El cielo estaba nublado, era una noche lluviosa, truenos podían oírse del exterior, rayos se vislumbraban a través de la ventana.
La casa estaba a oscuras, hacía frío, las luces de los pasillos titilaban, los pisos emitían crujidos espeluznantes como si alguien aún estuviera caminando sobre ellos.
El reloj que colgaba de una de las paredes, iluminado de vez en cuando por la luz de un rayo, marcaba las 4:44 de la madrugada.
Era mi primera noche sola aquí, pero recostada sobre la cama y envuelta en el mullido edredón, en un rincón de la habitación, tenía miedo. Me daba terror la oscuridad, los sonidos.
Me refugié en el interior de las mantas, cerré los ojos e intenté conciliar el sueño.
Pero de repente, en medio de esa noche fría y oscura, escuché un sonido proveniente de la misma habitación en la que estaba.
Me congelé, mi cuerpo entero se paralizó.
Sentí la presencia, la presión de algo que me estaba mirando.
Alguien estaba aquí, en la misma habitación que yo.
Con miedo, giré la cabeza lentamente hacia lo que sea que me estaba observando.
Y ahí los vi.
En el rincón más oscuro del cuarto,
Unos ojos naranjas rojizos brillantes, mirándome fijamente.
Ve y lee el primer capítulo, sé que quieres, no te arrepentirás
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4:44 am, Y las razones por las que no deberías seguirle
FantasyMe congelé, mi cuerpo entero se paralizó. Sentí la presencia, la presión de algo que me estaba mirando. Alguien estaba aquí, en la misma habitación que yo. Con miedo, giré la cabeza lentamente hacia lo que sea que me estaba observando. Y ahí los vi...