Capítulo Uno

835 51 4
                                    

Las cosas iban de mal en peor y lo sabía perfectamente. Sabía que no podía controlar el miedo de los demás, ni siquiera era capaz de controlar mi miedo o de intentar controlar mis emociones. Todo en mi cabeza era un completo desastre y lo único que necesitaba era compresión por parte de los demás, siempre busque la aceptación de los demás antes que la mía.

—Necesitas un guardaespalda, alguien que sea lo suficientemente capaz de poder cuidarte siempre y que este comprometido a velar por tu seguridad.

Odiaba que Tony tomará las decisiones por mí, ni siquiera me dejaba opinar sobre ellas o dar mi opinión, todo tenía que hacerse tal cual él lo establecia. No me gustaba la idea de ahora ser una niña que no tenía padres ni hermanos y mucho menos amigos, pero esa era mi realidad, en esto se había convertido mi vida.

—¿Tengo elección?—pregunté aún sabiendo que su respuesta sería un retundo no y de hecho, eso mismo fue lo que me respondió—. Bien, ¿sabes quién lo será? Con eso que tú siempre tomas las decisiones por mi.

—Se de alguien que podrá cuidarte como se debe, me tomará un par de días hablar con él, pues vive en otro lugar y además necesito coordinar otras cosas.

—¿Puedo saber quién es?

—Pronto.

Sin nada más que decir, él se retiró de la habitación con una sonrisa, como si aquello fuera la cosa más feliz del mundo y bueno, para él si lo era, si conseguía un guardaespalda se estaría librando de mi. Yo solo soy una carga para él y es obvio que no quiere lidiar con una adolescente con problemas de ira y con ataques de ansiedad.

Observé en silencio todo mi alrededor, desde los incidentes en Sokovia, él y Clint empezaron a cuidar de mí, no solo por ser una adolescente que había sufrido por varios experimentos, también por lo peligrosa que era al no saber controlar mis emociones y justo habían pasado mas problemas que hacían que Tony tomará la decisión de darme un guardaespalda.

¿En qué momento se convirtió mi vida en esto? Oh sí, en el momento en el que mamá y papá murieron, en el momento en el que experimentaron conmigo, en el momento en que Pietro murió, en ese momento mi vida normal y feliz se había ido a la mierda, ahora mi vida era aburrida, triste y sin sentido.

En varias ocasiones solo quería acabar con mi vida. Dormir y nunca más volver a despertar. Aunque esa no fue la solución a todos mis problemas, sería la solución de los demás, porque para ellos, el problema era yo. Solo quería sentirme en paz por un momento, quería descansar, me sentía tan cansada, no solo físicamente si no que también mentalmente.

¿Que me detuvo? No lo sé y me hago esa pregunta siempre, ¿que me detiene? ¿por qué no puedo acabar con todo esto? ¿es tan difícil?

Tocaron dos veces la puerta y contesté un pasé lo siguiente que ví fue a Clint sonriéndome tímidamente y sosteniendo un pequeño pastel en sus manos.

—Venía de camino y encontré una pastelería, así que supuse que querrías algo y te traje esto—dijo extendiendo sus manos para que yo pudiera agarrar el pastel. Lo acepte y después me senté nuevamente en la cama, él me tendió un tenedor—. Tony me contó que te buscará un guardaespalda, ¿cómo te sientes respecto a eso?

—La verdad ya no sé cómo sentirme. Parece que en esta casa mis opiniones no son tomadas en cuenta y entiendo que soy peligrosa para todos, pero no sé, con esto me estoy sintiendo insuficiente y débil, el no poderme defender y que otra persona lo haga, es raro.

—No es que no seas suficiente o que seas débil, simplemente queremos protegerte de mejor manera. Queremos que estés bien, no solo físicamente, si no psicológicamente. Queremos verte sonreír, queremos verte bien.

—Y vaya forma de demostrarlo—digo con cierto sarcasmo comenzando a comer el pastel que él me había traído.

—Mira, se que la idea puede ser algo descabellada, pero también míralo como una oportunidad de conocer a más personas que estén para ti todo el tiempo, que puedas compartir gustos con esa persona.

—¿Y si es un viejo de setenta años?—digo bromeando.

