LOS SLORA Y EL CASO KINASH (Libro 1)

CAPÍTULO 1: LA TORRE SLORA (2/3)

—Todos los viernes hay una reunión para discutir casos especiales en la Sala Central de Conferencias, que puede encontrarla allí. —señala hacia la zona oeste de la planta en donde se extienden desde el suelo hasta el techo unas impresionantes puertas de vidrio polarizadas que brindan la más perfecta privacidad al interior—. Hoy, justamente, el señor Harold Slora discutirá con sus hermanos, los señores Gael e Ilias Slora, un par de casos que son bastante complejos según tengo entendido. Han pedido que todos los abogados asistan a la conferencia, como debe haberle informado su AV.

Si, algo así me dijo Kayla.

—Si, Karen. He sido informada.

—Perfecto. —la muchacha sigue explicándome el funcionamiento de las reuniones y las discusiones con total naturalidad y haciendo pausas cada tanto, por si tengo alguna pregunta. Es evidente que resulta una persona muy competente y que sabe lo que está haciendo. Es mucho mayor que yo, pero se conserva increíblemente y resulta ser una persona muy educada y atenta. También me doy cuenta, porque su acento la delata, que no es italiana. Puede que, tal vez, sea española.

—Hemos llegado. —anuncia Karen deteniéndose frente a una puerta de vidrio polarizado en donde está escrito mi nombre con letra cursiva y de un color blanco hueso muy elegante—. Finalmente: su oficina, señorita Ricci.

Sonrío con gratitud hacia la mujer mientras hace que la puerta (corrediza, santo cielo) se mueva y, cuando puedo ver hacia el interior de la oficina, dejo escapar un suspiro de sorpresa.

Es la oficina más hermosa que he visto en mi vida. ¿De verdad es mía?

—La dejo para que pueda instalarse con tranquilidad, señorita Ricci. Cualquier cosa que necesite no dude en comunicarse conmigo o con cualquiera de mis compañeras. Rotamos planta cada cuatro horas.

—Esto... si, Karen. Muchas gracias.

Ella asiente en respuesta y después de sonreírme se retira y cierra la puerta al salir.

Me quedo por un segundo mirando hacia la puerta mientras repaso el funcionamiento de la planta que leí en el informe que llegó a mi correo. Según explicaba el documento todas las secretarias que trabajan en esta empresa rotan cada cuatro horas por todas las plantas. Es algo que me llamó mucho la atención e incluso me pareció un poco extraño al principio, pero luego de darle vueltas al asunto durante varios minutos le encontré sentido: es una manera de lograr que todas las recepcionistas sean útiles en cualquier área en donde se necesite apoyo administrativo. Al final me resultó una idea extremadamente ingeniosa y la verdad es que quienquiera que haya organizado el funcionamiento de esta empresa es una mente maestra.Pero eso ya lo sabía.

Los hermanos Slora, jefes y cabezas de la firma, son considerados los líderes no solo de Europa, sino de todo el mundo (hablando a nivel de firmas de abogados). Resulta que son un grupo de cinco hermanos, tres hombres y dos mujeres, que han logrado construir un imperio en el que resalta el apellido de su padre fallecido: Alessandro Slora, uno de los médicos más solicitados de toda Italia (quien, según la biografía, estuvo casado con una directora de cine famosísima, también fallecida: Irina Slora).

En algún momento me pregunté por qué alguna todos los hijos del matrimonio decidieron ser abogados. Como no encontré respuestas en internet, supuse que esa ha sido la clave del éxito del imperio que tienen hoy en día. Para que me entiendan un poquito mejor, me voy a extender sobre la historia profesional de cada hermano: todos los herederos Slora tienen una carrera además de la de leyes. Por ejemplo: el mayor (Harold) se graduó de diseñador gráfico antes de obtener su título como abogado. El hermano que le sigue, Ilias, es ingeniero y abogado. El hermano del medio, Gael, es abogado y arquitecto. La hija mayor, además de ser una de las abogadas mejor pagadas de la firma, es ingeniero en informática. Y, la hija menor de la familia, Carine Slora, decidió seguir los pasos de su padre y se convirtió en pediatra antes de, por supuesto, convertirse en abogada.

Nada es coincidencia, entonces y no tardé en darme cuenta que el éxito de los hermanos tiene una sencilla explicación: como cada uno está especializado (legalmente) en el área de su otra carrera son, básicamente, un fuerte indestructible. Literalmente. Tienen más de diez años sin perder un caso en cualquier corte de Europa y, además, cuentan con un equipo de más de mil personas que está conformado no solo por abogados. Si equipo tiene ingenieros, médicos, arquitectos, diseñadores, profesores y un montón de otras especialidades que tardaría siglos en citar.

Es evidente que la familia Slora está destinada al éxito. Está conformada por mentes brillantes y... que esconden algo.

Es obvio.

Lo supe desde el primer momento.

Además de ser mujer... soy abogada. ¿Podría escapárserme algo?

Dejo de darle vueltas a mi cabeza y me permito ser consciente de que estoy, finalmente, sola en el interior de mi impresionante oficina. Quien sea que haya sido el encargado de diseñar este santuario es un ''genio de los espacios''. Mi nuevo escritorio de mármol gris tiene forma de ''L'' y se extiende delicada y elegantemente hasta el suelo, brindándome la privacidad necesaria como para usar faldas y vestidos. Además, separa completamente mi espacio personal y de trabajo de lo que serán muy pronto las sillas de mis clientes.

Detrás de la maravillosa silla de cuero blanca en la que pasaré horas sentada se extiende un mesón del mismo material del escritorio. Sobre él descansa una impresora, un kit completo de lapiceras, blocs y un montón más de juguetes de oficina que tienen el sello ''Slora'' grabado y una hermosa cafetera eléctrica con un juego completo de tazas, cucharitas, azúcar y un montón de otras cosas que no reconozco.

Me encanta que todo es muy minimalista pero al mismo tiempo elegante.

Tan elegante...

Voy a pasar una de las mejores temporadas de mi vida en esta oficina, de eso estoy segura.