Cerezo del desierto [砂漠の桜] || Sakura Haruno y Sasori.

Regalo.

"Solo soy un ser sin importancia. Sin el soy paranoica y deambulo sola por las calles".

Mirando a través del cristal de la puerta que daba al jardín de Sakura el pelirrojo se encontraba bastante aburrido. Estar solo ya no era lo suyo y menos sin poder salir. El recuerdo de la noche anterior y las palabras de su ahora amiga volvían a hacerse presentes de vez en cuando.

~Recuerdo~

Se encontraban cenando felizmente en la mesa del comedor cuando Sakura llamo su atención -Mañana no estaré en casa, saldré con un amigo para comprar el regalo de la boda luego del trabajo. Te traeré algo de comer y me iré- le aviso sin tomar mucha importancia pero Sasori se sentía inseguro al no saber con quien se iría -¿Con quien iras?- pregunto tranquilamente, ella sin mucho problema le contesto -Un viejo amigo, se llama Lee seguro no lo conoces. Tardare un poco, iremos a entrenar pero regresare a tiempo para seguir con tu tratamiento- obviamente no conocía al tal Lee pero no le dio mas vueltas al asunto. Llevaban dos días seguidos con el tratamiento que Sakura encontró en un viejo libro de medicina para curar sus piernas el cual estaba teniendo buenos resultados en tan poco tiempo. 

Al terminar de comer Sasori se acostó en su futon listo para el tratamiento, combinaban distintas hiervas para crear un ungüento que luego la medica frotaba en las piernas de el con cuidado y finalizaba con ninjutsu medico para hacer responder las articulaciones. Le gustaba mirar su rostro cuando se concentraba, de cierta manera le atraía.

~Fin del recuerdo~

La forma en que Sakura era con el le gustaba, de solo recordar lo cálida y amable que era al atenderlo casi le provocaba sonrojarse. Su cariño por ella aumentaba a lo largo de cada momento a su lado. Poso sus ojos en la maceta pobremente pegada que le regalo el Kazekage y que el rompió, la vista del objeto despertó en el un sincero deseo de regalarle algo como agradecimiento y disculpa. 

Salir a la aldea no era una opción pero no existía tal necesidad, el fuerte chakra que Sakura le proveía estaba ayudándolo mucho y usaría esa fuerza en crear algo para ella. Salio al jardín con cuidado de no ser visto, en una esquina existía un pequeño árbol que apenas ocupaba espacio en el pequeño lugar. La madera era buena y con bastante esfuerzo corto las ramas a su alcance.

Le regalaría algo que no se marchitaría como las flores, algo eterno.

[...]

El día paso rápido para la kunoichi y apenas acabo su turno salio del hospital encontrándose con Lee que estaba mas que listo para las actividades. Pasaron inmediatamente al centro de Konoha en búsqueda del regalo perfecto, luego de pasar por varias tiendas ambos eligieron lo que mas le convenció. Mientras Lee quiso regalarles unas pesas de pareja Sakura se fue por otro camino recordando lo mucho que a Naruto le gustaba comer y a Hinata el placer que le daba cocinar así que les llevo un set de sartenes.

Satisfechos con sus compras fueron a comer algo -Gracias por acompañarme Sakura, seguro a ambos les encantaran las pesas- el regalo le pareció algo extraño pero era el estilo de Lee, mientras comían recordaba que tenia que dejarle algo de comer a Sasori -No hay de que, creo que ya podemos ir a entrenar... Solo debo pasar a mi casa por mi ropa de entrenamiento- le dijo a su amigo mientras echaba una mirada al menú para saber que llevarle a su compañero -No te preocupes Sakura, si quieres puedo esperarte en el campo de entrenamiento 3 hoy los estudiantes no lo usaran- pensó que una buena idea así que una vez acabaron se despidieron.

Cuando Lee se fue ella ordeno la comida para Sasori y al tenerla en sus manos se fue en seguida a casa.

[...]

Paso mucho tiempo desde la ultima vez que tallo un regalo como el que estaba haciendo aun así manejaba hábilmente la navaja como si fuera una actividad diaria. El objetivo era que quedara lista para cuando Sakura regresara al final del día, estaba tan concentrado que no escucho a la antes mencionada entrar -Ya llegue Sasori, te traje la comida. Solo me cambiare y me iré de nuevo- le dijo poniendo la comida en un lado de la mesa pero no recibió respuesta del ninja lo que le pareció raro -Sasori...- volvió a llamarlo poniendo su mano en su hombro lo que desconcentro al artista obligandole a esconder el trabajo antes de que lo viera -Sakura, no te escuche entrar...- le dijo sinceramente, la medica pensó entonces que la estaba ignorando a propósito -Acabo de llegar, perdón por interrumpir. Subiré por unas cosas y me iré de nuevo- le dijo algo seca para retirarse rápidamente.

Respiro tranquilo cuando se fue, no pensó que regresaría con la comida tan pronto lo que le hizo querer adelantar el trabajo en sus manos. Su concentración fue tan profunda que tampoco se entero cuando la ninja bajo y se despidió de el, pero ella sintió algo cuando se vio ignorada por la persona que cuido toda una semana. Sin darle mas vueltas fue al encuentro con Lee.

[...]

Cuando llego al campo de entrenamiento puso su mente en blanco y se preparo para el ejercicio. Lee aun no llegaba así que mientras peino su cabello en una coleta y vendo sus puños para calentar. No paso mucho hasta que su pelinegro amigo llego y comenzaron a calentar juntos.

El entrenamiento empezó con algo básico, trotar. Conforme avanzaban todo era mas duro, estar encerrada con Sasori viendo películas y sentada en su silla del hospital le estaban pasando la cuenta lo que la motivo a salir a entrenar mas seguido. Pensar en el pelirrojo y su actitud extraña la hizo perderse y caer mientras peleaban -¿Estas bien Sakura? No te lastime, ¿verdad?- le dijo muy preocupado ella se levanto sin comprender porque se sentía tan mal -No, solo me distraje. Estoy lista ahora- le respondió volviendo en si.

Cuando menos lo pensaron los gennin y varias personas se paraban para observar su entrenamiento ya que Lee y Sakura eran personas reconocidas en la aldea. Sakura por razones obvias mientras que Lee debía su renombre a haber sido alumno de Gai, el único reconocido por Madara Uchiha en la guerra.

Entre todos los espectadores se encontraba Gaara observando con orgullo el esfuerzo de la mujer que le gustaba, el plan era invitarla a caminar como Kankuro le aconsejo pero en lugar de eso iría a su casa mas tarde. De todas formas ya tenia conocimiento el tema de Sasori.

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N/A:

Sakura comenzando a descubrir que le duele el rechazo de su paciente, un síndrome de burnout combinado con Florence.