Somebody to Love

CAPÍTULO 3

El comienzo de su segunda semana transcurre con facilidad. Margo parecía estar bastante agotada el Lunes por la mañana, asumiendo que el fin de semana con su mamá fue muy ocupado, por lo que Margo estaba bastante inactiva. Eso no impidió que Louis le hiciera hacer un rompecabezas, jugar un juego de mesa, e incluso salir a los columpios un poco antes de la hora de almuerzo.

Louis casi no pudo contener sus chillidos cuando Margo fue por su tiempo de tranquilidad. Cuando Louis entró a la lavandería, notó que no había ropa que lavar, y en cambio, encontró una nota pegada a la tapa de la lavadora, que decía:

No tengo abdominales como una tabla de lavar, pero si los tuviera, lavaría la ropa con regularidad... ¿entiendes? De todos modos, me toca la lavandería esta vez. ;)

Toma rápidamente una foto de la nota y se la envía a Zayn. Quita la nota amarilla y se muerde el labio inferior mientras la lee de nuevo. Su amigo responde con un emoji sorprendido seguido de:

no te equivocaste con los chistes malos de papá...

El día termina con Harry regresando a casa con una mirada de complicidad en su rostro, esperando que Louis mencione la nota, lo que eventualmente hace. Admite que lo hizo reír y Harry levanta el puño de la victoria en el aire gritando "¡Sí!" No debería ser tan entrañable verlo emocionarse con sus propios chistes de papá, pero aquí está, sintiendo precisamente eso.

Por otro lado, el Martes empieza duro. Margo está siendo un poco difícil esta mañana y Louis intenta que ella le hable al respecto después de que ella le grita por poner demasiada leche en sus Froot Loops. Ella le dice que extraña a su papá y a Louis le rompe un poco el corazón eso. Ahora se ha estado atormentando la cabeza durante horas tratando de pensar en algo que pueda ayudarla cuando finalmente se le ocurre una idea.

"¿Margo?" llama a la puerta de la niña, la abre un poco y asoma la cabeza hacia adentro. Ella está sentada con las piernas cruzadas en su alfombra rosa de peluche al final de su cama, tristemente pasando sus dedos por la cabeza de su muñeca de trapo. "¿Cómo te sientes, insecto?" Margo se encoge de hombros en respuesta mientras Louis entra a la habitación y se sienta frente a ella, esperando que levante la mirada. "Tengo una idea." sus ojos se animan ante eso. "¿Y si vamos a la tienda? puedes escoger algo delicioso para hacerle a papi cuando llegue a casa, y elegir cualquier cosa." le sugiere, sabiendo que necesita ir a comprar alimentos para la casa y ¿hacer que Margo se sienta posiblemente mejor en el proceso?. Es un ganar-ganar.

"¿Cualquier cosa?" ella repite. Louis asiente, observando cómo prácticamente puede ver los engranajes girando en su pequeña cabeza. Espera que ella no le haga arrepentirse. "¿Y si hacemos tacos? Es el favorito de papi, ¡le va a encantar!" Margo aplaude con entusiasmo, levantándose rápidamente y tratando de jalar a Louis con ella. Él sonríe, alegre de verla salir de su pequeña depresión. "¡Vamos! ¡Vamos!"

"¡Ya voy! ¡Ya voy!" dice, dejando que le arrastre fuera de la habitación, y al bajar las escaleras para ponerse los zapatos.

Louis está un poco agradecido por el hecho de que a los niños les gusta actuar mayores de lo que son. Margo suplicó por caminar junto a él de la mano, en lugar de sentarse en el carrito de la tienda. De todos modos, Louis no tiene los músculos para empujar a una niña de cinco años en crecimiento y a un carrito lleno de comestibles por tal cantidad de tiempo.

Margo salta a su lado alegremente, balanceando sus manos hacia delante y hacia atrás. Le ayuda a elegir todos los ingredientes para los tacos: lechuga, carne de hamburguesa, tomates, sour cream, condimento para tacos, tortillas y 'mucho mucho queso', según Margo, porque es su ingrediente favorito.

"¿Qué queso? ¿Cheddar o mármol?" Louis pregunta, levantando cada opción y mostrándole a la pequeña. Se pone de puntillas, coloca un dedo en su barbilla y tararea.