Capítulo 3.- ¿Rescate o suicidio?

19 0 0
                                    

Grace volteó la mirada hacia mi con un poco de duda, me abrazo fuerte.
-John, tenemos que salvar a esas personas.
-La miré asintiendo con la cabeza y me separé de ella. Comenze a caminar hacia la puerta mientras desenfundaba mi arma.
-¿John?- Dijo confundida.
-Prepárense... -Me detuve, suspire mirando el rojizo cielo y me dí vuelta- Es hora de la cacería.
Todos allí se quedaron sorprendidos. Sus expresiones en el rostro me lo demostraban.
De inmediato bajé hasta el sótano, tomé 3 cargadores que puse en mi bolsillo rápidamente.
Me tomé un pequeño tiempo para ver como iba todo en la casa. Sorpresa, todo parecía ir de maravilla, el orden y el poco ruido que había era hasta cierto punto tranquilizante. Pero no era momento de relajarse.
-¡Grace!-Se escuchó mi grito imperativo por toda la mansión.
Inmediatamente mi hermana bajo con 7 hombres y 5 mujeres. Sé detuvieron frente a mi, mirándome a la espera de órdenes. Mi impresión fue demasiada al darme cuenta de cuenta confianza depositaba en mi toda esta gente.
-¿Para qué tantas personas?-Pregunté con un burlesco tono de voz.
Grace me miró frunciendo el seño, parecía algo ofendida.
-Eh... Bueno, si vamos unos cuantos las probabilidades de pérdidas bajarán, si vamos todos seríamos un blanco lento y fácil.-Dije encogido de hombros.
Mi hermana suspiró y me dio un pequeño golpe en la cabeza desaprovatoriamente.
-No reuní a toda esta gente sólo para jugar, busca que hacer.
-Ugh...- Me molesté un poco. No tenía tiempo para pensar mucho, tenía que tomar una estrategia fácil y eficaz.- Bien, haremos lo siguiente. Nos dividiremos en tres grupos, en cada grupo habrá un jefe, en este caso... Robinson.- Una chica de baja estatura, con la piel oscura, cabello largo y traje deportivo, poseía unos ojos color miel radiantes, una esbelta y muy bien formada figura.- Tu liderarás el grupo de cobertura. Josheph.- Volví a mencionar un nombre y de inmediato se acercó a mi un chico de estatura promedio, con cabello estilo militar color castaño y con ojos oscuros, era delgado y joven, casi tanto como yo.- Tú liderarás el grupo de distracción.
Trago saliva lista para explicar mi loco plan. Aclaro la garganta y miro a los líderes de cada grupo y a Grace, ella estaba sorprendida de que no la haya elegido como líder de grupo.
-Un pequeño grupo, el de cobertura, subirá a los tejados y nos cubrirá si estamos en problemas, estos deben ser perfectos tiradores. Un grupo de 5 personas irá conmigo en la calle, iremos rápido, intenten no llamar mucho la atención, sin embargo está infestado el vecindario, así que es razonable hacer mucho ruido, pero para no poner la misión en riesgo un tercer grupo de cuatro personas se encargarán de la distracción. Iremos por el este, es el lugar menos infestado. Cuando estemos por llegar a la calle Franklin, donde hay muchos más mordedores el equipo de distracción hará llover una gran ráfaga de balas al oeste, los monstruos los perseguirán, pero ustedes estarán arriba de la casa, no creo que puedan escalar, por tanto, estarán seguros. El grupo de cobertura estará en las casas de la izquierda, el equipo de distracción por la derecha y nosotros por el medio, en la calle.
Todos me miraban muy atentos, el plan era muy peligroso, todos nos poníamos en riesgo, pero era necesario. Necesitaríamos tanta ayuda como pudiéramos.
Procedí a entregarle un walkie talkie a cada líder de grupo.
-Reporten todo lo que pueda servir.
Me doy media vuelta y ahí está Grace, estática con una expresión de molestia.
