Favorite (Dreamer) - Jaeyong [Adaptación]

Capítulo 67

Taeyong estaba muy avergonzado. Estaba aburrido de estar solo en la habitación, así que salió a dar un pequeño paseo. Hacía frío porque era otoño, así que se puso ropa y zapatos cómodos.

El jardín estaba muy bien decorado. Como había llegado el otoño, todo tipo de hojas otoñales estaban coloreadas, por lo que era muy bonito. El otro día recordó que, cuando solía trabajar, había tomado nota de las características del complejo Keystil, y que Éste estaba muy bien cuidado.

‘Los árboles están bien plantados para cada tipo y no parecen tener plagas…’

Taeyong era tan versado en plantas como en animales. Y basándose en ese conocimiento concluyó que ‘Keystil es Keystil’.

No pensó en Jung Jaehyun. Y mucho menos en el niño. Simplemente caminó con la mente en blanco. Fue un buen paseo sólo porque caminó sin pensar en nada. Unos 10 minutos después escuchó que lo llamaban, miró hacia atrás, y Jung Jaehyun estaba parado a unos metros de distancia.

Con los ojos llenos de lágrimas.

Taeyong se quedó en blanco durante unos segundos porque no pudo entender de inmediato que Jung Jaehyun estaba llorando. Las lágrimas caían por sus atractivas mejillas.

‘¿Caían?’

Sólo entonces Taeyong reconoció correctamente que estaba derramando lágrimas delante de él. Estaba sorprendido.

“Director Ejecutivo, ¿está usted bien?”

‘¿Está loco? Ha estado fuera de sí últimamente. Pero no puedo creer que esté viéndolo derramar lágrimas delante de mí… Esto es realmente serio’. Taeyong estaba seriamente preocupado por la supervivencia del Grupo Keystil y se acercó un paso más.

“¿Por qué estás llorando? Me asustas…”

“Oh, perdona”.

Jung Jaehyun se sorprendió un poco, se limpió las lágrimas y se dio la vuelta. Ni siquiera sabía que estaba llorando. Taeyong rápidamente lo alcanzó y agarró su antebrazo porque parecía que no podía dejar pasar el estado en el que estaba.

“¿Estás bien?”

Aunque fuera un desgraciado, seguía siendo el padre del niño en su estómago. ¿O tal vez fue porque mostró una nueva faceta? Pero cuando se aferró a él impulsivamente, Jaehyun se dio la vuelta y lo miró con sus ojos rojos. Y se mantuvo mirando fijamente a Taeyong sin decir una palabra.

“…¿Director Ejecutivo?”

Era una expresión que nunca había visto antes. Taeyong no podía entender qué era lo que estaba llenando sus ojos de lágrimas. Pero sentía pena por este ser humano. A pesar de que arruinó su vida de esta manera. Sólo un poco…

“No sé qué me está pasando, pero… ¡Agh!”

Jung Jaehyun tiró de él y lo abrazó cuando intentó darle un ridículo consuelo. Los brazos eran lo suficientemente cálidos como para no asfixiarlo. Hasta el punto en el que el solitario Taeyong se sintió reconfortado.

Los brazos de Jaehyun estaban muy tensos. Taeyong levantó con cuidado su mano y la colocó en su espalda.

‘Está temblando…’

‘¿Qué hace que este hombre esté tan asustado? Es uno de los empresarios con más talento de Corea. La persona que lo tiene todo’.

Taeyong le dio unas suaves palmaditas en la espalda. Por alguna razón, pensó que debía hacer eso hoy.

“…Está bien”.

‘No sabía por qué, pero sentí que tenía que consolarlo’.

“Sr. Taeyong…” “¿Sí, sí?”
‘¿Por qué hablas con la voz tan baja? Es preocupante’.

“Puedes odiarme. Ya que por mucho que me odies, creo que es una parte que tengo que soportar”.

‘¿Y qué quieres decir con eso?’ Taeyong puso los ojos en blanco por encima de su hombro mientras lo abrazaba.

“Pero, por favor, no me dejes”.

Su voz se quebró. Parecía estar mezclada con su llanto. Jaehyun tomó una gran bocanada de aire entre sus brazos y exhaló.

“Por favor, no te vayas. No por mí… Sino por ti. Si alguna vez te pasa algo mientras estás fuera de mi vista, entonces yo…”

Jaehyun no podía hablar y sólo temblaba de nuevo. El alfa, que temblaba como un animal asustado, lo hizo sentir mucha tristeza.

Así que no tuvo más remedio que responder. A pesar de que los sentimientos que solía tener por él todavía no habían regresado.

“…No me voy a ir. No te preocupes”.

Los brazos de Jaehyun lo sostenían. Abrazando fuertemente a Taeyong, se mantuvo temblando durante mucho tiempo. Taeyong se dio cuenta de que sus brazos eran bastante grandes. Tan cálidos y lo suficientemente amplios como para que el viento otoñal no le llegará.

77 por ciento.

Después de escuchar las palabras de Taeyong: ‘Es raro e incómodo que no haya demasiada gente’, Jaehyun volvió a abrir el resort. Sin embargo, para asegurar que su omega, que estaba embarazado, se mantuviera lo más estable posible, sólo se le permitió a los clientes VIP hacer algunas reservas.

Al ver a los niños nadando en la piscina exterior y a los enamorados sentados en el restaurante, Taeyong se sintió un poco más aliviado.

Siempre que se sentaba en el parque, los clientes hablaban con él. Taeyong fue especialmente amable con los niños. Y Jung Jaehyun no estaba para nada contento con que Taeyong hablara con otras personas. Quería volver a echar a todos los clientes molestos, pero no podía evitarlo porque a Taeyong le gustaba.

