¿Por qué?

#13:

Pov.Narrador/ra

El venezolano miraba atentamente al techo, hace ya una hora que había despertado por culpa de una nueva grieta en su cuello, quería levantarse he ir al baño para así tratar de detener la fuga de "sangre" que salía de su herida, lamentablemente su cuerpo no quería cooperar con el, se sentía cansado.

Pensó un momento en llamar al colombiano pero rápidamente descarto esa idea, no quería despertarle, después de todo aún era bastante temprano, así que soltó un pesado suspiro y se resignó a que el dolor pasará o a que su cuerpo recuperará algo de fuerza, lo que pasara primero.

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El colombiano despertó, se levantó con algo de pereza de su cama y se dirigió a su baño para así hacer sus actividades matutinas como; tomar una rápida ducha, lavarse los dientes, secarse y finalmente vestirse.

Ya vestido con su ropa "pa' entre casa" salió de su cuarto en dirección a la cocina para así preparar el desayuno para el y su hermano, planeaba hacer un caldo de leche con unas arepitas, seguro al de estrellas le encantaría.

Pasaron unos minutos y el por fin había terminado de hacer el desayuno, sólo faltaba ir y despertar al venezolano, así que sin dudarlo ni un segundo fue a la habitación donde esté dormía y tocó la puerta.

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F

inalmente había podido levantarse de la cama camino a paso lento hacia el baño, se sentía algo mareado por la pérdida de sangre, y temía que en un mal movimiento acabará en el suelo lastimandose más de lo que ya estaba.

Ya en el baño de miro frente al espejo notando la enorme grieta que había aparecido desde su cuello hasta su hombro izquierdo, ahora entendía porque le dolía tanto.

Venezuela abrió la llave del agua, mojo sus manos para luego pasarlas por su herida, tenía que limpiarla antes de que se infectara, soltó un quejido al sentir como su cuello comenzaba a arder de una manera horrible, pero tenía que ignorar aquel ardor y seguir con lo suyo antes de que el colombiano despertarse y le viera o estaba seguro que no haría más que preocupar al mayor.

Una vez y había terminado de limpiar su herida, tomo unas vendas que habían en el baño y se vendo con cuidado el cuello y parte del hombro, luego de eso prosiguió a hacer su rutina mañanera, ya saben; lavarse los dientes, peinar su largo cabello y todo eso.

—¡ey Vene!.

Escucho como el colombiano le llamaba desde el otro lado de la puerta.

—¡ya está el desayuno!.

—¡y-ya voy!.— grito de vuelta —¡solo e-espera un momento!— el venezolano se maldijo mentalmente por haber tartamudeado, estaba nervioso, no quería que el contrario entrará a la habitación y viera la cama llena de aquel líquido negro y su pecho al descubierto con solo una venda cubriendo nada más su cuello y parte de su hombro

No, claro que no, pero para su suerte el de acento paisa solo le pidió que se apresúrara para luego caminar de nuevo a la cocina.

El veneco soltó un pesado suspiro para luego dirigirse a su maleta donde estaba su ropa, tomo un suéter verde militar el cual tenía cuello de torta, perfecto para ocultar la venda. También cambió las sábanas de la cama y las cambio mientras que las sucias las hecho en la cesta de la ropa sucia, luego se encargaría de lavarlas.

Se acomodó un poco el suéter para luego salir de la habitación y encaminarse a la cocina en donde le esperaba el mayor, le regaló una pequeña sonrisa a este el cual no dudo en corresponderle con otra sonrisa.

—buenos días Vene, ¿como dormiste?.

—bastante bien.— contestó mientras se sentaba a la mesa, claramente estaba mintiendo, se notaba en su cansado rostro.

Pero el colombiano simplemente decidió no mencionar esto, así que le sirvió al contrario y ambos se disponieron a comer el desayuno que había preparado Colombia.

Continuara...