—En ese caso te estaría cuidando Steve—una pequeña risa se me escapa. Ellos siempre tan bromeado de esta forma y es algo que realmente admiro, la forma en la que se llevan tan bien y en la que se ven como una familia, ellos definitivamente son una familia y yo llegue solo porque no tenía a dónde ir y siento que sobró en esto.

—¿Sabes quién podrá ser mi guardaespalda?

—Tengo sospechas de una persona, pero no sé si sea él.

—¿Quién?

—¿Alguna vez escuchaste el nombre Spiderman?—asiento—. Bueno, pues puede ser él, mira, todos aquí sabemos quién es y eres parte del equipo así que también debes saberlo y más si él podría ser tu guardaespalda, pero el chico que está detrás de ese traje se llama Peter Parker, tiene casi tu misma edad, así que podrían llevarse muy bien.

—¿Y si no?

—En ese caso, te vienes a vivir conmigo y problema resuelto.

Amaba que Clint mirará las cosas tan sencillas, él creía que algo así se podría tomar tan fácil y a la ligera, pero había un proceso detrás de todo eso, nada era tan fácil como lo parecía, pero siempre me agrado la actitud que él tenía al momento de expresarse, me recordaba a Pietro.

La verdad que todo me recordaba a mi hermano. Puede que no lo ví morir, puede que no ví cuando esas balas se incrustaron en su cuerpo, pero lo sentí. El era mi gemelo, mi mellizo, era mi acompañante, era mi mejor amigo, y también se había vuelto mi padre. Lo era todo para mí, y ahora ya no estaba. De la noche a la mañana ya no estaba conmigo, ahora tenía que aferrarme a la idea de que lo había perdido, que lo había perdido para siempre.

¿Dolía? Claro que sí. Mis padres murieron y él se convirtió en mi única compañía, en la única persona en la cual podía confiar. Como antes había dicho, él no solo era mi hermano, también era mi mejor amigo y mi padre. Siempre conté con su apoyo y con sus abrazos cada que me sentía mal. Ahora ya no tendría a nadie que me dijera que todo iba a mejorar y que pronto íbamos a estar bien.

Él siempre decía que quería salir adelante y continuar con su vida, él quería tener una familia, él quería vivir. Yo solo quería dormir y no despertar otra vez, llevar en la consciencia todo el daño que provoque, no era bonito. Yo quería morir y me tocó vivir por él.

Quería regresar a los tiempos en donde solo éramos cuatro personas, mamá, papá, Pietro y yo. Solo éramos cuatro y entre nosotros nos ayudabamos, éramos cuatro y entre nosotros nos queríamos, reíamos juntos, veíamos películas y series todas las noches. Antes mi única preocupación era levantarme temprano y tener tiempo suficiente para jugar.

Todo era tan sencillo antes. Todos en algún momento deseamos de niños ser adolescentes, saber que se sentía crecer y la mayoría que ahora lo es, se arrepiente de lo que una vez dijo. La adolescencia es buena cuando tienes los recursos necesarios, pero cuando no lo tienes se vuelve un infierno todos los días. Cuando crecemos nos damos cuenta de lo cruel que es el mundo y lo aprendemos de las peores maneras, nos traicionan, no nos entienden, preferimos quedarnos en casa. La adolescencia es aburrida y horrorosa, desde mi punto de vista y ojalá pudiera volver a ser niña.

Sería la persona más feliz si tan solo pudiera regresar a esos tiempos por un día, una hora, un minuto... Pero es imposible, esta es mi realidad, esta es mi vida y no puedo regresar al pasado aunque bien me gustaría.


---
¡Hola!
Como sabrán está historia iba a ser continuada cuando Tres hermanas finalizará, pero debido a que mi primo me borró la historia completamente he decidido seguir está, de tal forma que no me estrese tanto y que después pueda volver a escribir Tres hermanas.

¿Se dan cuenta que a veces en los temas tristes, de la depresión, del dolor y de la reflexión, los capítulos son más largos? Bueno, eso debe a que yo a veces plasmó en los personajes lo que estoy viviendo, lo que estoy sintiendo o lo mal que la estaba pasando. De esa forma se comunicarle a alguien todo lo que tengo guardado, pero disfrazado con lo que pasó tal personaje, es un dato que nadie me pidió, pero lo quería compartir.

Guardaespalda Personal || Spiderwitch Donde viven las historias. Descúbrelo ahora