Hago un ruido indescifrable, soy incapaz de articular palabra. Ella empieza hablando.
-¡Hola, Abbie!- exclama, alegre. Se intenta acercar pero me alejo.
-¿Q..qqué coño haces aquí?- balbuceo.
Ella se ríe y se sube un poco más sus pantalones, para dejar al descubierto casi todo su culo.
-Pues nada, solo quería ver como estabas... Ya me enteré de que cortaste con Adann, una pena- dice, con maldad.
-Mira zorra, espero que te vayas YA de mi casa, porque si no te voy a coger de los pelos y te voy a arrastrar por ser tan puta- exclamo, llena de ira.
-¿Perdona? No es mi problema que sea más deseable que tú, al menos tengo tetas chica. Y por cierto, me alegro de que te enteraras estando Adann borracho, seguramente te dijo que... No controlaba, ¿no? Qué estúpido, esta buenisimo, pero llevamos acostandonos desde que hicisteis un mes o así, es un falso eh- y estalla en carcajadas.
Se me cae el alma a los pies. ¿Tres meses engañándome? Casi toda nuestra relación. Él me dijo que solo se habían liado esa vez. Me viene la imagen a la cabeza... Él apretándole el culo mientras ella, a horcajadas sobre él, le besaba frenéticamente. Recuerdo mis lágrimas y sus gritos...
-No necesito que me digas más mierda- digo temblando- si eres tan amable, vete ya.
-Por supuesto- masca su chicle exageradamente- que te vaya bien Abbie.
Cierro la puerta y me arrastro al suelo, llorando. Ha venido solo para eso... Para decírmelo, porque sabía que él no me lo había dicho. "Me encanta tu forma de ser Abbie, eres perfecta..." la última palabra se repite en mi mente. De repente, me doy cuenta de que estoy chillando mientras lloro muchísimo, rabia y tristeza se han mezclado y no sé cómo, ni dónde, me doy con algo metálico en la cabeza, caigo al suelo y todo se vuelve negro.
* * *
-¿Abbie? ¿ABBIE?- Alex baja las escaleras corriendo, seguramente por mis gritos- ¿¡qué te ha pasado!?
Me coge en brazos y me lleva al sofá, me deja ahí y entonces coge un vaso de agua fría y me lo echa por toda la cara.
Empiezo a toser echando agua por la nariz y le miro con odio.
-Dios, menos mal que te has despertado. ¿Qué coño hacías?
-Estaba fatal...- digo pesadamente- ni me di cuenta de que la lámpara estaba en medio.
-Espera un segundo, voy a traerte hielo.
Se va corriendo y mientras pienso si es buena idea contarle lo de la visita de Nicolle y lo que me ha contado sobre Adann.
-Ya he vuelto- dice. Me coloca el hielo en la frente y me da una aspirina- ahora dime, ¿qué ha pasado?
-Ha venido Nicolle y...
-No me jodas- me interrumpe- esa es la zorra con la que te engañó y tú los pillaste, ¿no?
-Sí. El caso es que después de que los pillara Adann me dijo que había sido solo esa vez, yo supuse que habrían sido unas cuentas, pero ni de coña me esperaba que llevaran así tres meses...- sollozo.
-¿TRES MESES? ¿Pero quién mierda se cree que es?
-No lo sé Alex, y ella ha venido solo para decírmelo, creo que me voy a morir, es más, me gustaría.
-No digas esas cosas, son unos capullos, y menos mal que ahora estamos en Semana Santa, así tienes tiempo para recuperarte y al volver, darles su merecido.
No quiero nada de eso, yo quiero ser feliz y punto, mañana cuando se le pase la resaca a Marta le diré que venga, ahora solo tengo que aguantar a papá y mamá cuando lleguen y punto. Miro mi móvil, las ocho y no dan señales de vida, vaya gilipollas... Hay un mensaje de Elisa. "Creo que es este número, me debes una, me ha costado conseguirlo"
-Alex- lo llamo.
-¡Dime!- se había ido a buscar el portátil.
-Tengo... Una... Sorpresita.
-Oh dios, dime que no es el número.
-Lo es.
-¡DAMELO! ¡Lo necesito!
Me empiezo a reír y entonces me dan unos fuertes pinchazos en la cabeza. Copio el número, lo guardo en mis contactos (por si acaso) y se lo envío a Alex por whattsap.
En cuanto su móvil vibra se lanza a por él, nerviosisimo.
-Ufff -suspira- no sé qué decirle.
-Hola- bromeo.
-Aaagh -grita exasperado- me voy a tranquilizar y luego le hablo.
De repente se escucha la puerta, escondo el hielo debajo del sofá, apago la tele, nos sentamos y Alex (muy astuto) saca un libro de matemáticas que había dejado cerca.
-Entonces... -digo yo- ¿lo has entendido?
-Sip -dice, marcando la "p"- las ecuaciones no son tan difíciles.
Entran en el salón, están ebrios, se nota a kilómetros, y van tambaleándose. Cojo a Alex del brazo, los dos sabemos lo que viene ahora.
-¿¡Qué coño hacéis pequeños inútiles?- chilla mi padre.
-Traed putas aspirinas, me va a dar algo-dice mi madre.
Intenta andar hacia aquí, pero lleva unos tacones de puta demasiado altos, esta muy ebria y la alfombra en medio. ¡Pum! Se cayó...
-¡Joder!- grita ella, mi padre se esta riendo de fondo- esto es culpa tuya Begoña- me apunta con el dedo- ¿por qué no ordenas el jodido salón de vez en cuando?
-Y...yyo...- digo como puedo.
De repente, mi padre deja de reír y viene hacia mi, me coge del cuello y me empieza a faltar el aire en segundos. Pataleo pero no sirve de nada. Alex esta quieto, sabe de sobra que es peor si se mete.
-Por...favor...lo siento....mucho...bbajame...
Me suelta y me dan arcadas, salgo rápido, les traigo las aspirinas y agua. Cojo a Alex y nos vamos escaleras arriba lo más rápido que podemos. Al llegar a nuestro minúsculo cuarto cierro con pestillo.
-Al fin a salvo -digo, y me dejo caer en la cama.
-No ha ido del todo mal, pero bueno, ya había planificado esto así que traje unos Yatekomo antes.
-Umm qué rico -y acto seguido le abrazo.
Después de nuestra "cena" yo leo un rato (maldito vicio) y él ve unos vídeos con el portátil, luego nos acostamos, no sin que antes Alex le escriba a Tess un mensaje. Yo hablo un poco con Marta, que se fue antes del concierto (menos mal) y ya muy poco ebria.
ESTÁS LEYENDO
Una chica solitaria.
Roman d'amourYo solo era una chica solitaria, pocos amigos, unos padres de mierda, un hermano genial... Pero siempre me sentía sola. Entonces Adann me encontró. Pero, como siempre, me terminaron haciendo daño de nuevo, y yo volví a sentirme como un globo lleno d...