Capítulo 15-"Él"

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Dibujo hecho por @anna_rl_art.

El portal me dejó en un hermoso templo y de alguna forma, tenía parecido a un colegio, es decir, su estructura: dos plantas, pero con unas gran cantidades de ventanas, muros blancos, con unas hojas y ramas doradas dibujadas, una gran alfombra de oro, un pasillo blanco, con unas ventanas en formas de alas, de color tierra (oro, plata, bronce...); Yo no ingresé, solamente estoy observando, me volteé, para ver hacia atrás y estaba aquella puerta que vi al inicio, con paredes de mármol, uff, quiero ver como es por dentro, mi curiosidad me corcome, pero me da miedo por lo que me dijo Mal; unos chicos hablan, y sus voces no son conocidas,  tampoco siento confianza, así que me escondo en uno de los muros que me tapaban, o bueno, eso creo, pero una puerta se abre debajo de mis pies, y entro a un de estilo túnel, ahhhhh...

—¿Pero qué?—Exclamo y me quejo.

Caí en una mesa de plata, veo a mi alrededor, pero no alcanzo a ver mucho, solo la mesa en la que estoy, una linterna que me está apuntando directamente a mi cara y una sombra detrás de ella, e intento con mi mano quitarme la mala visión que me da la linterna, y sé que la puedo quitar, pero...me da miedo moverme...

—¿Qué haces aquí...mundana?—Exclamó una voz masculina y segura.

Me erizó la piel escucharla, mi corazón se aceleró y empiezo a sudar...acaso tengo...¿miedo?, ¿temor?, bueno, por lo menos ellos no se fueron, solo mis buenos sentimientos...

–¿Tú quién eres?—Le respondo sentada con las piernas y manos cruzadas y una ceja levantada.

La luz se enciende, y logro ver un cuarto dorado brillante, (creo que es el baño), unas escaleras de bronce, una base de plata para su cama, ordenada y blanca, tiene como adorno en su paredes el signo de Yang, ¿será que es su fan?, luego sus ojos y los míos se encuentran, visualicé un hermoso ángel mezclado con dioses griegos, sus pestañas, ojos y labios eran de oro, el mismo color del cuarto, de resto era blanco, sus alas blancas abiertas, un corset vest blanco, con detalles dorados y unos elagantes símbolos del "Yang" en las mangas de su camisa manga larga blanca, su piel era pálida, su pelo blanco, al igual que sus zapatos con suelas doradas, y recostado a una puerta, creo que es la de salida, y sus ojos no dejaban de analizarme, con sus brazos cruzados y cejas levantada me dice:

—Responde mi pregunta, mundana.

—Soy...Elizabeth, una chica criada por monjas, en un pueblo lejano—me levantó y me cruzó lo brazos.

Obviamente, cambié mi nombre para que no sospechara, además...siempre me gustó  el nombre Elizabeth, era una chica de un libro que leí...

—Bien, no puedes estar aquí, no estás en tu zona.

—Pues...no sé como volver.

—No puedes, eres una humana que descubrió un mundo que solo puede conocer cuando muere, pero...tendré que llevarte a la gran corte.

—¿Quiénes son ellos?—me bajo de la mesa y me le pongo al frente.

Pero qué pestañas, es demasiado hermoso, parece un ángel o un dios griego, pensé. Sus pantalones eran blanco crema ajustados, mostraban seguridad y respeto, me quedé enganchada a sus ojos, ya que los míos no tenían control propio.

—Ellos te dirán qué harás—me responde con una voz fría.

Cargaba unos guantes de oro, impregnado en sus manos, me señala con su dedo que lo tome, lo obedezco y  toma la manecilla de la puerta y salimos, habían muchas, cada una con un signo, forma y color distinta, el comienza su paso, guiándome a la última de todas las anteriores, está era dorada, veo que todas las puertas importantes las pintan de doradas, él la toca, pone su mano y esta se abre.

El Yin Y El Yang (Según Yin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora