Capitulo 11

1.7K 212 15
                                    

Choi Han se preguntó si el estar demasiado tiempo en un bosque había afectado sus sociales o lo había vuelto más impulsivo.

Definitivamente le había hecho perder el autocontrol duramente ganado.

Esto lo había descubierto a las malas cuando tuvo que soportar el ver a su amiga ser vista como un objeto.

Este mundo era diferente al antiguo, el concepto de desigualdad entre géneros era mínimo, casos donde una persona (hombre o mujer) se creía mejor que un género.

¿Desigualdad social? existía en todas partes.

¿Tu género? ninguna era relevante.

Tal vez porque su etapa de maduración lo paso cazando monstruos y no en la escuela como todos los demás, era la primera vez que algunas de sus amigas (que en este momento consiste en Cale-nim y la extrañamente competente sirvienta Camila) en ese tipo de situación. Fue la situación más frustrante de su vida, más que despertar en un bosque extraño, el ver a alguien que aprecias en la situación donde le tiene que sonreír a alguien que claramente le incomodaba. Y solo poder estar al lado sin hacer nada.

La ira había llenado sus pensamientos cuando vio la forma en que el noble había visto a Cale-nim.

La hermosa y sorprendentemente inocente Cale-nim. La persona que lo había ayudado y lo había sacado de sus peores momentos, la dulce Cale-nim que se negaba a levantarse cuando los dos gatos dormían en su regazo incluso si estaba incómoda. La amable Cale-nim que odiaba que la gente supiera que ella es amable.

Esa misma Cale-nim que estaba acostumbrada a ser la joya protegida de la familia tuvo que soportar el ser mirada como si no fuera más que un juguete.

La mano de Choi Han se apretó sobre su espada hasta el punto que dolía pero volvió a seguir practicando los movimientos que su padre le había enseñado hace tantos años.

La noche estaba especialmente fría, pero Choi Han había dejado la capa que le regaló Cale-nim en la posada, por lo que estaba con unos pantalones negros y una camisa negra mientras practicaba en el jardin de la posada (convenientemente cerca de la ventana de Cale-nim, no de forma espeluznante, pero de forma en que pudiera saber si algo sucedia). Sus movimientos provocan sonidos cuando contaban el viento.

Eran movimientos que él había practicado tanto durante años, en este punto parecían ser tan naturales como el respirar.

Choi Han apretó los dientes mientras movía su espada y fingía que no imaginaba que era el noble rubio.

Una familiar sensación de impotencia lo recorrió por lo que aceleró los movimientos.

Necesitaba volverse más fuerte, tan fuerte que nadie que él apreciara volviera a temer por su seguridad o la de sus familias. Si se volvía más fuerte Cale-nim no debería que soportar el que alguien la tratara de esa forma por el hecho de que es un noble superior.

Choi Han solo deseaba proteger a las personas de ahora en adelante. Estaba cansado de ser impotente.

"Choi Han" una voz suave sacó a Choi Han de sus pensamientos. El pelinegro giró, su cara se relajó en una sonrisa amable y guardó su espada rápidamente.

Cale-nim lo observaba, estaba sentada en el suelo encima de una manta. Parecía que llevaba mucho tiempo viéndolo ya que estaba comiendo un sandwich con el envoltorio de otro a su lado.

El ver a su lady, tan cómoda y segura, le trajo una sonrisa a los labios. Con pasos rápidos, Choi Han se acercó para sentarse a su lado.

"Buenas noches, Cale-nim" Choi Han le sonrió a Cale-nim. Choi Han admiro la forma en que la capa roja que tenía pelusa blanca decoraba a Cale-nim.

The history of one (1) girl and her lovely and dumb found familyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora