♡˖꒰🌻꒱ Only you can | Luzplay [Omegacember]

♡˖꒰🌻꒱ III: Instinto

Auron tiene un problema.

Y es que tiene pegada en la nariz el aroma del hermano mayor de Adam y Brett, además de sus malditos ojos que sabe le vieron desde el escenario cuando estaba cantando. Ese recuerdo viene y lo ataca en las noches de una forma en que no quiere permitirlo. No es tonto, nota cuando la mirada de otro alfa está sobre si y como le sigue en cada paso lo que no entiende es lo del aroma.

¿De verdad estaba marcando territorio por ser un hermano sobre protector? Era la primera noticia que tenía de eso, Brett nunca dijo nada y Adam siempre se quejó de no tener una buena relación con su hermano.

¿Acaso era de esos alfas clasistas?

Por que Auron no era un alfa de familia y todo eso.

— ¡Auron!

Escucha el grito de Adam detrás de su espalda. Está trabajando ahora mismo, limpiando un par de mesas en el local de su familia. Generalmente los gemelos Luzuriaga vienen a verlo para salir a dar una vuelta o lo que surja, pero esta vez han traído al otro.

Justo estaba pensando en él.

— Joder, avisa cuando vengas, hay quienes trabajamos — le regaña, tiene que aferrarse a la escoba ahora mismo porque aunque el sitio está vacío, puede percibir más claramente el aroma dulce de la otra noche.

No es como que lleve una semana y poco más pensando en él.

Claro que no, nadie tiene pruebas.

— Te envié un mensaje... — Se queja Adam enseñándole su celular con el mensaje enviado, aunque había un lindo "visto" de parte de Auron.

Justo como ahora.

Que realmente no está mirando al celular sino al otro Luzuriaga, está seguro que le dijeron su nombre pero, joder, es muy malo con ese tema.

— Ah, sí, sí...

— ¿Conoces a mi hermano? — Pregunta con un ligero tono de alarma Adam. Los ojos de Auron por fin se fijan en él son sorpresa.

Y si no fuera un beta tal vez habría notado el ligero cambio en el aroma de Auron, como se sobresaltó y dejó salir un poco de estas feromonas alteradas por tener el recuerdo del suave aroma del otro. Ahora mismo, en la habitación hay un tenue olor a cítricos mezclados con el limpiador de piso del local.

— No...

— Borja Luzuriaga — Y es en ese momento con una sonrisa de confianza disfrazada de inocencia se muestra en su rostro junto a su mano estirada para presentarse. — El mayor de los Luzuriaga...

— Raúl Álvarez — Le devolvió el apretón de manos y la sonrisa, dirigiendo sus aromas y sobre todo su presencia para mantenerlo a raya.

Hay veces en que los instintos eran más fuertes que la razón, y entre alfas estaba aquella tontería de demostrar quien era el líder.

Aunque con el simple contacto de sus manos las chispas saltan entre ellos, lo que sus instintos gritaban ahora mismo no era rivalidad, era algo más fuerte, algo similar a lo que sintió Luzu cuando comenzó a oírle cantar en el escenario.

No son chispas de rivalidad, es otra cosa, algo por completo diferente, y la mezcla de los aromas de ambos alfas comenzaba a borrar el del limpia pisos.

La leche condensada y los cítricos dejaban un picor en la nariz de los alfas que les hizo retroceder de inmediato mirándose a los ojos, las voces de los dos hermanos presentes se volvieron bajos murmullos mientras algo hacía efecto.

La voz de Auron ya había hecho estragos en Luzu aquella noche, y al mismo tiempo el aroma dulce y embriagante de Luzu había dejado a Auron ensimismado tratando de entender sus intenciones.

Pero ahora, justo ahora con el simple choque de sus manos cualquier pensamiento efímero se había centrado en el contrario.

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Los siguientes encuentros por suerte no fueron tan incómodos.

Luzu comenzó a acompañar más a sus hermanos a sus salidas, sobre todo cuando iban con Auron y claro, había cierta competencia entre ambos que no era silenciosa, desde el apretón de manos algo extraño había nacido entre ellos.

Un no-sé-qué en sus miradas y la forma que se tratan, Adam está seguro que no ha visto a Auron entrar con tanta familiaridad con un extraño en su vida. O a una persona capaz de escuchar todas las anécdotas de Luzu y reírse de sus chistes.

Y eso lo ponía nervioso.

Pronto las reuniones no eran entre los cuatro, porque llegaba el momento en que Auron y Luzu se perdían en su propio mundo olvidando que había más gente a su alrededor.

— ¿Es por qué son alfas? — Pregunta en un susurro, Adam habría jurado que era un pensamiento.

— Creo que es más complicado que eso — Su hermano Brett trata de consolarlo. Pero para ese momento Adam no lo escucha.

Y tanto Auron y Luzu ya han desaparecido de sus vistas.

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— Por qué hueles diferente...

La voz normalmente alegre de Auron se escuchaba casi ofendida, cosa que sorprendió a Luzu por varios segundos.

— De qué hablar

— Hueles a omega Luzu ¿Tienes pareja?

Y los ojos celestes de Luzu se abrieron lentamente. Ah, se refería a ese aroma, a la mezcla del suyo con el de otro.

— No, no tengo pareja.

Le aclara rápidamente y sus músculos se tensan. No tiene una como tal, sólo tuvo un desliz anoche por los instintos típicos, nada importante para él.

Pero Auron dejó de preguntar.

No indaga más en el tema aunque Luzu estaba dispuesto a explicarle hasta el último detalle de la causa de ese aroma nuevo sobre su cuerpo.

El momento no llegó, la tarde terminó y no volvieron a verse hasta meses después. Tiempo en el que ambos repararon esa conversación una y otra vez en sus mentes. 

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Bueno, cosas que pasan, pasan que cosas ¿no? ah... ¿Huele a celos acaso?