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El timbre de receso había sonado hace unos minutos, HongJoong ni siquiera se molestó por esperar a su menor en la puerta, puesto que éste desaparecía antes de que él saliera.

Aquella situación le parecía tan extraña, MinGi estaba comportándose extraño. Había pasado una semana y casi no había visto al menor. Ya no lo esperaba en los recesos y tampoco comía junto a él y los chicos. Simplemente desaparecía.

Iba caminando por los casi desolados pasillos, hasta que una silueta conocida a lo lejos hizo presencia en su campo de visión.

Era su menor, y no estaba solo. Estaba acompañado de una linda chica de largo cabello, la escena se veía normal, sólo eran ellos dos hablando con una que otra risa de por medio. Iba a ignorarlo y seguir caminando hasta que lo que le siguió le dejó atónico.

De un momento a otro la chica había posado sus manos en los hombros del rojizo para ponerse de puntas y besar los labios adversos. Algo dentro de HongJoong se rompió al ver aquello. Así que sintiendo sus ojos cristalinos dio media vuelta para empezar a correr hasta que sus piernas lo llevaron al baño de hombres.

Entró en éste y buscó un cubículo vacío para encerrarse en el, dejando salir sus lágrimas y los sollozos que las acompañaban.

Ahí estaba su señal.

×××

Era media noche. Se encontraba observando su ventana con una expresión neutra.

Sentía sus ojos pesados y le ardían aún, pues había llorado toda la tarde. Después de haber corrido hasta los baños, se mantuvo encerrado hasta el termino del receso.

Sintiendo que no podía observar al menor a la cara porque rompería en lágrimas de nuevo, decidió retirarse con la excusa de que no se sentía bien.

Su madre llegó a recogerlo y después de darle algunas indicaciones por si se seguía sintiendo mal, lo dejó en casa para volver a irse a su trabajo.

Así que pasó todo el día en su habitación, él y su pobre corazón roto.

Una hora más tarde cayó en brazos de Morfeo, con la leve esperanza de que todo haya sido un mal sueño. Uno muy malo.

𝗜𝗻𝘀𝗼𝗺𝗻𝗶𝗮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora