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El día había estado tranquilo como para que el estadounidense estuviera durmiendo toda la tarde, no tenia nada pendiente que hacer y aprovechó dormir ya que el sueño lo vencía.
Canadá estaba de viaje con unos amigos pero no sabía para qué ni le importaba, da igual que le enviara mensajes de que todo esté bien, no había nadie en la casa excepto él y su mascota nueva; un perro cariñoso que le encanta recibir y dar amor, no se esperó de que el canadiense trajera un regalo para que el americano no se sintiera solo, por ahora.
Deslizando suavemente las publicaciones que salían en aquella aplicación a través del teléfono, enrollado con la cobija mientras el calor se absorbía poco a poco, nada interesante pasaba en esos momentos, solo escuchaba pasar las bocinas de los carros y las personas haciendo ruido como siempre, pero para él es como si fuera la única potencia que vive en aquel mundo sin algún arreglo.
El sonido de la puerta hace que se pare de golpe causándole un mareo preciso al gringo, imaginaba que era su ''crush'' que se encontraba detrás de esa linda puerta de color blanco con estrellas de color dorado pero solo son escenarios que nunca pasaran.
'' i miss you ): ''
— Oh bonjour fils... Comment ça va ? ( Oh hola hijo... ¿Cómo estás? ) — Aquella mujer de baja estatura, elegante y de buenos modales había entrado a la casa con una sonrisa en su rostro.
El estadounidense estaba orgulloso de ver a su madre frente a él, tenia bastante tiempo que no hallaba contacto entre ellos, ni mucho menos llamadas, nada. Una parte de el había llegado, estaba tan entusiasmado que sus pensamientos negativos se fueron por completo, haber pasado la infancia con el cuidado de su biológica madre era tan especial.
Un momento único de madre e hijo.
—Mother, how long! ( Madre, ¡cuanto tiempo! ) — Ellos no se comunican en español fluidamente, debido a que la francesa no sabe perfectamente ese idioma, solo algunas palabras que le había ensañado el gringo.
Minutos después, la francesa tocaba con amabilidad aquel lindo animal que invadía por todas partes ese gran lugar, esperaba que su hijo terminara de alistarse para ir al centro comercial. Pasar un rato juntos en familia aunque sea poco pero para aquel chico de 50 estrellas todas las personas que le hacen sentir bien, es un paraíso.
A veces se cuestionaba de su personalidad, ¿por qué el era así?, ¿por qué confiaba tan rápido?, ¿cuál es aquel pedazo que le hace sentir insuficiente? no entendía.
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