cap 8

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Pov María

Los tres comíamos tranquilamente nuestra pizza,o bueno, al menos Alfred y mi pequeña lo hacían,pues en mi mente solo había un único pensamiento y era el de proteger a April de Alfred y sus mentiras,suena mal,lo sé,pero no quiero que sea lastimada.

- María, tengo una pregunta- me dijo Alfred,quien me ayudaba a levantar la mesa

-¿ Qué ocurre?

-¿ El padre de April...se acostó contigo y te abandono al terminar la escuela?

- Mira,eso es algo privado y la verdad,no quiero discutirlo contigo... Te agradezco que vinieras a verme y eso,pero creo que ya debes irte de aqui- dije con voz algo dura,al tiempo que señalaba la puerta

-¿ Qué?, pero...

- Es tarde,y yo tengo que trabajar mañana temprano

-¿ Al menos puedo despedirme de tu hija?

-¡ No!... Es decir, probablemente,ahora ella duerme

Alfred suspiro derrotado y se acercó a besarme,era un beso suave y muy tierno,pero eso no derribo la barrera que había formado dentro de mi,para proteger a mi pequeña.

- Adiós Alfred

- Te veo luego María

Pov Alfred

Salí de la casa, sintiendo un leve sabor amargo en la boca,luego de ver esa actitud fría e indiferente de María, aunque tal vez se deba al tema del padre de April... Un cobarde,sin duda por abandonar a esos hermosos ángeles.

-¿ Estás feliz mi amor?- oí la voz de María salir de la habitación de April

Decidí quedarme a oír,puesto que no quería separarme de ellas

- Si mami, aunque yo quería que papá se despidiera de mi...¿ Él volverá pronto?

Esperen,¿acaso me dijo papá?... Eso no es posible,pues estoy seguro de que no embaracé a María,o bueno,casi seguro... Empecé a hacer cálculos y todo cuadraba,era mi hija

- Dios,¿ Cómo es qué...

No pude hablar,solo grite de dolor al sentir algo clavarse en mi retaguardia. Era el perro de al lado, quien ahora me trataba como su juguete,a pesar de los esfuerzos por sacarmelo. Los vecinos llegaron a ayudarme y vi como el animal portaba rabia,lo que me asusto aún más.

- Tranquilo,te llevaré al hospital- dijo María ayudándome a entrar a su auto

- Au, duele- dije al sentarme en el asiento de su auto

- No te quejes y déjame conducir

-¿ Estaré bien?

Ella me miró entre divertida y preocupada

- Es probable que no puedas sentarte en una semana, ahora déjame conducir

* Nota: Dejen preguntas y retos a los personajes y a mi,las amo

El ayer que se fueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora