que tomé al salir. Pase por las viejas rejas y me senté en el pasto, debajo del árbol más frondoso.
Sáque mi reproductor de música y tan pronto como lo conecte mis audífonos, la voz de Kurt Cobain inundó mis oídos, asiendome relajar un poco. Pensé en lo que en lo que había pasado anteriormentez en los insultos que me grito mi padre, en los golpes, en su mirada decepcionada, y llore, deje que el boulevard se tragara mis lágrimas y me pegue un puñetazo en el brazo, fui un estúpido y debí esforzarme más, me pegue otro en la pierna, tenía tenia solo un trabajo y falle en el, y justo cuando iba a golpearme de nuevo, escuché el crujido de una rama.

Esperé unos minutos para saber quién o qué era el causante, hasta que escuche una voz femenina y observé un Rayo de luz proveniente de una linterna, me levante y frunci el seño. Nadie sabía de este lugar, estaba casi abandonado como Chernóbil. Lentamente tome mis cosas y me aserque a la extraña.

-¿Hola? ¿Alguien puede, por favor, ayudarme? -su voz era temblorosa y parecía estar a punto de llorar. Salí de las rejas y rodé los ojos, odiaba que me interrumpieran mientras escuchaba música.

-¿Quién eres? -pregunté lentamente al llegar asía ella. Analice su expresión, parecía realmente asustada, sus ojos cafés detonaban miedo y tenía su labio inferior retenido por sus dientes, como si tratara de no romper en llanto.

—M-me llamó Dominik —tartamudo dudosa. Solté una exhalación ante su patética actitud, pero decidí no ser un imbécil con ella al vesu terror.

—Soy... no importa quien soy, ¿a donde necesitas ir? —fui directo al punto, a ella no tenía que importarle quien era yo, pues sería la única vez que nos veríamos.

—Es que... no lo sé, deje mi teléfono y soy nueva en la ciudad y-y... —no pudo seguir por que parecía no saber como explicarse y ante la frustración que esto debía causarle soltó algunas lágrimas.

—Oye, tranquila, solo indicame un lugar que conozcas, lo que sea. —trate de, inútilmente, calmarla.

—Mi nuevo trabajo... —susurro y frunci el ceño, ¿a mi que me importa su nuevo trabajo? Al ver mi expresión, continuó— Es una tienda de CD's, desde allí pueda caminar a casa.

—¿<<La casa de la buena música>>? ¿<<Vinillo y Casettes>>? —site los nombres de las tiendas que conosia.

—¡Si! ¡Esa es! ¡La primera! —exclamó con alegría a lo que yo rodé los ojos ante su repentino cambio de humor.

—Bien, sigueme y no te separes. —espete gelidamente.

Ella hizo lo que le indique durante los primeros minutos del camino, pero luego se distrajo y se quedó unos pasos atrás. Frunci el ceño exasperado y volteé en su busca, en seguida la localice agachada en un arbusto, y le hise un deman para que regresará a mi lado.

—Perdoname extraño, pero había un gatito atrapado en una bolsa y simplemente no podía dejarlo. —explicó, como si esperara que yo la reprendiera, pero no lo hice, le preste más atención a como se abia referido a mí.

—Esta bien solo... ni te quedes a tras, puede ser peligroso. —diej con ligera preocupación, que enseguida dicimule con desinterés.

—Okay. —dijo y acomodo al gatito en su brazo y con el otro toma mi mano suavemente, como si lo hisiera para tener la seguridad de no perderse de nuevo. La calidez de su mano me dio una comodidad extraña, pero no removi mi mano como normal mente lo aria ante cualquier tipo de contacto físico.

Caminamos unos minutos asta llegar a la tienda y lentamente solté su mano

—Bien, supongo que adios. —dije comenzando a caminar de vuelta mi casa.

—¡Oye, espera! —la escuche exclamar y me volteé, levantando mis cejas de manera expectante. —No me as dicho tu nombre aún... —dijo tímidamente jugando con el gatito en sus brazos.

—Contreras. —fue lo único que salió de mis labios, pues dudaba ver a la chica de nuevo.

N/A

¡Hola!

¿Que les pareció? ¿Que tal esta versión de rod?



Entre acordes y sinfonías ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora