𝘛𝘢𝘵𝘢𝘳𝘪𝘔𝘰𝘬𝘬𝘦-り蛙祟

Tres.

—El deseo en que mis palabras sean creíadas y escuchadas—

“Si te dijera la verdad...¿Saldrías huyendo?”
-CS

Los días pasaron rápidos como nunca antes, sin duda SooBin podía sentir el tiempo irse mejor acompañado. Ahora entendia porque todos sentían el último año irse en un abrir y cerrar de ojos.

Y es que era espectacular cada día que había estado teniendo en la escuela al lado de YeonJun, ¿Quien diría que en tan sólo dos meses podría consolidar una gran amistad? Era claro que la compatibilidad entre ambos era enorme e incluso... Incluso sentía un cosquilleo extra en su pecho cada que lo veía.

A Taehyun no le gustaba nada eso.

—¿Qué dices? —Asombrado preguntó.

—Creo que me gusta YeonJun ¿Es eso raro? —Suspiró enamorado arrojándose a su cama boca arriba, con sus manos intentó alcanzar el techo— No lo sé Taehyun, cada que lo veo siento algo en mi estómago y no puedo dejar de sonreír, es como adictivo.

—Eso que sientes en tu panza son ascos —Aseguró ganándose una mala cara— ¿Qué? Ese tal Yeonhun no es tan atractivo.

—YeonJun —Corrigió por milésima vez— Y no se trata si es atractivo o no, por supuesto que lo es. Solo... Solo siento diferente cuando estoy a su lado, me hace tan feliz —Sonrió y tomo asiento— Le diré.

—¿Qué le dirás?

—Que me gusta, le diré que me gusta —Se puso de pie y su hermano intervino en el camino— ¿Qué ocurre Tae?

—¿Perdiste la mente? —El mayor le vio con confusión— Ese chico no es bueno para ti, puedo sentirlo.

Soobin soltó una risa— ¿Disculpa? ¿Cómo puedes estar tan seguro de eso? Señorito nunca tuve pareja en mi vida.

—¡Yah! ¡No se trata si tuve o no pareja! —Chilló— Cada que te vas con él no puedo ir con ustedes, aun así tu me quieras ahí, es tan raro... Como si tuviera un escudo —Hizo una mueca— A parte es muy raro.

—¿Raro? El único raro aquí soy tratando de hablar contigo —Le hizo a un lado y fue directo a su closet— Hoy nos veremos en un café a las seis de la tarde, depende como salga todo le diré.

— ¡No!

Un zumbido le aturdio por todo su ser y un pesado aire le hizo tambalear.

—¡TAEHYUN! —Enojado gritó.

—¿Soobin? —Su puerta se abrió con delicadeza de repente. El joven paró los ojos sorprendido y se aferró al sueter que justo había tomado entre sus manos.

—¿Mamá? V-Volviste antes —Dedujo y la mujer asintió con una pequeña sonrisa.

—Me dio una fuerte migraña así que me dieron el día libre —Asintió e hizo una mueca con sus labios al no saber que más decir. Últimamente la relación con sus padres no había sido tan cercana como antes.

No desde ese día.

—¿Hijo?

—S-Si —Se despabiló rápidamente, confundido, pues no recordaba en que momento su mente fue a divagar tanto.