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Pov.Narrador/ra

Era un día especial para el colombiano, hoy jugaba su equipo, su selección y se vería el partido junto a su hermano.

Preparo todo, limpio la casa aprovechando que el venezolano seguía durmiendo, luego compro la chuchería para ambos, marranetas, doritos y unas Pool de a litro por qué el bodegón de la esquina no tenía Coca-Cola ni Pepsi.

Busco entre sus cosas; dos camisetas del equipo, una para Vene y otra para él, tambien decoración para su sala.

Perfecto, ahora solo faltaba a su compañero, fue a la habitación del venezolano y tocó la puerta de este —Arriba Vene, que son las diez de la noche y ya casi empieza el partido.— le dice desde el otro lado.

Se escucha un quejido adormilado por parte de su hermano.

—no jodas ¿Por qué tan tarde? Deja dormir.— se quejo el rubio.

—vamos Vene, yo me mire todos los partidos de tu equipo, me la debes.

Otro quejido más y finalmente el de estrellas abre la puerta, tenía el cabello alborotado, más de lo normal y una fina línea de aquel liquido negro bajando por su labio, estaba babeando mientras dormía.

—ya, ya; deja me doy un baño para despertarme por completo.— dice frotando su ojo algo oscuro y apagado —¿Cuánto falta para que inicie?.

—unos minutos.

—messirve.


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Colombia esperaba al contrario en el sofá, ya estaban entrando los jugadores a la cancha cuando Venezuela apareció.

La sonrisa de Colombia desapareció al instante al ver a su hermano, con una jodida camiseta de Argentina.

—¿Que haces con esa blasfemia en mi casa?.— pregunta el de paisa con disgusto.

—¿Que tiene?.

—uhhh Vene, hoy juega mi equipo.

—aja, también el de Argentina.

Colombia suspira, aún fastidiado por ver esa cosa puesta por su hermano.

—si pero... Mira, esta está mejor.— dice mostrándole la camiseta de su selección que había conseguido para él.

—no gracias, estoy bien con la mía.— asegura sentándose a un lado de Colombia —ahora, disfruta del partido.

Y así el partido comenzo...






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Uno a cero.

Ese había sido el resultado del juego y para Colombia una jodida desilusión, su equipo estuvo tan cerca de obtener la copa, pero no, los argentinos se llevaron la victoria.

¿Lo peor? A comienzo del partido se dió cuenta de que su querido hermano apoyaba al equipo argentino.

—fue un buen partido ¿No?.— sonrió de lado mirando la frustración del colombiano —bueno ¿Me puedo ir a dormir?.

Colombia le miro con molestia, joder, se sentía traicionado y por su propio hermano, aunque ya debería haberlo visto, era Venezuela después de todo, este nunca estaría de acuerdo con él en algo.

—aveces te detesto.

—lo se~— sonrió divertido —yo también te quiero marico pero, encerio tengo sueño.

Tomo al colombiano de la mano y lo jalo consigo hacia su habitación, ya ahí empujó a este a la cama haciendo que el mayor le mirara sonrojado y confundido.

El rubio de cabello largo sonrió de lado y se subió a la cama.

Le usaría de almohada por esta noche.

—a mimir~.

—V-vene levántate cara e chimba.— se queja pero el de estrellas no hace afanes de querer soltarle —¡Vene tengo que ir al baño gonorrea! ¡Quita, quita!.

Pero nada, el contrario se aferró más a Colombia hasta que esté dejo de resistirse y se dejó usar de almohada por el contrario.

Seguía molesto pero ya no era tanto, solo... Se había "picado" como diría el venezolano.

Al menos, podría disfrutar del calor contrario mientras.


Continuará...

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