-Se que es muy arriesgado y no muy bien planeado, pero es lo único que tenemos. Cuidate mucho.- La abracé fuerte por 4 segundos sintiendo el embriagante aroma de sus ebras. Me sentí en un fantástico paraíso, hasta que sentí un fuerte y sumamente incómodo ardor en mi brazo. Al abrir mis ojos noto que Grace me está pellizcando, en su rostro se refleja el enojo, una expresión característica de ella, pues infla una mejilla, frunce el ceño y te mira directo a los ojos de una encantadora manera.
-¡A-auch! Eso me dolió... -Aparto mi brazo y hago pucheros-
-No irás sólo allá afuera.
-Pero no iré sólo... Me acompañará mucha gente.- Giro los ojos. De nuevo el sentido del deber de hermana mayor aparece(Sobreprotectora psicópata, casi), giro los ojos y tomando su cabeza de las mejillas le digo con un fuerte y seguro tono de voz.
-¡Grace! Mirame...-Aparta la mirada rebeldemente- Mirame Grace.- Hablo imperativamente y con cierta dificultad ella obedece.
-Y-yo...
La interrumpo.
-Escucha... estaré bien, esta gente confía en mi, y yo confío en ellas, estaré bien. No lo dudes. Regresare aquí, contigo, no te dejaría sola nunca, ¿Lo entiendes?- Le pregunté con una sería y tranquila expresión facial.
-No entiendes...- De sus hermosos ojos esmeralda comenzaron a brotar lágrimas y sus hermosos labios comenzaron a torcerse.- Si algo te pasara... Yo... Yo no se que haría John... No se que haría sin ti.
Inmediatamente la volví a abrazar. Entre la nube de cabello en la que mi cabeza se encontraba le respondí consoladoramente.
-Lo entiendo, pero te necesito aquí, el lugar sería un desastre... Aparte, eres mi última defensa, si algo no sale bien correre sin parar hasta llegar aquí, y necesito que estés lista para matar a cualquiera que desee hacernos daño.- Me separo y la miro a los ojos con cierta dulzura y sonriendo ampliamente. Con mi dedo índice tocó la punta de su respingada nariz de una juguetona manera.- ¿Lo harías por mi?
Se limitó a sólo asentir con la cabeza mientras secaba sus lágrimas.
Tomo mi arma separandome de ella y me dirijo directamente a la puerta de salida con la mirada segura y sin miedo.
-¡John!- Grita una persona a lo lejos. Al voltear me encuentro con Jerry, su frente brillaba por el sudor en ella.
Me detengo mirándolo, el acerca a mi con una mochila verde y me la entrega.
-¿Y esto?- Pregunto confundido.
-Lo necesitarás. Por si las dudas.- Dijo ladeando la cabeza y encogiéndose de hombros.
-Gracias. Cuida a mi hermana en mi ausencia.
-Lo haré, suerte.- Dijo esperanzado.
Continué caminando hasta llegar a la puerta, todos estaban esperándome. Oh dios, esta será una buena anécdota.
-Es hora. Necesitamos terminar rápido. Sólo queda una hora de luz. Vamos.-Abro la puerta, salgo y volteo hacia todos lados. Sólo encontré cadáveres tirados en el suelo. Levanté mi vista hacia el tejado de la mansión y pude observar a los vigías sonriendo. Grace estaba allí, pero no parecía feliz.
-Subamos a los tejados.- Dijo Robinson con severidad. Joseph dijo lo mismo, ambos escuadrones subieron a los tejados, distracción por la izquierda y cobertura por la derecha. La distracción era rápida, demasiado, se movían con mucha agilidad.
- Espero que estén listos.- Dije seriamente a los chicos que quedaron detrás de mi sin siquiera verlos. De la nada me di cuenta de que mi miedo hacia esas "cosas" habían desaparecido totalmente, ahora ya no son más que distantes ecos de lo que alguna vez fueron. Miré la calle a la distancia, habrían aproximadamente unos 80.