A medida que el otoño terminaba, el estómago de Taeyong también se fue levantando poco a poco. Las náuseas matutinas disminuyeron gradualmente, pero comenzó a dolerle mucho la espalda.

Jung Jaehyun proporcionó todo lo que Taeyong necesitaba. El obstetra siempre estaba esperando en el complejo, y el chef favorito de Taeyong seguía trabajando en el restaurante. Todo lo que pedía o necesitaba, se le era entregado después de unos minutos de decirlo.

Especialmente, la comida que se hacía en el buffet del resort era increíblemente buena. Y si giraba un poco la cabeza, podía apreciar la vasta naturaleza junto con el aire puro. Como el tiempo se volvió más frío, tuvo que lidiar con los regaños de Jaehyun para poder venir a comer aquí.

Taeyong se dio cuenta por primera vez de que una persona podía estar viva sin siquiera dar cinco pasos al día, gracias a Jaehyun, quien le hacía escándalos y lo tomaba en brazos cuando caminaba aunque fuera un poco.

Al ver como Jaehyun le cambiaba la ropa y se ocupaba de su comida, Taeyong pensó: ‘Tal vez, este tipo haya cambiado bastante’. Sin embargo, teniendo en cuenta como fastidiaba al personal de limpieza y que tenía mal genio con el secretario Park, parecía seguir siendo el mismo.

La presidenta Yoo Inna llegó al resort a finales de otoño, cuando las hojas del parque estaban casi acabadas. El complejo se puso patas arriba. De por sí, la presencia de un director ejecutivo de una empresa filial ya era lo suficientemente aterradora. Por lo que ahora, que la dueña de la empresa estuviera de visita, era una completa emergencia.

Lo mismo ocurría con Taeyong. Se seguía sintiendo un poco incómodo con la presidenta Yoo Inna. Por supuesto, no pensó que viniera a hacerle daño, dado que no ha dicho ni hecho nada hasta ahora.

“¿De verdad va a estar bien…?”

“No te preocupes. No dejaré que te haga nada. Te protegeré pase lo que pase”.

“No, bueno, no tienes que ser tan serio…”

‘…Quizás Jung Jaehyun estaba varias veces más nervioso que yo. Se sentía como si estuviera preparando el armamento antes de enfrentarse al enemigo’.

Y cuando se enfrentó a la presidenta Yoo Inna, Taeyong parecía saber por qué estaba tan nervioso. La presidenta, que apareció con un traje de pantalón completamente blanco que no le sentaba bien en otoño, sonrió y dijo, quitándose las gafas de sol tan pronto como vio a Taeyong.

“Eres más lindo de lo que pensaba”.

Taeyong se inclinó cortésmente y sonrió.

“Usted también es una mujer más hermosa de lo que pensaba”.

La presidenta se rió suavemente con expresión complacida, pero Jung Jaehyun siguió caminando con rigidez sin poder relajarse.

‘¿Debería decirle que está moviendo las manos y los pies al mismo tiempo…?’

Fue un poco divertido porque rara vez se veía algo así.

Las tres personas que se sentaron tras cerrar el restaurante permanecieron en silencio durante un rato. La presidenta miraba a Taeyong con atención, Taeyong no evitó su mirada y Jung Jaehyun miraba al aire sentado a su lado. Sólo la suave melodía de Chopin llenaba el vacío entre los tres.

Sería muy grosero tener una pelea de bolas de nieve con un adulto, así que Taeyong sonrió moderadamente durante todo el contacto visual

con la presidenta. Aunque la mirada sobre él era demasiado descarada, no sintió ninguna intención maliciosa.

“Si tiene algo que decir, hágalo”. Sin embargo, sorprendentemente, fue Jung Jaehyun quien rompió el silencio primero.

“¿Cómo estás?”

Dijo la presidenta con los ojos todavía fijos en Taeyong. Taeyong pensó por un momento si debía responder y miró inmediatamente a Jaehyun. Como para no contestar, Jung Jaehyun empujó la parte superior de su cuerpo hacia adelante, puso ambos codos sobre la mesa y juntó las manos ligeramente.

“Lee Taeyong se quedará aquí conmigo hasta después de dar a luz. El médico ya ha chequeado minuciosamente su condición. Y no hay ningún problema”.

Sonaba como si estuviera dando una sesión informativa. La frente de la presidenta se arrugó.

“¿Es que acaso él no puede hablar? ¿Por qué estás hablando por él?”

Taeyong intervino rápidamente.

“Me va bien y sin ningún inconveniente. El Director Ejecutivo me ha ayudado mucho. Y el niño también está sano”.

No se olvidó de sonreír al final de su discurso. Sin embargo, la expresión de la presidenta aún no era del todo buena, por lo que estaba un tanto nervioso.

Jung Jaehyun volvió a apoyar la parte superior de su cuerpo en el respaldo de la silla y, de repente, apretó la mano de Taeyong por debajo de la mesa. Taeyong se sorprendió un poco, pero no lo demostró externamente.

“En cuanto a las preocupaciones de la presidenta, Lee Taeyong no huirá ni volverá a hacer nada de ese estilo”.

Sólo entonces la cara de la presidenta se relajó gradualmente tras el comentario de Jaehyun, quien fue bastante serio.

“Eso es un alivio”.

“Asumiré la responsabilidad de mi omega, así que por favor reconsidere lo que esté pensando”.

Esta vez ella inclinó ligeramente la cabeza. Taeyong, que estaba observando el gesto porque incluso los movimientos que expresaban su curiosidad eran elegantes, la admiró.

“¿Qué he pensado? ¿Qué, pensaste que quería llevármelo y enterrarlo en algún sitio?”

Jaehyun se estremeció ante las palabras. Al verlo, la presidenta Yoo se rió a carcajadas.