QUIERO ESTAR CONTIGO (L.S.)

VII

—No puedo seguir faltando a clases porque sí —dijo el omega por sexta vez, tratando de convencer a su amigo de que estaba bien y podía asistir a clases sin ningún problema.

—Lo sabemos, Lou, pero puedo pasar por tus maestros para pedirte tus tareas y asignaciones. Solo para mañana— Thomas dijo de nuevo.

Luis resopló. —¿Y qué voy a hacer aquí mientras tanto?— Pregunto molesto.

—Puedes colorear... las paredes—. Louis y Harry levantaron una ceja y se cruzaron de brazos al mismo tiempo. El alfa menor se río, —bueno, eso no. Puedes leer, Lou, te encanta leer, mmm escribir o ver televisión y escuchar música— se encogió de hombros y se dejó caer en el sofá- hay muchas cosas que puedes hacer, además solo será un día. "

—Pero Tom—, pronuncio el nombre con un puchero y Thomas se ríe suavemente.

—está bien, llamaré a algunos amigos, estoy seguro de que los amarás— , ofreció, —son dignos de confianza, te lo aseguro. Nos conocemos desde que estábamos en pañales y son buenos chicos. Son dos alfas y un omega, te van a gustar —aclaró al notar los rostros de Louis y Harry.

Louis lo pensó por unos segundos, le gustaba mucho la idea de hacer nuevos amigos pero no sabía si eso molestaría a Harry, así que se negó —Me encantaría conocer a tus amigos, Tom, pero el apartamento no es mío y yo no puedo decidir eso— hablo suavemente.

El alfa infló sus mejillas. —Correcto. Lo siento—, dijo el alfa avergonzado por lo que intervino Harry.

—Si eso te hace sentir tranquilo y sin aburrirte, pueden venir. Siempre y cuando te sientas cómodo con eso y sean realmente confiables— los calmo suavemente y la cara del omega se iluminó de inmediato.

—¡Gracias!— Thomas y Louis dijeron al mismo tiempo. Harry asintió con una media sonrisa, sin mostrar los dientes ni los hoyuelos.

—Está bien, les diré que vengan mañana temprano. Salieron de la universidad hace unos días, así que no habrá ningún problema y también les he hablado de ti y se mueren por conocerte—, sonrió y el Omega se sonrojó.

El alfa mayor se aclaró la garganta. —Me tengo que ir, tengo que hacer algunos trámites—, advirtió Harry, poniéndose de pie y Louis resistió el impulso de hacer un puchero y aferrarse al alfa para evitar que se fuera, —siéntete libre de hacer lo que quieras. Nos vemos mañana después de la escuela, traeré comida— se despidió de ambos y salió del apartamento sintiéndose bien y lleno del olor a omega que empezaba a soltar sin darse cuenta.

Una vez que el profesor salió del apartamento, Thomas miró a Louis con las cejas levantadas.

—Es lindo—, dijo, —algún día le pediré perdón por haberle dicho: amargado, tonto, cara de culo y gruñón. Mientras tanto lo dejare así— el omega del río —en serio, me gusta que te esté ayudando, no sé por qué lo hace, pero sé que no lo hace con malas intenciones. Y es muy guapo—, levantó y bajó ambas cejas haciendo que el omega se sonrojara.

—Cállate—, murmuro suavemente y suspiro, —Yo tampoco sé por qué lo hace, pero estoy agradecido. Su compañía es agradable y mucho mejor que la de Patrick—. Se encogió de hombros, moviéndose de su sitio para sentarse al lado de Thomas.

—Definitivamente sí—, estuvo de acuerdo, —sobre eso, ¿cómo se lo tomo Kate?— preguntó mientras se estiraba en el sofá y ponía su cabello lacio sobre los muslos de Louis.

El omega casi se ríe al recordar que su madre no se había opuesto —bastante bien, al principio pensé que se negaría, pero luego Harry llegó a casa y...— el alfa levantó la cabeza del regazo del omega y lo miró. él con los ojos saltones.