-¡¿Cómo diablos llegaron tantos?!- Preguntó el señor Martínez. Un puertorriqueño adulto de 30 años de edad, más o menos, de oscuro cabello, tez ligeramente morena, ojos verdes, con una puntiaguda nariz y barbilla partida. Se veía muy musculoso.
-¿Qué, tienes miedo de que muerden tu patético trasero mexicano?- Le respondió Casey Holigan. Una chica de gran estatura y fuerte carácter. De aproximadamente 26 años, cabello totalmente rubio, esbelta figura, tez muy clara y ojos azules. Poseía unas caderas grandes y un busto demasiado grande. Hablé con ella un par de veces durante la inútil guardia que mantuvimos hace 3 meses, aseguró que era de origen noruego.
-Deja al aborigen en paz, Holigan.- Habló burlescamente Ted Newman, la persona más engreída del grupo. Estatura muy alta, pero de complexión muy delgada, tez lechosa y cabello pelirrojo con pecas adornando su rostro.
-Callense todos. Debemos apurarnos.- Agregué algo molesto. Mire a Martínez, parecía furioso por las ofensas que sus compañeros le regalaron.
Poco entusiasmados por la idea de que un chico de 16 años esté a cargo de una misión que pone en peligro sus vidas guardaron silencio y me miraron a la espera de órdenes.
Tomo mi walkie talkie y hablo a través de este presionando un botón.
-Aquí equipo de rescate, ¿Están listos?
-Aquí Cobertura, todo listo.
-Distracción a la espera de órdenes.
Suspiro y hablo con un fuerte tono de voz, la orden era para todos, incluyendo mi equipo presionando el botón.
-En marcha.
Comenze a correr. Los mordedores se encontraban a 300 metros de nosotros, yo esperaba que mi equipo me siguiera, miré por detrás y así fue, estaban más que listos para.vengarse.
-¡No tengan piedad!- Grité al estar a 50 metros de un no-muerto.
Desenfundo mi 9mm y comienzo a disparar a la cabeza de los enemigos. Mi equipo hizo lo mismo, sin embargo intentábamos matar sólo a los que se interpusieran en nuestro camino. Cobertura se encargaría de los demás, y así fue, me alegro de que hayamos tenido silenciadores en nuestras armas, y también, de que mi funda tuviera un agujero para que el silenciador pudiera pasar a través.
Íbamos a un paso rápido y constante, cobertura mataba a todo lo que nos pudiera atacar por atrás o por el flanco derecho, el flanco izquierdo era problema nuestro.
Las ráfagas de balas eran casi totalmente silenciosas, él sonido del aire comprimido era lo único audible en ese momento. Nadie reportaba en el Walkie, pues no había nada que reportar. Entonces todo iba a la perfección, cada vez nos acercabamos más a la calle St.Franklin en donde los soldados que previamente habíamos avistado luchaban por sus vidas.
Escuché un alarido de dolor detrás de mi. Voltee y vi cómo, a la distancia, Greg Simons(Un hombre bajo, robusto, piel oscura, con barba larga y espesa) era devorado por tres mordedores, uno mordía su mano, mientras, otros dos se llevaban un festín con su pierna derecha. Sus gritos no pararon hasta que un monstruo más le rompió el cráneo estrellándo la cabeza del señor Simons contra una puntiaguda roca que se encontraba en el suelo. No pudimos hacer nada más que aumentar nuestra velocidad, no le temía a los mordedores, ya no, mis disparos eran precisos, al igual que el del resto del grupo y el equipo de cobertura.
Finalmente llegamos a la esquina de la calle St. Franklin. Mi walkie sonó. La voz era de Joseph.
-Aquí equipo de distracción, estamos listos y con ganas de eliminar.
Tomé el walkie talkie y respondí. No me asombró el que hayan llegado al objetivo tan rápido, al fin y al cabo ahí estaban los más ágiles.
-A mi señal comenzarán a disparar. Estén alertas.
