Capítulo Dos

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—¡Wanda! ¿Puedes apurarte?—escuché el grito de Tony. Habían pasado dos días desde que me dijo que hablaría con aquella persona en la que confiaba para que fuera mi guardaespalda y justo hoy lo conocería y creo que también hoy me iba a trasladar hacia la ciudad en dónde él vivía, pues eso ya Tony me lo había comentado.

—¡Voy!—respondí. Me quedé mirando mi figura en el espejo, no me importaba si me veía pal asco, solo quería acabar con esta tortura de una vez por todas y quizá Clint tenía razón, quizá no era tan malo y quizá podría llevarme bien con mi guardaespalda.

Salí de mi habitación y fui hacia la sala a paso lento, pero firme. Al estar cerca escuché dos veces.

—Espero que cuides bien de ella—Esa claramente era la voz de Tony.

—Haré todo lo que esté en mis manos—dijo la otra persona. La voz era algo ronca. Cuando me asomé un poco, pude ver qué Tony quedaba en frente de él, y la otra persona que no conocía quedaba de espaldas y no podía ver su rostro.

—Ella es algo asocial, no le gusta hablar mucho y si habla es con gente que le genera confianza. Puede mover cosas con la mente y de sus manos salen unas esferas color rojo, sus ojos a veces se ponen de ese color, y también puede leer las mentes.

—Eso es...—Aquella persona no pudo completar la frase, ya que, hice un pequeño ruido con mi voz para que ambos supieran que estaba en la sala y que estaba escuchando todo—. Oh, hola.

Cuando esa persona se dio la vuelta, pude detallar su aspecto. Era alto, un poco más alto que Tony, gracias a que llevaba una camisa algo ajustada se podía notar que estaba en forma. Su cabello castaño un poco desordenado, en sus labios tenía una sonrisa algo nerviosa y lo único que pude hacer fue devolverle la sonrisa. Se veía que era joven, como de mi edad más o menos.

—Wanda, él es Peter Parker. Clint me comentó que él ya te había informado sobre su identidad—asentí—. Bien, entonces no tengo que explicar ese punto. Como tú sabrás las identidades se deben de mantener en secreto al igual que las habilidades. Él es Spiderman—dijo dándole una pequeña palmada al chico en su hombro—. Y ella es Wanda Maximoff.

El chico llamado Peter, me observó nuevamente y me extendió su mano la cual correspondí. Su tacto era delicado y el apretón de manos era firme.

—Ustedes tienen casi la misma edad, a diferencia que mientras tú—me señala—, tienes diecisiete, Peter tiene diecinueve.

La diferencia no era mucho, pero mirando más detalladamente a Peter, se miraba alguien joven y maduro a la vez, mientras que yo solo era apenas una adolescente con problemas por todas partes.

—Peter ya sabe de la situación por la que estás pasando y que te están buscando, así que, te estará cuidando siempre—Asentí levemente con la cabeza—. Mañana por la mañana, saldremos de Nueva York, y viajaremos a Queens, que es donde él vive, acabo de comprar una casa en la cual ambos van a quedarse. Es bueno cambiar de ciudad, para que no puedan encontrarte. Por ahora los dejaré solos para que hablen, se conozcan y tengan un poco de confianza entre sí, regreso dentro de dos horas.

No dejó que alguien protestará, simplemente se despidió con la mano y se fue dejándonos solos.

Quise tener la iniciativa de decir o hacer algo, para no verme muy estúpida como era de costumbre.

—¿Quieres algo de tomar?—salió de mi boca después de pensar muy bien en que decir. Él me miró por un momento y después asintió.

—Agua, está bien—dijo con una sonrisa y yo asentí comenzando a caminar en dirección a la cocina.

Guardaespalda Personal || Spiderwitch Donde viven las historias. Descúbrelo ahora