Déjate Amar (Milo & tu)

5

Después de tomarnos las malteadas, Milo pago como lo había prometido y luego nos subimos al auto para ir directo al Hospital, pero en el camino de nuevo Milo puso música, tenía que admitir que este chico tenía buen gusto musical, o por lo menos era igual al mío, me gustaban mucho esas canciones, yo no las cantaba ya que la verdad no me gustaba mi voz y me daba un poco de pena, en cambio Milo cantaba alto y tenía una voz hermosa, solo me quedaba mirándolo y riendo, este chico tenía un algo que lo hacía especial y eso era muy agradable, luego de estar casi todo el día molesta con él porque no sabía hacer nada, me di cuenta que la verdad es un chico muy carismático y divertido.
Al llegar al hospital le di las gracias por traerme, pero antes de que me pudiera bajar el me detuvo.
-Te puedo llevar a tu casa
-No, no te molestes, de verdad me iré en un taxi
-No, yo te llevo, es mejor que tu hermana esta cómoda aquí que en un taxi
-Milo...
-¡Vamos! No es ninguna molestia para mí
-Siento que estoy abusando de ti, de verdad no es necesario
-No seas tonta, yo las llevo, déjame estacionar el auto.
-Eres necio
-Lo sé
Milo estaciono el auto y yo me baje, el me siguió por todo el trayecto hasta llegar a la recepción, pregunte por el doctor Johnson y ella me dijo que esperara un momento, me fui a sentar con Milo a la sala de espera para esperar al doctor, estaba un poco nerviosa, no sé por qué, pero solo espero que todo esté bien.
-_______-Alce mi cabeza y mire al doctor parado al frente mío
-Doctor-Me pare- ¿Cómo esta Sarah?
-Excelente, ha hablado con todos y se ha divertido con todos los que pasan por su habitación-Eso me tranquilizo y me hizo sonreír- Puedes pasar a vestirla, ya sabes su habitación.
-Ok doctor, muchas gracias.
-Recuerda lo que te dije ayer, trata de hacer que no se sienta así
El doctor se despidió de mí y yo me fui a la habitación en la que estaba Sarah, le dije a Milo que esperara que ya veníamos, Milo solo me regalo una sonrisa. Al llegar a la habitación encontré a Sarah hablando animadamente con una de las enfermeras, una mujer de unos 40 a 50 años, siempre que Sarah venia ella la iba a visitar, no sabía su nombre pero era una mujer muy encantadora, me recordaba a mi mama.
-¡_______!- Sarah me miro con un rostro de felicidad y yo la fui a abrazar
-Mi princesa te extrañe mucho.
-Solo fue un día tonta-Me dijo riendo
-Pero igual, en la mañana se sentía muy sola la casa, nunca más te dejara aquí.
-Está bien, está bien
-Bueno, yo me retiro –Dijo la enfermera sonriendo
-Adiós –dijimos Sarah y yo a la vez
Me dirigí al closet y ahí estaba la ropa de Sarah, ella tiene su ropa aquí porque pasa mucho tiempo en el hospital, el doctor hizo todo para poder dejar que hicieran eso, todos en el hospital le tenían mucho cariño, ella desde que fue diagnosticada viene aquí y muchos dicen que es un milagro que siga viva, lleva 4 años con la enfermedad y aún no tiene ningún tipo de trasplante y no muchas personas viven tanto con leucemia, le hemos hecho varios tratamientos y gracias a Dios, mi princesa sigue conmigo.
Le puse a Sarah un blue jean una camisa blanca, sus botas favoritas y un gorrito para tapar el poco cabello que tenía (A ella no le gustaba salir sin gorros)
Sarah y yo salimos de la habitación y fuimos a donde estaba Milo, nos acercamos a él, el cual estaba distraído con su teléfono, Sarah me miro muy extraño cuando nos acercamos a él.
-Milo- El levanto la mirada y me miro a mi primero y luego a Sarah- Ella es mi hermana Sarah
-Hola hermosa –Dijo Milo poniéndose a su altura
-Hola-Dijo mi hermana con una sonrisa tímida, no le gusta las personas nuevas
-Bueno, ¿podemos irnos ya?-Dije yo
-Claro, vamos
Camine de la mano de Sarah hasta el auto de Milo, ella se montó en la parte de atrás y miraba el auto con asombro, yo me monte de adelante y Milo, obviamente, de conductor.