Continué hacia la derecha, la calle se veía menos infestada, eso hasta que de una tienda comenzaron a salir decenas de mordedores. Después de dos minutos salían más de los distintos lugares de la calle. En poco tiempo la calle se plagó casi en su totalidad. Era casi imposible pasar sin que nos rodeaban. Así que hice una señal para escondernos detrás de un muro de concreto.
-Son demasiados.- Dijo Mary asustada, muy asustada, tapando su corto cabello color negro-cobrizo con el gorro de su chaqueta negra y limpiando la tierra de sus bronceados pómulos. Su escarlata mirada era la de una gatita en peligro.
-Bah. No son nada... Tranquila Mary. Estás conmigo.- Agregó Ted con su característico tono de voz chillón. De repente una rata pasa por los pies del chico pelirrojo y este suelta un grito de pánico muy patético.
-Zanahoria, harás que nos encuentren. Ya callate. -Dijo susurrando Martínez.
El latino tenía razón. Más temprano que tarde empezamos a escuchar los divagantes gruñidos de mordedor cerca de nosotros.
Supiré, tome el walkie walkie y presioné el botón.
-Comienzen a eliminar.
Tan pronto como hablé el sonido de las balas disparandose e impactandose se escuchó por toda la callé, más aún cuando alguien de la distracción activo un explosivo.
"¡¿De donde diablos sacaron granadas?!"
Nos preguntamos todos en nuestras mentes.
-Vamos. Hay que apurarnos.- Asomé mi cabeza por el muro y vi que sólo había un 30% de los mordedores que había antes. El equipo de distracción fue una muy buena idea.
Enseguida hice una seña para que el grupo saliera.
Al salir, el aire disparado de igual manera se escuchaba, como un fuerte zumbido, pero nada más.
A la distancia pude divisar al humbee con varios soldados resistiendo. Disparando para sobrevivir. Al acercarnos más pudimos notar que sólo tres disparaban, mientras otros cuatro estaban heridos y siendo atendidos médicamente.
Para cuando el grupo de soldados notó nuestra presencia sus rostros expresaban descontento.
A pesar de que evidentemente desconfiaban de nosotros siguieron disparando a los mordedores que los tenían rodeados y, obviamente, nosotros hicimos lo mismo. Los mordedores que rodeaban a los soldados eran muchos, sin embargo fueron erradicados más rápido de lo que creía, pues cobertura roció balas sobre ellos.
Los tres soldados que disparaban, al ver que habían ganado una batalla que perderían se fueron a ayudar a los heridos, a excepción de uno, que simplemente decidió sentarse contra el vehículo blindado. Miró su reloj y observó el cielo como si ese fuera su último momento de vida.
Me acerqué a él, con mi arma enfundada y mi semblante serio.
-¿Que hacen aquí, en la calle?
-Eran demasiados zombies. Teníamos que parar, pues cuando nos dimos cuenta ya estábamos rodeados. ¿Y ustedes que hacen aqui? ¿Porqué están aún en este lugar?- En ningún momento apartó su mirada del cielo. Era extraño.
Frunso el ceño y ladeo mi cabeza. Era obvia la razón.
-Pues vinimos por ustedes. Los vimos desde nuestro hogar. Es un rescate.- Sonrío ampliamente esperando que el militar se sienta con una mejor moral. Sin embargo, me miró por unos segundos para decirme unas palabras.
-Esto no es un rescate chico. Es un suicidio.- Volvió a poner la mirada en el cielo, está vez abrió más los ojos.
¿Porqué miraba tanto al cielo de esa manera?
Voltee y vi algo terrorífico. Bombarderos clase Abejorro nos sobrevolaban. Eran más de diez, de inmediato posé la mirada en mi hogar con escalofríos recorriendo mi columna vertebral.
-¡Grace!

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Hey! Hola chicos, espero que hayan disfrutado de este capítulo. La verdad es que se me hizo más largo de lo que esperaba. Y pues nada, si les ha gustado no olviden votar, si gustan compartir su opinión acerca del cap pues la caja de comentarios está siempre abierta.
Les deseo una linda lectura.
-GeoCor.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 23, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Aun con vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora