El ayer que se fue

prólogo

Pov Alfred

Desperté con un leve dolor de cabeza, la noche anterior tuve que ir a una fiesta debido a mi última película. Soy un actor de 26 años,llevo actuando desde los 17 años y la verdad,esta vida me tiene harto,estoy cansado de está existencia tan frívola pero necesito trabajar para mantener en una ciudad como Los Ángeles,a pesar de que mi cuidad natal es Nueva York,pero decidí mudarme para escapar de mi pasado y ese pasado se llama... Maria del León Páez Bolivar, aquella hermosa y morena venezolana a la que lastime siendo un adolescente inmaduro.

- Señor Jones,llegó una carta para usted- dijo mi sirvienta dejándome una bandeja de comida en la mesa, junto a unas pastillas para la resaca

- Gracias Melody- le respondí con una sonrisa

Me bebí la pastilla y empecé a leer la carta,era una invitación para una reunión de ex alumnos de mi secundaria. La verdad,no me gusta la idea de ir,pero la sola idea de ver a María me hizo cambiar de opinión. Tal vez verla me hará tener la paz que tanto anhelo.

Pov Maria

- April ven a desayunar- grite a mi hija de 8 años

- Aquí estoy mami- dijo mi pequeña morenita de pelo rubio y ojos verdes,iguales a los míos.

La abracé con cariño,para empezar a comer las arepas que había preparado para nosotras, soy venezolana y llegué a esta país cuando era una niña,mis padres y yo habíamos llegado a la cuidad de Nueva York,pero ellos fallecieron y me quedé a cargo de mi tío Antonio.

Mire nuevamente a mi pequeña, reconociendo que se parecía a su padre,aquel rubio de ojos azules que jugó con mi corazón,solo porque yo no era una joven muy resaltante en la escuela,era muy tímida y usaba ropa holgada,solo resaltaba por ser muy inteligente,y gracias a ello tengo un trabajo maravilloso como doctora y directora del hospital Saint Joseph.

- Mami,tienes correo- dijo mi pequeña mientras que lavaba los platos

- Déjame ver cariño- respondí secando mis manos y tomando la carta

Vi que era una carta para una fiesta de ex alumnos,la verdad no me atraía la idea de ir y mucho menos,debido a la sola idea de ver a Alfred Jones,no quería ver su cara luego de que jugó conmigo.

- Deberías ir mami- dijo mi niña sentándose en mis piernas

- No lo sé cariño- respondí vacilando

- Oh vamos,seguro te verás muy bonita y te vas a divertir

- ¿ Y quién te cuidaría?

- ¡ El abuelo Antonio!

-  Muy bien, iré solo por ti

- Yey

Mi pequeña me abrazo y solo ruego no arrepentirme de esto