-¿Te gusta la música? –Pregunto Milo a mi hermana
-Sí, mucho
-¿Te gusta alguna canción en especial?
-Mmm sí, me gusta mucho una.
-¿Cómo se llama?
-Somewhere Over The Rainbow
Sentí un escalofrío al escuchar la canción que ella había dicho, esa era la canción que mamá nos solía cantar, cuando yo era muy pequeña siempre me la cantaba y luego mi mamá se la cantaba a Sarah, Milo puso la canción y me pidió la dirección de mi casa, se la di y yo me perdí en mis pensamientos, me perdí recordando como mi madre me cantaba, recordé su hermosa voz, recordé como siempre sabia como tranquilizarme con esa canción, era increíble que Sarah aun la recordara.
La canción estaba a punto de terminar cuando llegamos a casa, vivimos muy cerca del hospital por cualquier emergencia.
Sarah se bajó del auto rápido sin despedirse de Milo, yo solo lo mire y sonreí y me baje del auto, abrí la puerta de la casa y Sarah entro y fue a su habitación rápido, mire que Milo aún no se iba, pero igual cerré la puerta, fui a la cocina para hacer la cena de Sarah para luego poder dormir, iba caminando a la cocina cuando escuche el timbre sonar, fui hasta la puerta de nuevo y la abrí para encontrarme con Milo.
-Olvide pedirte algo
-¿Qué olvidaste pedirme?
-Tu número telefónico, ¿me lo darías?
-Claro, dame un momento
Me dirige a la sala de la casa y tome un block de notas que siempre tenía, anote mi número y volví a la puerta para dárselo a Milo
-Ok, gracias, Adiós
-Adiós, descansa y muchas gracias
- De nada y tu igual descansa
Cerré la puerta y volví a la cocina para poder hacer lo que estaba haciendo antes, cuando termine lleve la comida a la habitación de Sarah, siempre comemos juntas en su habitación
-¿Puedo pasar?-Pregunte atreves de la puerta ya que estaba cerrada
-¿Traes comida?-Pregunto ella gritando
-Siii!!
-Sí, puedes pasar
Entre a la habitación y mire a mi pequeña hermana con una expresión de sorpresa
-¿Qué?-Pregunto ella haciéndose la inocente
-Solo me dejaste entrar porque traje comida, eres cruel e interesada
-No me culpes, tengo hambre
-Está bien toma 
Le di su comida y las dos comenzamos a comer viendo su programa favorito, era infantil pero me gustaba mucho, tal vez porque ya estoy acostumbrada me comienzan a gustar esos programas, cuando terminamos de comer lleve a la cocina los platos para lavarlos y recordé que le iba a mostrar una canción a Sarah, tome la computadora y la lleve a su habitación, cuando entre me di cuenta que Sarah ya estaba con su pijama y ya no tenía su gorro, se veía su cabello, aún no tenía mucho porque hace 3 años lo había perdido, pero luego volvió a crecer un poco, no llegaba ni a su cuello, pero la verdad se veía muy hermosa así, o entiendo como no le gustaba que la vieran, el color de su cabellos era caoba natural, era hermoso y corto se veía muy bello en ella.
-¿Estas cansada?
-No, aún no
-Ayer escuche esta canción que me pareció hermosa, ¿la quieres oír?
-Claro  y las dos lo miramos, durante el video Sarah sonreía al ver a niños felices como son, sabía que esa canción le iba a gustar.
Al terminar el video Sarah me miro con los ojos llorosos y con una sonrisa.
-¿Seguiremos?
-Hasta el final mi princesa-le dije sonriente y la abrace- Te amo
-Yo también, ¿Puedo pedirte algo?
-Lo que quieras 
-¿Puedes cantar Somewhere Over The Rainbow, como lo hacía mamá ?
-Claro
Comencé a cantar esa canción que mi mama nos había enseñado, tal vez para algunos la canción sea tonta, pero para nosotras lo es todo, fue inevitable llorar, solo recordar la voz de mi madre al cantarla me ponía mal, al terminar de cantar note que Sarah se había quedado dormida, me levante de la cama y me puse mi pijama, antes de quedarme dormida mire la foto que tenia de mi padres con nosotras dos hace unos 5 años atrás, la tome y la abrace a mí.
-No saben cuanta falta me hacen.