Katsuki Bakugō un omega que al pasar los años se ve afectado por su amigo de la infancia quien resultaba ser un beta, lo que lo llevo a tomar distancia, pero ahora es ¿alfa?
Izuku midoriya lleva enamorado de katsuki desde que eran niños ,al enterars...
Llegó a la escuela agitado y nervioso, tras saber que ese era su último día de clases, se estarían graduando de la primaria para dar el siguiente paso a la secundaria, donde dejarían de ser niños para convertirse en jóvenes con un futuro que los marcaría de por vida.
Al llegar la última clase, el profesor felicitó a todos los alumnos por haber llegado hasta allí y alientandolos a seguir esforzándose en el futuro.
Salio de la escuela encaminandose a su casa, iba tan inmerso en sus pensamientos que no vio como una chica venía corriendo, hasta que chocaron y ambos terminaron en el suelo.
— Perdón- dijo la chica al pararse
— No es nada
— Lo lamento- solto mientras le extendia una mano para que el pecoso pudiera levantarse, este tomo la mano contraria y se levantó sacudiendo sus pantalones
— No te preocupes, estaba distraído y no te vi— que tengas un lindo día- dijo para despedirse de la chica
— Espera, déjame compensarte
— No hace falta
— Insisto, déjame invitarte una malteada, de esa cafetería- dijo señalando al frente
— Esta bien- respondió aceptando la idea de la chica a su lado
Se dirigieron al lugar, adentrandose para buscar una mesa y pedir la malteada del pecoso
— No tenías que hacer esto- dijo, un apenado peliverde
— No hay problema, te lo debía tras averte lanzado al piso- con eso dicho se les acercó una mesera quién les tomó su orden para traerlas en unos minutos.
Cuando tuvieron sus bebidas en la mesa, midoriya se presentó
— Me llamo izuku
— oh..., lo había olvidado— mi nombre es uraraka ochaco un placer
Siguieron hablando por unas horas, hasta que empezó a oscurecer, se despidieron afuera de la cafetería, tomando cada uno su camino.
Abrio la puerta de su casa siendo recibido por su madre, que lo esperaba para la cena
— izuku, donde estuviste toda la tarde?
— Me encontré con alguien, eso es todo, no tienes que preocuparte.
— Bien, pero cuídate, tu segundo género todavía no se ha presentado y podrías manifestar el celo en cualquier momento, regresa directamente a casa la próxima vez
— Esta bien, mamá
Terminaron de cenar y la mujer peliverde levantó los platos para llevarlos a la cocina y lavarlos, mientras que el pecoso se dirigió a su habitación para bañarse, seguido de esto se cambió por su pijama y se metió en su cómoda cama para dormir.
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Cuando se despertó pudo escuchar como un camión se estacionó en frente de su casa, curioso por saber lo que estaba pasando se acercó a la ventana de la sala, viendo como unas personas se estaban mudando a la casa, pensó que ese lugar estaba abandonado, ya que los antiguos dueños se habían ido de viaje dejándola sola, dejó de pensar en eso y se encamino a la cocina, tomando un tazón para servirse cereal con leche, al lograr su meta llevó su plato a la mesa y comenzó a comer
Terminando de desayunar escucho como la puerta sonaba, a pasos lentos se acercó para abrirla encontrándose con la persona que no esperaba volver a ver
