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A las 4 de la tarde Milo y yo no teníamos nada que hacer y Sarah sale de la guardería a las 6 de la tarde, de nuevo Milo se ofreció a llevarme a comer en el almuerzo y aunque me negué mucho de nuevo me convenció, ahora ambos estábamos sin nada que hacer.

-¿Quieres acompañarme a hacer algo? –Pregunto Milo
-¿Qué cosa?
-Algo, ¿Vamos?
-Claro

Fuimos en su auto a no sé dónde y en todo el camino hablamos del día y de sus mejoras al repartir café, me conto varios chistes, bastante malos pero igual me reía de ellos, me sentía bien al estar con el.

-Llegamos

Mire por la ventana y puse mala car cuando vi donde estábamos

-Vamos

Nos bajamos del auto y fuimos hasta las oficinas donde se pagan los impuestos y los servicios, Milo iba a pagar todo lo que debía, lo sabia

Caminamos hasta las oficinas y como lo sabía pago todo, era una cantidad muy alta y de verdad me sentí algo mal por eso, sentía como si yo no fuera capaz de hacer eso, de verdad no me gusta para nada que Milo haga lo que haga, odio eso.

Después de pagar todo Milo y yo fuimos por Sarah, el camino fue muy distinto, fue tan diferente, yo me sentía mal y él respetaba eso, por eso tampoco me hablo mucho.

Cuando llegamos a la guardería y Sarah vio a Milo se le ilumino el rostro y fue corriendo a él y no a mí, como lo hacía siempre, la mire con cara de sorprendida y ella rio y luego me abrazo a mí, Milo se rio y nos llevó a casa. De nuevo Sarah hablo con Milo todo el camino y Milo le seguía la corriente, yo solo los miraba y sonreía, de verdad me agrada que a Sarah le caiga bien Milo y viceversa.

Al llegar a la casa le ofrecí a Milo pasar y el acepto, lave los platos mientras que Milo y Sarah miraban televisión, era algo raro, muy pocas veces Sarah le caen bien las personas, luego de terminar lo que hacia comencé a hacer comida para los 3.

Cuando termine lleve la comida a la sala y allí comimos mientras veíamos "Jorge el curioso" uno de los programas favoritos de Sarah y a decir verdad el mío igual, ese mono me da muchas ternura, reí por mi pensamiento y Milo me miro con duda y yo solo negué con la cabeza tratando de decir que no pasa nada, seguimos los 3 viendo el programa y a decir verdad estábamos hipnotizados mirando y poco a poco vi que Sarah se recargó en Milo y se empezaba a quedar dormida.

Luego de terminar de ver el programa Sarah estaba totalmente rendida y Milo la cargo hasta su cuarto, le dije que la dejara así y yo la vestiría después, bajamos de nuevo y el anuncio que se iba a ir y que mañana me volvería a recoger, y me digo que ni se me ocurriera decir que no porque igual me buscaría.

-Bueno, no diré nada, si tú quieres me buscas
-Sí, sí quiero y las llevare así todos los días y ya sabes, sin peros
-Está bien, no te diré nada
-Muy bien, me voy mi mamá se desespera si no le aviso donde estoy
-Ten cuidado
-Lo tendré, adiós –Me envolvió en sus brazos y me dio un beso en la frente y luego me susurro –

Cualquier cosa que necesites, no dudes en llamarme

-Lo hare, gracias por todo

Me sonrió y se fue en su auto, yo volví a entrar en la casa y acomode todo, para luego subir y cambiar a Sarah, yo fui a mi habitación y me quite mi ropa, para tomar un toalla y tomar una ducha refrescante, cuando salí de la ducha me cepille los dientes y me puse una pijama muy cómoda que era de mi mama, y luego me acosté en la cama y me quede pensando en lo maravilloso que es Milo conmigo, de verdad siento que es como un ángel que mando Dios para ayudarme, porque nadie es capaz de hacer lo que ha hecho el con tan poco tiempo de conocidos, de verdad lo aprecio mucho, es primera vez que tengo un amigo de verdad.

Déjate Amar (Milo & tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora