Sabes, a mí me abandonaron cuando tenía 8 años, sí pude conocerlos, pero un día se fueron de casa. Me dijeron que no debía ir con ellos. Durante el resto de mi vida ningún día me esperaba un plato caliente en casa, ni nadie quien se preocupase por mí, o de mi salud. Viví años sola en esa casa en el bosque. Pronto, empecé a delinquir y a menudo sentía que alguien me seguía. No solo sabían eso de mí, sino que estaba sola, y nadie quiso ayudarme.<<Una niña problemática, si así es de pequeña, imagínate de mayor.>>
Aparecieron rumores sobre mí, y me hicieron varias “bonitas” visitas cuando descubrieron dónde vivía. - Muestra una mirada fría mientras sigue cocinando la carne-. Me destrozaban la casa, o me daban una paliza. Un día cuando tenía 22 años, inspeccionando el bosque encontré esta cueva, me adapté a ella y a los recursos naturales de aquí. Así que ya no me vieron tanto en la capital. Pensarán que estoy muerta o algo así. Bueno… -Mira hacia Mei, mostrándole el vacío emocional que le dejó su situación-. Sinceramente, no creo que esta maldición le afecte mucho a mi vida, pero la tuya es diferente. Si decides ir allí i mostrarte con cola, esas orejas y ese color de pelo tan inusual, lo único que conseguirás es espantar a tus padres y que algo peor pase. – coge las brochetas y le da una a Mei mientras espera su reacción –.Ella la coge, y le da un pequeño mordisco, aunque después de esta historia se le quitó el hambre. La mira y le dice:
- Siento… haberte llamado monstruo, debiste de haberlo pasado mal...- dice apenada.
Delphinium la mira sorprendida y sonríe un poco de lado.
-No hace falta que te disculpes, debes de estar hambrienta, que te parece si comemos y luego nos vamos a…-
No dejan terminar su frase ruidos de gente aproximándose, que provienen del interior del bosque.
- ¿Qué pasa Delphinium? - dice Mei intrigada mientras se acerca a ella.
Ella le toca la cabeza y le dice murmurando:
-Tendrás que quedarte aquí, voy a mirar los alrededores a ver que quieren…-dice mientras se dirige hacia la salida de la cueva.
Entonces, Mei recuerda la parte de la historia de, cuando sus padres la dejaron en casa y jamás regresaron. Rápidamente, antes de que se vaya, la coge del brazo y la contiene.
-Delphinium, por favor, no vayas, quédate. – dice con una mirada seria y angustiada.
La mira sorprendida, le sonríe dulcemente y le responde:
-No te preocupes, conozco mucho mejor el bosque que ellos, y además no dejaré que me descubran. Ahora tengo a alguien a quien proteger y no me haría gracia abandonarla. - vuelve a sonreír mostrando confianza.
- Ah, por cierto, ten tómalo. - saca de su bolsillo una especie de navaja y se la da. - Si alguien se acerca o intenta hacerte daño, utilízala. Nos vemos. – se despide y se pone en marcha. Una gran niebla se había levantado de repente, así que Mei no pudo ver cuán lejos estaba a partir de los diez metros.
(Nota: en mi Instagram hay más detalles sobre los personajes, dibujos y demás :3)
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FantasyAldeas de Japón del siglo XIII, están siendo atacadas por la maldición del dios muerto Kagauchi, tras un terrible asesinato. Su sangre influyó en los ciudadanos de muchos poblados, otorgándoles características singulares. Nos encontramos en la aldea...